Para los recién aterrizados en Madrid, tener la oportunidad de conocer su historia a través de su huella arquitectónica resulta a la vez emocionante e interesante. Más aún, cuando somos testigos de cómo las nuevas generaciones de arquitectos redibujan los planos olvidados de un pasado castizo que un día estuvo en auge. Así, desde el estudio Solar Estudio han dado una nueva identidad a una de sus viviendas, Casa Castelar. Reconvirtiendo una propiedad casi abandonada en una vivienda valorada en más de 1,5 millones de euros. Un proyecto que dibuja una estética reconocida por el premio COAM. La rehabilitación porta un lenguaje contemporáneo encapsulado en el encanto neomudéjar de su edificio. Aunque mejor, que nos cuenten sus arquitectos todo los entresijos de este proyecto.
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Un nuevo lenguaje para la historia de Madrid
Madrid Moderno. En su día, una colonia de viviendas económicas de estilo neomudéjar y modernista construido en la Guindalera, a medio camino entre Manuel Becerra y la plaza de Las Ventas. Con un origen un tanto filantrópico, impulsado por el empresario Santos Pinela y el arquitecto Julián Marín, que perseguía el fin de ofrecer viviendas amplias a precios económicos para impulsar la vida en las zonas periféricas de Madrid.
«Saber que estábamos salvando una de las 96 casas de la colonia Madrid Moderno proyectada a finales del siglo XIX, nos ha llevado a cuidar la casa como una superviviente»
Precisamente en la crónica de la emblemática ubicación de Casa Castelar Pablo Canga y Ana Herreros, directores de Solar Estudio, se encontraron su primer reto: «La investigación histórica resultó, sin duda, ser un proceso arduo dada la burocracia necesaria para obtener toda la documentación». La base, tal y como comentan, para restaurar un proyecto con una envergadura histórica tan relevante como el de Madrid Moderno requirió al estudio conocer, documentar y reflejar parte de esa historia. Un proceso de documentación capaz de sumar valor añadido al carácter histórico de la vivienda y del Madrid Moderno. «El trabajo de archivo hizo posible conseguir la información, pero sobre todo la interpretación crítica y su posterior comunicación fueron cruciales para defender la intervención y para el resultado final», subraya Ana Herreros.
La Casa Castelar configura una de las propiedades más singulares de la zona. Se trata de una vivienda con una superficie de 193 m2 interiores y 43 m2 de patios exteriores, dejando un total de 236 m2. En su interior, la obra de Solar Estudio ha configurado una estética donde los valores de la arquitectura contemporánea convergen a la perfección con el valor histórico de la vivienda.
Estructuralmente, el trabajo de preservación de su identidad original hizo a los arquitectos mantener la forma de L de su patio interior (cuyo paisajismo está elaborado en colaboración con la empresa paisajística Blóm) como organizador de la vida dentro de la vivienda. Todo el patio se encuentra, además, cubierto por una aparente maya metálica que oculta las contraventanas para ocultar la presencia de las mismas a simple vista. En palabras de la directora de Solar Estudio, «con la piel del patio buscábamos crear una piel ligera, capaz de solucionar la ventilación natural gracias a las contraventanas, fácil de reponer si existiese cualquier daño y que le devolviese ese «orden visual» al patio». Cediendo la entrada a la luz de forma orgánica a través de los grandes ventanales que conectan con el patio interior.
«Es un ejercicio de reflexión crítica acerca de cómo incorporar la memoria de lo existente a esta casa contemporánea»
Aunque la configuración y el aprovechamiento del patio también se llevó a cabo, explican desde el estudio, como solución tradicional para la optimización de recursos, ya que la sostenibilidad también es otra de las grandes palancas de la vivienda. «El factor de forma, la optimización de la ventilación cruzada, el aislamiento térmico o los sistemas de fachada ventilada son instrumentos de extrema eficacia para reducir la demanda energética de los edificios». Tradición que convive con la tecnología de «la aerotermia con suelo radiante y refrescante que permite prescindir del aire acondicionado y reducir el consumo total en un 70% respecto al estado inicial».
Por dentro, Casa Castelar está configurada para que todo fluya de forma orgánica. Desde los materiales elegidos, que van desde la madera hasta los toques metálicos, hasta el aprovechamiento de los espacios. El interior de Casa Castelar se configura de forma que la planta baja encuentra las áreas destinadas al día a día, dejando los dormitorios en la planta principal y los espacios polivalentes en el segundo nivel. Vertebra su recorrido una imponente escalera en blanco, que contrasta con los tonos madera elegidos para la pared.
Aunque se desconoce el precio, expertos inmobiliarios nos han ayudado a estimar el precio de venta de la propiedad en 1,5 millones de euros, aproximadamente. Recordemos que esta propiedad está ubicada en el barrio de la Guindalera, limítrofe al lujoso barrio Salamanca, donde el precio del metro cuadrado se sitúa entre los 4.000 y los 5.000 €. Si consideramos el precio de la zona y el sobreprecio otorgado por su carácter único y el incremento por su rehabilitación (aproximadamente entre el 205 y el 30% del precio base), calculamos la cifra final.
Premio COAM
La magnitud de su diseño se alzó recientemente con el Premio COAM 2024 en la categoría Emergente. «Recibir el premio COAM ha supuesto una alegría al ver que se reconocen proyectos que, por pequeños que sean, buscan generar un impacto tanto en nuestro paisaje construido como en la historia de nuestras ciudades. Además, compartirlo con profesionales a los que admiramos, nos ha dado energía para afrontar los retos que tenemos encima de la mesa actualmente en el estudio».
