Arquitectura

Las interioristas de ‘Espejo & Goyanes’ nos descubren los secretos de la perfecta casa contemporánea

Más de 30 proyectos simultáneos: pisos, restaurantes, casas de campo… Son las interioristas de moda y en estos momentos incluso «hay clientes que tenemos que rechazar», nos cuentan en un entrevista para COOLthelifestyle Marta Goyanes y Cristina Espejo. Fundaron su estudio de interiorismo Espejo & Goyanes hace 11 años en Madrid, tras conocerse en la Universidad Politécnica donde ambas estudiaron. Socias y amigas, estas dos jóvenes emprendedoras y madres de familia trabajan sin tregua a diario entre escombros, linos, sedas y antigüedades. «Estamos siempre on, las 24 horas», precisa Cristina, entre bromas.

Marta Goyanes (i) y Cristina Espejo (d) /Foto: @capdemar

Pura vocación, muchas horas de vuelo y un equipo de 5 personas en plantilla. Marta y Cristina trabajan al alimón. Tanto monta, monta tanto, porque las dos se implican en todos los proyectos por igual, aunque Cristina reconoce que «ella es un pelín más el perfil creativo y Marta el burocrático». «Lo más difícil es saber y descubrir las necesidades de cada cliente. De hecho, antes usábamos un cuestionario para conocer su estilo de vida antes de empezar cada trabajo», confiesa Cristina.

Son unas privilegiadas, y lo saben. Viven haciendo lo que más les gusta y disfrutan creando casas, de principio a fin, para los demás. «En mi familia hay mucho artista y mi padre es militar», dice Marta. Soñaban cuando eran estudiantes con el sueño que hoy es una realidad consolidada: su estudio. «Hay una parte muy técnica que se disfruta mucho, las distribuciones, hacemos hasta 10 versiones de un mismo plano«, explica. «El tiempo y el coste varía muchísimo de un proyecto a otro», cuenta Marta, «pero a la larga compensa, porque una obra son muchos problemas y nosotros damos soluciones a todos».

Cristina ama su trabajo y reconoce que no podría haber hecho otra cosa en la vida: «Desde pequeña lo sé, creo que es lo único en lo que soy buena». En Boston hizo un máster sobre cómo gestionar estudios de interiorismo, y hasta hoy. «Me apasiona lo que hago y me llevo genial con mi socia», confiesa sonriente. No se puede pedir más.

11 años juntas. «El camino no es fácil pero es apasionante», dice Cristina. «Hay una labor de psicología con cada cliente que entra por la puerta. Y hay que analizar cada casa, porque las casas hablan. Y lo más importante es tener mucho respeto por lo que el cliente piensa». Su truco para ser el estudio de referencia es el ‘boca a boca’, reconoce. «Hay un balance entre lo que el cliente quiere y lo que se le debe dar. Es un win-win», cuenta Cristina. Ese es el reto: «Que la casa sea funcional y que la foto final sea bonita», revela. Y un apunte, «es más fácil trabajar para desconocidos, que para los amigos», añade.

Casas atemporales

El interiorismo es una profesión muy demandada. Hoy en día hay muchos estudios en Madrid. «Nosotros somos ella y yo, (se refiere a su socia), y ambas estamos muy presentes en todos los proyectos, lo que nos diferencia del resto», opina Marta. «Hacemos casas atemporales, no somos muy de tendencias. El truco es elegir bien los materiales: maderas buenas, piedra, lino… que envejezcan bien». El secreto de su éxito es adaptarse a cada cliente y ‘hacerle un traje a medida’. «Nos encantan los anticuarios y lo artesanal, lo hecho a mano».

Son geniales haciendo cerramientos originales para las cocinas comunicadas con salones, dicen que los sofás tienen que ser muy cómodos tras la pandemia, que las teles -a ser posible- no estén muy a la vista y  decoran los dormitorios con tonos zen, «porque son el lugar de descanso», añade Marta. En definitiva, «las casas ahora son para que el invitado seas tú: usa tu vajilla buena, usa tu comedor… Aprovechar al máximo cada rincón de la casa, esa es la tendencia«, concluye Marta. Sin seguir al dedillo las últimas tendencias, la moda actual «es montar casas más relajadas, más reales». «Para que una casa sea portada de revista el secreto está en los materiales y en la luz, una buena luz, que eso no se compra», descubre Cristina.

Foto: Marta y Cristina, de ‘Espejo & Goyanes’

Marta y Cristina, Cristina y Marta. Trabajo y buen gusto al servicio del cliente y un resultado que emociona.