La finca de Miguel Ángel Silvestre en Castellón: «Las capitales tienen un ritmo que la naturaleza desmonta»
Miguel Ángel Silvestre vuelve a estar en el centro de todas las miradas. Tras anunciar su ruptura con Rebeca Toribio el pasado mes de junio, el actor castellonense ha retomado su vida personal con discreción, pero no del todo. Según han desvelado las periodistas Laura Fa y Lorena Vázquez en el podcast Mamarazzis, Miguel Ángel Silvestre estaría comenzando una nueva etapa sentimental junto a una artista muy conocida: Nerea Rodríguez, exconcursante de Operación Triunfo 2017 y futura participante de Bailando con las estrellas. Pese a los 17 años de diferencia que les separan (él 43 y ella 26), los rumores apuntan a que entre ellos habría nacido algo especial tras coincidir en el exclusivo Soho Farmhouse de Ibiza, donde, según las reporteras, se les vio «flirteando fuertemente». Mientras los medios se hacen eco de esta posible nueva relación, hay otro rincón que ha captado nuestras miradas: la finca donde Miguel Ángel Silvestre desconecta de los focos y se reencuentra con sus raíces.
«Las capitales tienen un ritmo que la naturaleza desmonta», comparte Miguel Ángel Silvestre
El refugio sin pretensiones de Miguel Ángel Silvestre en pleno bosque
Aunque el actor reside habitualmente en Madrid, donde tiene su residencia principal por motivos profesionales, Miguel Ángel conserva un lugar muy especial en su tierra natal, Castellón. Se trata de una finca sencilla, ubicada en mitad del bosque, alejada del lujo y la ostentación que suelen rodear a las estrellas del cine y la televisión.
Esta propiedad, que se mantiene alejada del circuito mediático, representa para el actor un espacio de calma, intimidad y conexión con la naturaleza. Lejos de mansiones con piscina infinita o interiores de diseño, su finca destaca precisamente por lo contrario: es un lugar modesto, de estilo rústico, con materiales nobles y rodeado de árboles, senderos y silencio.
Más naturaleza que lujo
El actor ha compartido en varias ocasiones, a través de sus redes sociales, pequeños fragmentos de este entorno: amaneceres desde el porche, desayunos al aire libre y momentos de reflexión rodeado de vegetación. Su amor por la naturaleza y por su tierra se refleja en cada detalle del lugar. La casa principal, de construcción tradicional, combina piedra y madera, con interiores acogedores y funcionales. No hay grandes alardes decorativos ni mobiliario de alta gama: lo importante aquí no es el diseño, sino la sensación de hogar.
En esta finca, el actor cultiva parte de sus propios alimentos, cuida el jardín y pasea por los alrededores como un vecino más. A menudo visita Castellón para pasar tiempo con su familia, especialmente con su madre, a quien está muy unido. El actor ha confesado en más de una entrevista que este lugar es su «zona segura», el sitio donde puede dejar atrás el ritmo frenético del rodaje y recuperar el equilibrio.
Un contraste con su vida profesional
Este estilo de vida rural contrasta notablemente con el glamour asociado a su carrera. Miguel Ángel Silvestre ha trabajado en producciones internacionales como Sense8, de los hermanos Wachowski, lo que le ha permitido viajar por todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su éxito profesional, nunca ha perdido el vínculo con sus orígenes ni con la sencillez que lo caracteriza.