La fachada de estos edificios desafían los sentidos
Hay arquitectos que parecen jugar con nuestros sentidos, por ejemplo con estructuras que combinan formas irregulares con marcadas curvas que simulan el movimiento. Hablamos del deconstructivismo, cuyo máximo representante es Frank Gehry. Obra suya es el Mueso Guggenheim de Bilbao, cuyos elementos se mezclan con los naturales, como la luz solar o el viento. Pero no es el único que ha roto las reglas de lo visual e incluso de la gravedad. Hoy queremos recordar tres fachadas de los edificios más desafiantes cuyas fachadas juegan con las normas arquitectónicas, como son el Museo Real de Ontario, la Casa Danzante en Praga y el Hotel de Marqués de Riscal, que se encuentra en Álava.
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Museo Real de Ontario, Canadá
El museo, conocido como ROM, fue fundado en 1914 y es el quinto más grande de América del Norte con más de seis millones de piezas en su más de 40 galerías. A lo largo de la historia, ha sido ampliado en tres ocasiones. La más importante fue en 2005, llevado a cabo por el arquitecto Daniel Libeskind y financiado por Michael Lee-Chin Crystal.
La construcción cuenta con 36.050 metros cuadrados, de los que 9.200 pertenecen a la ampliación de Libeskind. El arquitecto creó una estructura de formas prismáticas entrelazadas orgánicamente, convirtiendo este importante lugar de Toronto en un ‘faro luminoso’.
Las cinco estructuras de cristal que se añadieron a la fachada están diseñadas como estructuras entrelazadas.
Hotel de Marqués de Riscal, Álava
Si esta estructura te recuerda, en cierto modo, al Mueso Guggenheim de Bilbao, debes saber que es normal, pues ambas obras pertenecen al mismo arquitecto: Frank Gehry.
Maestro del deconstructivismo, Frank Gehry aceptó el reto de proyectar un hotel sobre la bodega Marqués de Riscal. Para ello, apostó por su peculiar estilo arquitectónico en su fachada e interior, creando esculturas funcionales de acero y titanio.
El hotel nace sobre unos viñedos, evocando la caprichosa forma de las vides. Su estructura, como si fueran raíces, penetran ocho metros por debajo de la tierra, llegando al sótano donde se encuentran las nuevas instalaciones de la bodega. El edifico es una compsoción de prismas impresionante.
Casa Danzante, Praga
Fue construida a finales de la década de los años 90 y gracias a su asombrosa arquitectura, se ha hecho un hueco entre los edificios más visitados de la ciudad.
De estilo también deconstructivo, la fachada de la casa Danzante se compone de dos edificios entrelazados. Uno es una torre que se estrecha de mitad hacia abajo y, el otro, es de cristal. El arquitecto responsable, una vez más es Frank Gerhy quien, en un principio, lo baitizó como Fred & Ginger en honor a los protagonistas de grandes musicales de la Old Hollywood.
Dentro del edificio se encuentra una de las Galerías más importantes de la ciudad, varios restaurantes y un hotel con unas vistas espectaculares.