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Raphael: de su nuevo disco a la historia de la mansión que compró a Nixon por 2 millones

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Raphael. (Foto: Universal Music)
Rocío Álvarez
  • Rocío Álvarez
  • Periodista multimedia especializada en belleza, viajes y estilo de vida. Durante mis años de vida, la lectura se ha convertido en una compañera fiel y gracias a ella descubrí mi vocación: crear y transmitir a través de las palabras. Con esta convicción me matriculé para cursar Periodismo en la Carlos III y después de años formándome encuentro mi sitio en el mundo: COOL. ¿Mi ley de vida? Nunca desistas, porque el día que lo hagas siempre pensarás en lo que podría haber sido.
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Raphael vuelve a sorprender con Ayer…aún, su nuevo disco y un homenaje a la canción francesa que tanto ha admirado. En este álbum, el cantante rinde tributo a grandes intérpretes como Gilbert Bécaud, Charles Aznavour, Jacques Brel y Edith Piaf, cumpliendo así un sueño que llevaba años deseando. Con esta nueva entrega, suma ya 86 discos en su impresionante trayectoria, parte de la cual transcurrió en su icónica casa de Miami, adquirida a Richard Nixon y donde vivió durante seis años. Esta mansión no es sólo un símbolo de éxito y lujo, sino también testigo de una vida marcada por la grandeza y el glamour. Recordamos esta impresionante casa que el cantante vendió en 2002.

La casa que Nixon vendió a Raphael

Raphael compró la casa de Richard Nixon, ubicada en Los Ángeles en 1984. Esta mansión, conocida como La Casa de la Colina, fue propiedad del presidente estadounidense hasta que, tras su salida de la Casa Blanca, la vendió.

La compra de la casa por parte de Raphael fue un evento notable, dado el contraste entre el político estadounidense y el cantante español. La mansión estaba en una de las zonas más exclusivas de Los Ángeles, y Raphael, conocido por su gusto por el lujo, vio en ella una oportunidad de establecer su residencia en un lugar que reflejara su éxito y estatus.

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Raphael. (Foto: Universal Music)

La transacción fue significativa por el carácter histórico de la propiedad y la fama de los dos personajes involucrados. Nixon, quien había sido el presidente de EE.UU., dejó la mansión después de su dimisión por el escándalo de Watergate, y Raphael, por su parte, la convirtió en su refugio, debido a la fama que había alcanzado en Hollywood.

Esta residencia, situada en una colina de la exclusiva zona de San Clemente, ofrece vistas panorámicas a Los Ángeles y a sus alrededores, con una arquitectura diseñada para destacar en el paisaje californiano.

El exterior de la casa cuenta con una fachada neoclásica, con columnas de mármol que adornan la entrada principal, dando un aire solemne y majestuoso. Los jardines, de gran tamaño, rodean la mansión, con caminos de piedra que conducen a áreas privadas y relajantes. La piscina exterior es uno de los puntos destacados de la propiedad, situada en un lugar estratégico para aprovechar al máximo las vistas.

Dentro, la casa está diseñada para el confort y el lujo. Tiene amplios salones de estilo clásico, con pilares de mármol y ventanales de cristal que dejan entrar la luz natural, creando una atmósfera cálida y acogedora. Los interiores están decorados con muebles de época, con alfombras persas y tapices de lujo, mientras que las paredes están adornadas con obras de arte que reflejan el gusto sofisticado de los dueños.

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(Foto: GettyImages)

La iluminación suave resalta la decoración, mientras que los materiales nobles como el roble y el mármol le dan una sensación de riqueza y elegancia.

Uno de los puntos fuertes de la mansión es su gran salón de entretenimiento, que incluye una zona de cine privada, una bodega de vinos y un bar, lo que la convierte en el lugar perfecto para eventos y reuniones exclusivas. Además, la casa cuenta con varias suites de lujo, cada una equipada con baños grandes y modernos, con jacuzzi y accesos privados a las terrazas o jardines.

Fue adquirida en 1985 por el cantante por una cantidad cercana a los 2 millones de dólares (1,9 millones de euros) y se deshizo de ella en 2002. De esos 17 años sólo estuvo viviendo allí seis años.