En COOL somos auténticos amantes el arte y hoy hemos tenido la dicha de inmiscuirnos en exclusiva en el taller del reconocido escultor navarro, David Rodríguez Caballero. Destacado en su profesión desde hace años, ahora su nombre resuena con más fuerza aún porque al final, la actualidad manda y él es el famoso escultor que ideó el trofeo que hizo brillar al aparentemente imparable Carlos Alcaraz. Una charla con un artista de la cabeza a los pies que nos abrió en exclusiva las puertas de su templo creativo en Madrid. Inspirador y dueño de una naturalidad y sencillez pasmosas, entrevistar a David Rodríguez Caballero es todo un privilegio. A nuestro protagonista, el despertar artístico le llegaría pronto y sin previo aviso. «Por parte de mi familia siempre me potenciaron un poco en el mundo de las artes plásticas, sobre todo, mi madre. Luego, se acabaría convirtiendo en mi refugio, y ahí es cuando tuve el gran flechazo con el arte como una forma de expresión». De deliciosa formación cultual e intelectual, charla con nosotros sobre sus inicios, su proyección internacional, sus inquietudes, inspiración y hasta incluso, aficiones y gustos musicales. Con proyectos próximos (muchos a gran escala) para distintos puntos del mundo que van desde París hasta Arabia Saudí o Estados Unidos, te invitamos a sumergirte con nosotros en el sofisticado, cosmopolita e inspirador mundo de este famoso talentoso artista español.
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Rodríguez Caballero ama lo que hace, y eso se nota. Cuando habla de su arte la mirada le brilla aún más, a pesar de que también sepa de las renuncias que conlleva dedicarse de lleno al mundo creativo. «El ser artista y el estilo de vida de un artista implica muchas cosas buenas pero también unas limitaciones y renuncias. Es una profesión muy absorbente, con muchos factores que no se pueden controlar». A pesar de ello, sonríe al mirar atrás satisfecho porque, como bien nos quiere dejar claro, no lo hubiera «concebido de otra manera».
«El arte se acabaría convirtiendo en mi refugio, y ahí es cuando tuve el gran flechazo con el arte como una forma de expresión»
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El trofeo con el que brilló Carlos Alcaraz
«Crear el trofeo con el que se hizo Alcaraz ha sido una experiencia muy bonita. Al final, fue trasladar al nivel del arte la idea del trofeo. No es simplemente un diseño, sino que es una obra de arte en sí. Fue todo muy emocionante»
Sin ser muy seguidor del tenis en un principio, bromea con nosotros en todo momento sobre el tema, afirmando que al final, tras el trofeo y el orgullo profesional y personal que le acabó suponiendo, el tenis es «su nueva pasión». Y aunque su afirmación es entre risas, lo cierto es que al final es un reflejo de la férrea implicación de este reconocido artista plástico. Para todas y cada una de las obras que realiza, le gusta documentarse e ir siempre más allá del mero diseño o creación. Buena prueba de ello es el trofeo en cuestión con el que se hizo Alcaraz en el Mutua Madrid Open, y al que llamó ‘Areté’, un nombre que proviene de la Grecia clásica y que significa, «el buen hacer». «Ha sido una experiencia muy bonita. Al final, fue trasladar al nivel del arte la idea del trofeo. No es simplemente un diseño, sino que es una obra de arte en sí. Fue todo muy emocionante». Una obra inspirada en el astro del tenis español y en todos sus valores: Rafa Nadal.
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El universo de sus obras en su taller madrileño…
Adentrarnos en su estudio situado a las afueras de Madrid supuso una auténtica aventura artística. Conocer las entrañas del arte siempre impacta. El taller de David Rodríguez Caballero rezuma creatividad por los cuatro costados. El templo sagrado lleno de luz en el que se deja llevar y consigue que las musas le inspiren. «Mi taller tiene una luz muy bonita. Por un lado tiene ese carácter industrial de work house, de nave industrial, y luego, la luz cenital es ideal para mí a la hora de trabajar». Un universo que agradece tener. Con tantos viajes, como él mismo nos cuenta, al final los artistas acaban llevando «el estudio dentro», y la pandemia ayudó un poco un poco en eso, ya que por lo menos nuestro entrevistado consiguió asentarse un poco más. «El estudio es al final algo que necesitas y de alguna manera esta pandemia me vino muy bien para poder potenciar mucho más mi espacio de creación y trabajo en Madrid».
El metal, su material predilecto
«El metal es algo muy sólido, muy contundente y rotundo pero también es muy dúctil. Tiene esa polaridad que hace que sea fácil de trabajar pero a la vez, muy duro. Tiene unas propiedades muy antagónicas», nos puntualiza el artista sobre su material predilecto a la hora de crear. La erosión, el juego de las luces y las sombras mediante el plegado, los toques de color y los distintos acabados, son algunas de las pautas que sigue cuando lo trabaja.
Alma cosmopolita y corazón español
Tonos plata, dorados intensos, oros más opacos, toques esmaltados en rojos vibrantes… El genio creativo sin límites de David Rodríguez Caballero está siempre en continua evolución. De sus múltiples exposiciones en Nueva York, sus obras a gran escala se alzan en importantes ciudades a lo largo y ancho del globo, a la frescura y cercanía del trabajo diario que desempeña en su madrileño estudio. Este navarro de alma cosmopolita es buena prueba de que la pasión y el trabajo duro mueven montañas. ¿Su talento? Admirable, al igual que su dedicación y entrega. ‘Dedícate a algo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida’, dice el dicho, y nuestro entrevistado, a pesar del tesón y muchas veces tediosa labor plástica, es sin lugar a dudas de esos afortunados.