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Fran Silvestre revoluciona la arquitectura con una villa de 5 millones, diseñada con neurociencia

(Foto: Fran Silvestre Arquitectos)

La salud mental es una de las principales preocupaciones de la sociedad contemporánea. Hasta el punto que su importancia se ha visto reflejada en aspectos tan estructurales del día a día como la forma en la que configuramos nuestros hogares. Un área de la arquitectura que hoy denominamos como neuroarquitectura. Bajo estas premisas, se ha diseñado una de las villas de lujo más prestigiosas de Sotogrande creada por el arquitecto Fran Silvestre, Villa 95, el escenario del primer estudio sobre neuroarquitectura aplicado a una vivienda de alta gama. Lujo, investigación y entorno al servicio de más de cerca cómo ha usado las herramientas derivadas de la neurociencia en esta vivienda.

La forma en la que percibimos nuestro hogar juega un rol vital en nuestra salud mental. Si hace cinco años la pandemia puso a la orden del día la importancia de hacer de nuestra casa un lugar agradable, la evolución de la sociedad con aspectos como el teletrabajo han derivado en un doble papel del hogar, adquiriendo ese carácter funcional.

Pero siempre teniendo en cuenta el leitmotiv principal de un hogar: servir de refugio, de calma, para quienes habitan en su interior. 

(Foto: Fran Silvestre)

Este mantra es el que encontramos en el ADN del proyecto Villa 95, una exclusiva vivienda de lujo que forma parte de uno de los últimos proyectos del arquitecto Fran Silvestre y que posee un precio de 5 millones de euros. Un proyecto tan singular como revolucionario, puesto que se trata de la primera vivienda de lujo en la que se implementa un estudio sobre neuroarquitectura para trasladar a su interior el máximo confort y bienestar a las personas que habitarán en ella.

«Exploramos cómo el diseño puede impactar directamente en la experiencia emocional y el bienestar»

Villa 95 es una vivienda de lujo ubicada en una parcela de 2.317 metros cuadrados en el prestigioso enclave de Altos de Valderrama. Su interior de 1.200 metros cuadrados representa la perfecta unión entre diseño, sostenibilidad e innovación.

(Foto: Fran Silvestre Arquitectos_Dus Desarrollos inmobiliarios)

Se trata de la tercera vivienda de lujo del proyecto de villas de lujo de la zona de Sotogrande, y una de las más especiales. De hecho, destaca sobre el resto por su icónico diseño en forma de Z, que posee un carácter escultórico a vista de pájaro. Este diseño precisamente responde a la morfología del terreno, donde queda desdibujada la línea entre los espacios interiores y exteriores. Entre sus comodidades, la vivienda posee 6 habitaciones, piscina exterior, spa, gimnasio privado… incluso un garaje con espacio para 5 coches.

(Foto: Fran Silvestre Arquitectos_Dus Desarrollos inmobiliarios)

La firma tras este proyecto es la del arquitecto Fran Silvestre, quien ha trabajado junto al Laboratorio de Neuroarquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Un proyecto que asienta las bases de un diseño que tiene como objetivo crear espacios que mejoran la experiencia emocional de sus habitantes.

(Foto: Fran Silvestre Arquitectos_Dus Desarrollos inmobiliarios)

«El color blanco es un elemento recurrente por su capacidad para potenciar la luminosidad y generar una sensación de amplitud»

En este espacio, la neuroarquitectura se ha ganado un puesto preferencial en los proyectos contemporáneos. Este campo de la arquitectura estudia y define las características, las necesidades y pauta unas guías sobre la construcción de espacios de forma que estos velen por el cuidado y el bienestar de las personas que la habitan. Involucrando ámbitos que encontramos en cada pequeño detalle de una vivienda. Así, están sujetos a este proceso elementos como la iluminación, la luz natural, el flujo y dinamismo entre las estancias.

«La piedra natural, el hormigón, la madera y el vidrio son otros materiales clave, utilizados de manera precisa para reforzar la pureza de las formas y la atemporalidad de los espacios. Además, prestamos especial atención a la sostenibilidad, apostando por soluciones constructivas eficientes y materiales que garanticen durabilidad y confort térmico», explica Fran Silvestre.

O aspectos más estéticos, como la forma del mobiliario y el modo en el que el color influye en las emociones de quienes habitan las estancias. En este proyecto, «el color blanco es un elemento recurrente, no sólo por su vinculación con la tradición mediterránea, sino también por su capacidad para potenciar la luminosidad y generar una sensación de amplitud».

(Foto: Fran Silvestre Arquitectos_Dus Desarrollos inmobiliarios)

La integración entre el entorno y la vivienda es un aspecto esencial en este proyecto. Para ello, «se recurre a estrategias como la continuidad espacial, el respeto por la topografía y la selección cuidadosa de materiales que dialoguen con el contexto. Además, se favorece la ventilación cruzada y la conexión visual con el entorno a través de grandes aperturas, creando una transición fluida entre el interior y el exterior. La vegetación también juega un papel clave, trazando recorridos que evocan la topografía original del lugar» subraya el arquitecto.

«Hemos aplicado metodologías innovadoras y herramientas derivadas de la neurociencia para evaluar su impacto»

«La colaboración con la UPV surge de una relación de largo recorrido con la institución, ya que llevo más de 20 años como profesor en la universidad. El laboratorio de neuroarquitectura estaba interesado en comunicar los resultados de sus investigaciones y, entre otros motivos, al descubrir en el informe de Welov que nuestro estudio es el que tiene mayor repercusión en redes sociales a nivel mundial, vieron una oportunidad para trabajar conjuntamente. Esta sinergia nos permite explorar cómo la neuroarquitectura influye en la percepción y el bienestar de quienes habitan los espacios, aplicando metodologías innovadoras y herramientas derivadas de la neurociencia para evaluar su impacto en tiempo real», explica Fran Silvestre.

El estudio emplea la última tecnología en métricas para esclarecer datos reales sobre la respuesta del ser humano en el espacio arquitectónico mediante técnicas de carácter psicológico (con el uso de grupos focales, cuestionarios y la metodología Kansei) y neurofisiológico (mediante el uso de eye-tracking, ECG, EEG y EDA).