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Ruta por edificios del litoral Mediterráneo: Casa Vicens, la primera casa de Gaudí

Fachada de la Casa Vicens / Foto @casavicens
Fachada de la Casa Vicens / Foto @casavicens
Paloma Herce
  • Paloma Herce
  • Periodista especializada en moda, viajes y estilo de vida. Doble graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, Máster COPE de radio. Llevo más de 10 años escribiendo y hablando sobre desfiles, tendencias, restaurantes, viajes y hoteles. En definitiva, los pequeños placeres de la vida. También he trabajado en la sección de Internacional y en agencias de comunicación. De pequeña escribía poesía pero eso no cuenta. Mi leit motiv en la profesión y en la vida es una frase de Diana Vreeland: 'the eye has to travel'.
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Conocemos muchas casas de Antonio Gaudí, pero… ¿Conoces la primera? En este recorrido arquitectónico que estamos realizando por el litoral Mediterráneo vamos a Barcelona a descubrir el primer edificio que ideó el arquitecto modernista. Nos adentramos en la magnífica Casa Vicens.

La colorida Casa Vicens se construyó entre 1883 y 1885 y surgió porque era la casa de veraneo de la Familia Vicens. Suele pasar que las casas toman el nombre de la familia que compró o quiso la casa en un primer momento. El apellido de los dueños del proyecto suele quedar para siempre. Por suerte los Vicens fueron algunos de los afortunados que pudieron encargarle una obra al arquitecto.

Un rincón del jardín / Foto: @casavicens:
Un rincón del jardín / Foto: @casavicens:

Esta Casa Vicens es un preludio de lo que vimos después. Un proyecto repleto de influencias y experiencias que casi parece que tiene vida propia. Una vivienda unifamiliar que da cabida dentro… Pero que tiene su propia vida fuera. Un edificio con personalidad solo apto para familias atrevidas.

La Casa Vicens desde abajo / Foto: @casavicens
La Casa Vicens desde abajo / Foto: @casavicens

Es 1883 y el corredor de bolsa Manel Vicens i Montaner le encarga su casa al arquitecto. Una casa que sería su segunda residencia, la casa de verano, en la antigua villa de Gracia. Y así surgió. ¿Qué encontramos en ella? Estilo orientalista, neomudéjar… Y mucha fantasía, ese sello inconfundible de Gaudí. En 1925 se realizó una ampliación de la casa que llevó a cabo el discípulo de Gaudí Joan Baptista Serra. El propio Gaudí no quiso llevarla a cabo, pero su sello estaba ahí, de alguna manera.

Además de la casa también hay que hablar del jardín, que antes era mucho más grande. Parte de ese espacio se vendió para construir otras casas. En ellas Gaudí dejó claro lo importante que era la elección de las plantas según el lugar donde estemos, por eso predominan las plantas propias de un jardín mediterráneo. Tenemos plantas trepadoras, palmeras… Magnolias y rosas. También eran las plantas que estaban de moda en la época.

En la planta más baja estaban las carboneras, donde podemos encontrar unas espectacular bóvedas catalanas. En la planta noble encontrábamos una galería, la sala de fumadores -de gran inspiración oriental-, el recibidor o el comedor. Era la zona donde la familia estaba de día. El comedor, hay que destacar, está repleto de mobiliario diseñado por el propio Gaudí y en él hay 32 pinturas del artista Francesc Torrescassana. Imprescindible quedarse unos minutos observando todos los ornamentos que tenemos delante.

Interior de la casa / Foto: @casavicens
Interior de la casa / Foto: @casavicens

La planta primera era la zona más íntima, aquella en la que solo estaba la familia Vicens. Encontramos dos habitaciones, un baño y sala de estar donde pasar las horas. En todas estas habitaciones encontramos ornamentos vegetales, entrevigados cerámicos en el techo, ventanas con vistas al jardín… Todo estaba ideado por Gaudí para que transmitiera paz.  En la segunda planta ahora encontramos la exposición permanente de Casa Vicens.

Detalle de las cúpulas / Foto: @casavicens
Detalle de las cúpulas / Foto: @casavicens

Por último vamos a la última planta, donde encontramos una de las grandes ideas de Gaudí: su primera cubierta transitable. Una zona de gran influencia islámica que invitaba al sosiego, a caminar, a disfrutar del cielo. Gran idea, ¿verdad? La casa es Patrimonio Mundial de la UNESCO. No nos extraña.

La terraza de la casa / Foto: @casavicens
La terraza de la casa / Foto: @casavicens