Como bien sabéis, en COOL nos encanta descubrir para todos vosotros casas dotadas de un diseño arquitectónico único. Viviendas que se alzan en localizaciones especiales o cuyas formas y espacios se salen de la norma impactando a quien las admira. Casa Nautilus es buen ejemplo de ello. Una vivienda premium ideada por el renombrado arquitecto mexicano Javier Senosiain que se levanta impaciente en Naucalpan, al noroeste de la Ciudad de México. Inspirada en el mar y la sinuosidad de sus olas y, sin casi divisiones internas, te invitamos a conocerla con nosotros…
La fisonomía de esta casa mexicana está marcada por las formas curvas y las espirales más sofisticadas emulando la figura de un caracol marino. Una idea en la que el terreno es uno de los ‘principales culpables’ también de su peculiares formas.
El propio arquitecto lo tiene claro, el lugar en el que se decidió construir juega un papel capital, y así lo aseguró a la publicación internacional Amazing Architecture: «Al final del cambio de sentido está el terreno, con topografía ascendente, donde se construyó el Nautilus. Está limitado por tres de sus propiedades contiguas porque cada una de ellas tiene edificios altos. La cuarta propiedad contigua está al oeste y tiene amplias vistas a una zona verde con montañas en el horizonte».
Un diseño de vivienda de formas casi de fantasía en el que está todo pensado al milímetro para que la experiencia de habitarla sea impecable. Una casa que está dentro del movimiento conocido como arquitectura orgánica, donde se puede ver una mezcla entre la arquitectura contemporánea y la moderna y en la que una vez más podemos ver también la importancia de la luz, una tendencia al alza considerada ya, un elemento arquitectónico más.
Corazón botánico en el interior
Con la naturaleza, sus formas y sus colores como fuente de inspiración, esta casa rompe los moldes establecidos y consigue atrapar. Su interior es excéntrico, espacioso y sorprendentemente acogedor. Al entrar por el exterior se sube por una escalera y al entrar a Casa Nautilus a través de una gran vidriera se genera una experiencia espacial al vivir la secuencia de la distancia recorrida, donde ni las paredes ni el suelo ni el techo son paralelos.
Un espacio fluido en tres dimensiones que se percibe en la dinámica continua de la cuarta dimensión al caminar en espiral por la escalera, con la sensación de flotar sobre la vegetación. Destacan dos elementos: el salón que emerge del jardín interior y la mesa del comedor que sale de la pared. Un espacio continuo, amplio, integral, liberador de formas y con luces cambiantes que siguen el ritmo natural de los movimientos del hombre.
Arcoíris de vidrio y la luz como protagonistas
Otro de los llamativos elementos de esta casa son esos pequeños vidrios coloreados que se ven tanto desde el exterior como en el interior y que aportan un sinfín de matices cuando la luz del sol se refleja en ellos. Como si de una cueva de ultralujo se tratara, los habitantes de esta vivienda pueden tener en su interior la sensación de estar al aire libre y, otra vez, sumergidos en las profundidades del pacífico.
Como cuentan sus propios constructores, en este atípico proyecto, los clientes se interesaron durante las obras. «Cuando observé el modelo me sorprendió encontrar que este acabado era el ideal para la fachada».
El baño, un sueño bajo el mar
A ninguna de las estancias de la casa les falta detalle. Pero si hay alguna que destacar esa es el baño. Entrar en esta dependencia supone un viaje al fondo del mar. Azulejos irregulares en tonos celestes decoran las sofisticadas formas que componen su diseño.
De una especie de nicho en la pared sale un chorro de agua a modo de manantial que brota de la roca. Altas ventanas redondas se ocupan de dar calidez a un lugar dotado de una magia única. Un baño diseñado para el sosiego y el descanso más absoluto.
Otros espacios
Sobre Javier Senosiain
Javier Senosiain es el reputado arquitecto mexicano, autor de esta casa de ensueño y además, uno de los máximos exponentes de la denominada Arquitectura Orgánica. Este estilo promueve la armonía entre el ser humano y el mundo natural. Senosiain suele emular con sus creaciones espacios semejantes al seno materno, a plantas, a animales o hasta las mismas guaridas de los animales, proporcionando así un espacio adaptado al hombre que cumple con sus necesidades físicas y psicológicas.
