Hablamos con el paisajista Miguel Urquijo, autor de los jardines contemporáneos más buscados
Uquijo Kastner es el nombre de la empresa de arquitectura de jardines que creó el propio Miguel Urquijo con su mujer, Renate Kastner , hace más de dos décadas. Y es también una historia de amor. Sus diseños están entre los más solicitados de España por sus mezclas armónicas de especies, con las que consiguen una naturalidad muy lograda en todas sus creaciones. Pocos colores y plantas muy bien elegidas.
«¿La mayor dificultad a la hora de crear un diseño de jardín, cuál es? Pues es interpretar bien el lugar, sabiendo que aunque hay muchas soluciones correctas para un espacio, solo una fracción de ellas podría elevar el jardín por encima de lo meramente correcto. Saber cuál requiere de mucha atención y por supuesto de tiempo, que no siempre sobra», responde Miguel Urquijo a COOL en una entrevista.
Desde 2001
Urquijo-Kastner es un estudio de paisajismo y diseño de jardines madrileño fundado por este matrimonio, Renate Kastner y Miguel Urquijo, en el año 2001. Renate es licenciada en Paisajismo por la Universidad de Múnich y Miguel es licenciado en Biología por la Universidad de Buckingham, en Inglaterra.
Miguel, antes de conocer a Renate, ya había realizado distintos jardines por su cuenta, el primero de ellos en 1993. Pero juntos han desarrollado todo su trabajo en España, especialmente en espacios y jardines privados cercanos a Madrid.
Su involucración personal en los proyectos se traduce en una detallista y cuidada forma de trabajar, donde cada parte del proceso se trata de un modo casi artesanal.
‘Despeinados’
Pregunta: ¿Qué tendencia existe actualmente: ¿El jardín descuidado, salvaje, despeinado que en realidad no lo es?
Respuesta: Lo deseable sería que no hubiera una tendencia única, manteniéndose abiertas otras lineas o visiones que sin duda enriquecerían la profesión. Pero no cabe duda que en las últimas décadas se ha trabajado mucho en un estilo que de forma genérica se ha venido a llamar ‘Naturalismo’. Resumiéndolo mucho, sería un jardín que pretende ser un NO jardín. Un jardín que intenta replicar y mejorar patrones, modos y formas observadas en los ecosistemas o paisajes naturales. Detrás de esto, seguramente, hay una intención (no sé si consciente o inconsciente), de resarcir a la naturaleza del daño infligido, pero también la de provocar sensaciones lo más parecidas a las que pudiéramos sentir en un espacio natural real, que siempre serán positivas.
P: ¿Se sienten arquitectos de jardines? ¿O el paisajismo va más allá? ¿Es una improvisación, algo que nace de una emoción, más que un diseño creado en un plano?
R: Simplemente aportamos algo de orden e intentamos dotar de emoción a aquellos espacios a los que se nos da acceso. Nosotros ponemos en marcha un proceso guiado pero realmente es la propiedad la que con sus cuidados, mucha paciencia y el potencial intrínseco de las plantas, acaba consiguiendo que afloren esas emociones. Puedo asegurar que si no hay una propiedad comprometida en su cuidado, un buen diseño podría desdibujarse fácilmente.
«El jardín es un espacio de Naturaleza, naturaleza contenida y controlada, pero Naturaleza. Un espacio donde dar salida a nuestro impulso de crear y, por qué no admitirlo, también de controlar. Esa capacidad de ejercer cierto control sobre la naturaleza nos define como humanos».
P: ¿El jardín perfecto es…?
R: Aquel que no está terminado, aquel que te mantiene intrigado y dandole vueltas para ver como se puede enriquecer. El jardín que siempre te deja con ganas de más y que ilusiona con promesas y quizá hasta sorpresas futuras.
P: ¿El espacio y el enclave determinan absolutamente el proyecto? ¿O es el cliente?
R. Por supuesto el espacio y su entorno deben de ser leídos con atención y no hacerlo sería un error grave; pero desde luego el cliente debe expresar sus necesidades y gustos de manera clara y casi diría que exhaustiva. De ahí luego podemos tirar del hilo y, como en un cajón de sastre, habrá algunas cosas que no salgan y otras que sean perfectamente válidas para el proyecto.
Miguel Urquijo y Renanta Kastner aman su trabajo. Sus diseños son sueños verdes que miman y cuidan para que perduren.
P: Después de 30 años de carrera, ¿qué es lo que recomienda no hacer nunca?.
R: No recomendaría venir con ideas preconcebidas. Las ideas exitosas sacadas de su contexto original no garantizan futuros aciertos. Forzar especies o buscar atajos temporales tampoco es sensato. En jardinería, y más si se trata de una zona continental Mediterránea, cómo es el centro de la península, los tiempos hay que respetarlos.
P: Tips de paisajista para un buen proyecto sin paisajista…
R: Mirar jardines alrededor para ver qué plantas son las más favorecidas. Construir con materiales naturales, nobles, vernáculos. El jardín debe de algún modo representar el lugar en el que se asienta y para ello es importante que sus elementos constructivos, sean vegetales o minerales, estén presentes en ese entorno próximo.
P. Su especie botánica favorita es…
R. Sin duda alguna el Madroño, y además muy por encima de cualquier otra especie. No me pidas que te desarrolle la respuesta porque acabaría haciendo un libro loando a este pequeño árbol.
P: ¿El truco es el mantenimiento: riego, poda, flores, abonos, sol…?
R: El truco es el interés y todo lo demás viene por añadidura. Todo es importante, pero sobre todo hace falta tener aprecio por el jardín y ganas de disfrutarlo, pero de forma activa. Que desalentador es cuando escuchamos la frase: “Y que no tenga mucho Mantenimiento”… ¡Pero si cuanto más le dediques más te aportará! Yo creo que ya estamos en un momento donde deberíamos de dejar de llamarlo mantenimiento y pasar a calificarlo de entretenimiento. Y además, no se me ocurre mejor entretenimiento o afición que esta, que cuando llega solo puede ir a más.
P: Lo más importante y el primer paso a la hora de planear un diseño de jardín, ¿qué es?
R: Saber qué estilo se busca o qué se quiere expresar, y una vez determinado, todo debe subordinarse a esta idea clave, de tal manera que todo lo que perjudique o distraiga de ella debe eliminarse y todo lo que ahonde en la expresión de esa idea debe ser utilizado.