Esta es la polémica casa de Richard Gere en Galicia (que nunca compró) valorada en 10 millones
Richard Gere y Alejandra Silva parecen haber encontrado su refugio soñado en Galicia, reforzando su vínculo con la tierra natal de ella y su intención de establecerse en España. La noticia de que podrían haber adquirido la histórica Casa Cervigón ha desatado rumores en varios medios del corazón, aunque los propietarios han desmentido la operación. La polémica mansión, situada frente al mar en Santa Cristina, Oleiros, y valorada en torno a 10 millones de euros, fue construida en la década de 1938 y se distingue por su arquitectura modernista y su ubicación privilegiada junto a la playa de Bastiagueiro.
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La casa, conocida como Casa Cervigón, fue diseñada por el arquitecto Jordi Tell. La propiedad está incluida en el registro de la Fundación Docomomo, que destaca su valor arquitectónico. Con una estructura que combina elementos clásicos y modernos, la mansión ofrece amplios espacios interiores y exteriores, ideales para la vida familiar.
Uno de los mayores atractivos de la propiedad es su integración con el entorno natural. La casa está rodeada por un pinar centenario y ofrece vistas panorámicas al océano Atlántico. Además, cuenta con acceso directo a la playa de Santa Cristina, permitiendo a los residentes disfrutar de paseos por la arena y de la tranquilidad del mar en cualquier momento.
Como explican en la web de la fundación, en 1938, durante su breve estancia en La Coruña, Jordi Tell diseñó un chalé sobre la playa de Santa Cristina para los hijos de Emilio Cervigón. La vivienda destaca por la integración de los espacios interiores con el exterior, como la sala de estar que se abre hacia la terraza y el jardín, y el gimnasio que se orienta hacia la piscina y la pista de tenis. La distribución interior se organiza en torno a un núcleo de servicio separado y conecta comedor, sala de estar y bar en un espacio único y flexible, divisible mediante puertas correderas.
Un estilo de vida gallego
Alejandra Silva, nacida en A Coruña, ha mantenido siempre un fuerte vínculo con su tierra natal. La cercanía de la mansión a la finca familiar en Bastiagueiro no hizo más que despertar los rumores de que la pareja la ha adquirido.
Situada en un enclave privilegiado frente al Atlántico, la propiedad permite disfrutar de la serenidad. Los extensos jardines, el pinar centenario y el acceso directo a la playa de Santa Cristina convierten cada día en una experiencia única, donde la brisa marina y el sonido de las olas se mezclan con la privacidad que buscan.
Más allá de su valor arquitectónico y su historia, la casa se integra de manera armoniosa con el entorno natural, ofreciendo un refugio perfecto tanto para la vida cotidiana como para momentos de ocio y relajación.
