Arquitectura

Los secretos que esconde la arquitectura de la Casa Blanca

Casa Blanca / Foto: Pinterest.

La historia del mundo se puede observar a través de los libros, museos e incluso mirando a través de la arquitectura. Muchos edificios están restaurados, pero conservan la esencia original, puesto que la importancia que tienen infunde bastante respeto. Si te preguntamos por la construcción más importante y referente del mundo, ¿cuál dirías que es? Muchos hablan del Pentágono, otros del Capitolio, pero no, es la Casa Blanca, y hoy conocemos los secretos de su arquitectura. 

Casa Blanca / Foto: Pinterest.

George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, escogió este terreno en 1791, ubicado en la ciudad de Washington D.C., para ubicar uno de los edificios más impenetrables del mundo y en el que se toman decisiones que atañen a toda la población global. El año siguiente, se puso la primera piedra y se eligió un diseño por el arquitecto irlandés James Hoban. Después de ocho años de construcción, el presidente John Adams y su esposa Abigail se mudaron a la residencia todavía sin terminar.

Casa Blanca / Foto: Pinterest.

Es curioso porque los arquitectos irlandeses no tenían experiencia con este tipo de construcciones majestuosas y, la verdad, es que los planos originales fueron confeccionados por un arquitecto francés, Pierre Charles L’Enfant, el cual fue contratado por George Washington, con el objetivo de construir un palacio presidencial majestuoso y con aires de realeza europea. El primer diseño era tan sumamente enorme, que el arquitecto irlandés tuvo que rebajar esa grandeza.

Plano de la Casa Blanca / Foto: Pinterest.

El edificio responde a las características del estilo neoclásico, del cual el arquitecto italiano Andrea Palladio es representante paradigmático, a punto tal que ha sido calificado como el Mozart de la arquitectura. De formas netas y puras, en los países de habla inglesa el estilo suele ser denominado cómo georgiano y se distingue por su monumentalidad. Por lo demás, James Hoban pudo haberse inspirado probablemente en la llamada Casa Leinster de Dublin, actual sede del parlamento irlandés. 

Fachada de la Casa Blanca / Foto: Pinterest.

La construcción de la Casa Blanca se inició formalmente en el tercer aniversario del descubrimiento de América, en el marco de una ceremonia masónica realizada por la Logia Número 9 de Maryland (hoy Logia Número 5 de Potomac), presidida por un joven español de apenas 26 años, Pedro Casanave. Este había emigrado a los Estados Unidos 7 años antes, a los 19, sin casi conocer el idioma y con apenas 200 libras esterlinas en el bolsillo. Pero poco después ya había iniciado emprendimientos comerciales, que incluyeron rubros tan diversos como una fábrica de clavos y una escuela nocturna de danza para hombres, que alternó con su actividad como agente inmobiliario y obras benéficas.

Pedro Casanave / Foto: Pinterest.

En 1950 el presidente Harry Truman decidió que la Casa Blanca necesitaba una ambiciosa rehabilitación. Se iniciaron entonces unos complejos trabajos que duraron casi tres años. Durante los mismos se cambiaron las deterioradas vigas de madera por otras de acero y se reforzaron los cimientos con hormigón, entre otras cosas. Aquí es cuando se comenzaron a crear los secretos de la Casa Blanca. Teniendo el edificio patas arriba, a los ingenieros de la obra se les ocurrió la idea de incluir un sistema secreto de túneles que permitiese evacuar al presidente de Estados Unidos desde el Despacho Oval de la Casa Blanca en caso de peligro.

El Despacho Oval / Foto: Pinterest.

Cada presidente tuvo su capricho y, por ende, su reforma. Thomas Jefferson decidió poner las columnatas; Theodore Roosevelt mandó construir el Ala Oeste porque sus seis hijos eran tremendamente ruidosos y solían lanzar globos de agua a los mandatarios extranjeros; William Taft añadió a esa zona el Despacho Oval; Nixon tuvo su bolera privada; Gerald Ford quiso una piscina exterior que fue ampliada con un área de spa por los Clinton; Jimmy Carter optó por poner paneles solares que Reagan quitó inmediatamente; Obama amplió la cancha de baloncesto mientras que su mujer quiso un huerto ecológico, y Melania Trump mandó construir una sala únicamente dedicada a sus prendas y maquillaje.

Nixon en la bolera de la Casa Blanca / Foto: Pinterest.

Hay secretos ocultos que no aparecen en los planos, al menos los que están al alcance del público. La Casa Blanca se inspiró en una finca angloirlandesa del siglo XVIII llamada Leinster House, que de hecho tenía muchos pasillos secretos. Sin embargo, el arquitecto James Hoban optó por un diseño mucho más sencillo para la Casa Blanca, omitiendo la red de pasadizos secretos y eligiendo en su lugar un diseño de planta abierta.

Foto: Leinster House.

Otra de las salas secretas, que se ocultó pero después se confirmó su existencia, es una sala presidencial que está a varios metros bajo el suelo, un espacio totalmente blindado donde se lleva al presidente ante crisis mundiales o alto peligro de atentado. Se sabe poco de ella y de cómo es y, aunque se ha intentado reproducir en varios largometrajes, no se conoce ningún dato concreto sobre ella.

Sala presidencial / Foto: Pinterest.

En definitiva, la actual Casa Blanca tiene aproximadamente unos 5.100 metros cuadrados de superficie cubierta, que se distribuyen en 6 pisos, los que contienen 132 ambientes y 35 baños. Hay 412 puertas, 147 ventanas, 28 chimeneas, 8 escaleras y 3 ascensores.

Túnel de la Casa Blanca / Foto: Pinterest.