La mansión de Jim Carrey por 18 millones: tiene sala de cine, teatro… y jardín con cascada
Jim Carrey es uno de los iconos del cine y, desde La máscara, El show de Truman o Ace Ventura, su presencia nos ha acompañado y entretenido a lo largo de décadas. Estos títulos le han hecho ser uno de los mejores actores de comedia del mundo, pero a pesar de tener una gran exposición ante los focos, es una persona reservada y celosa de su privacidad, a la que le encanta pasar tiempo en un segundo plano. Su mansión era esa burbuja en la que se resguardaba y ahora puede ser tuya.
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Nacido en Ontario (Canadá), James Eugene Carrey fue el menor de los cuatro hijos de un saxofonista de jazz y la vida le llevó a pisar los escenarios a una joven edad, comenzando a labrarse su carrera como comediante. Sus actuaciones llamaban la atención de los cazatalentos, lo que propició contratos para el cine, con pequeños papeles en Peggy Sue se casó, de Coppola, o El cadillac rosa y La lista negra, de Clint Eastwood.
Gracias a la serie In Living Color se convirtió en rostro popular de la pequeña pantalla, lo que le brindó la oportunidad de presentar su propio programa, Jim Carrey’s Unnatural Act, un hito de la televisión americana. Un nombre que fue creciendo y que, en la actualidad, es leyenda.
Los 90 y los 2000 fueron sus décadas de oro, por lo que hizo varias inversiones. Una de ellas, la más grande, fue una mansión en Brentwood, una pequeña localización de California apartada del jaleo de Hollywood. Esto era precisamente lo que el actor buscaba, puesto que ideó este como su propia burbuja de paz, en la que sumergirse consigo mismo. La adquirió en 1994, por casi cuatro millones de euros.
Esta se localiza en un terreno de 8.000 metros cuadrados, con una construcción protagonista de 1.180 metros cuadrados. Podemos ver que se rodea con amplias zonas verdes, además de una piscina, una pista de tenis y un área arbolada. El exterior es bastante clásico, lo cual ejerce un contraste sobre lo que encontramos en su interior nada más cruzar sus puertas.
Los suelos de madera clara se acompañan del blanco, creando un ambiente contemporáneo. La luz es la principal protagonista y lo vemos en espacios como el salón de estar. Su amplitud y luminosidad se acompañan de grandes ventanales y argollas en el techo, combinado con una decoración que juega entre lo clásico y lo moderno, con obras de arte y mobiliario de diseño. Un espacio cubierto por la esencia del actor, ya que de pequeño, Jim Carrey quería ser pintor y uno de sus artistas favoritos de todos los tiempos ha sido Salvador Dalí.
Otro punto importante es la cocina. Es la estancia que más llama la atención de las mansiones y en la lista de prioridades de muchos, se coloca en el número uno. Nos recuerda a las clásicas cocinas con poca complicación, con muebles blancos y encimeras de piedra negra para contrastar. Destaca porque, entre sus muchos beneficios, cuenta con una barbacoa en el interior.
El dormitorio principal es, simplemente, luminoso. Tiene un gran ventanal de dos puertas que hace que la luz de California bañe el espacio a diario, además de contar con una zona de estar y varias obras de arte repartidas por la estancia. Le acompaña un baño en suite, con un toque clásico en madera oscura, que destaca por su amplia bañera y la sauna que encontramos en su interior.
En la mansión de un actor de la talla de Jim Carrey no puede faltar una sala de cine. Es uno de los lugares más especiales, puesto que lo diseñó a medida y es un espacio para 16 personas. Además, tiene detalles como un retrato que nos recuerda a su personaje de Una serie de catastróficas desdichas e incluso el disfraz que usó en la película El Grinch.
También hay otras salas que destacan y que son poco vistas en este tipo de construcciones. Jim Carrey, gran apasionado de su trabajo, creó incluso un teatro art déco personalizado. Una estancia muy llamativa, inspirada en las salas clásicas, que cuenta con sofás cubiertos de mohair, columnas de madera burl y un lujoso baño de mármol. Esta mansión se vende por 18 millones de euros y es un trozo de historia del cine. Imagina vivir en el lugar en el que el actor ha celebrado sus grandes hitos en la gran pantalla y las anécdotas que se quedan mudas en sus paredes.