Nos encanta seguir de cerca los proyectos y trayectoria profesional del estudio de arquitectura Veliz. Rebosantes de creatividad, muy originales, complejos y con aire futurista; así son sus resultados que nos llevan a soñar desde cada rincón. En otras ocasiones ya hablamos sobre viviendas ubicadas en una roca en medio del océano, en las inmensidades de un bosque…En esta, nos situamos en una playa privada con un gran trampolín para que puedas saltar al agua del mar. Sigue leyendo y conoce este maravilloso lugar del mundo. ¿Nos acompañas en la aventura para saltar desde el trampolín de esta casa?
- Una casa de aires selváticos a orillas del mar en Maldivas
- La casa con forma de oruga en la que conectar con la naturaleza
«Trabajamos en el diseño de una instalación arquitectónica que gira en torno a resaltar la escultura y generar un ambiente inclusivo donde la obra y la arquitectura son parte del todo. En un ambiente marítimo que nos sumerge en este estilo de vida de los surfistas con una escala para ser utilizada en correspondencia con el Metaverso», explica Jorge Veliz.
El diseño no concluye ahí. Una gran piscina se adentra en el mar dejando que el agua salada la inunde. Desde esa perspectiva, al mirar a los edificios vemos que su forma nos recuerda a la de los baros mirando hacia el mar.
Su ubicación, aunque no real, no olvidemos que estamos hablando de un diseño que no se ha construido, es en Miami, Florida. Un lugar cálido en el que ya nos imaginamos pasando los veranos (e inviernos). Un casa en una cala privada con sólo tres edificios y una enorme piscina con trampolín en la que disfrutar del mar con total seguridad.
Para Veliz, la idea es crear arquitectura dentro del paisaje y un paisaje dentro de la arquitectura. Por eso, sus diseños suelen ser una postal en la que sorprende la vivienda y su ubicación, una mezcla que llama la atención por su complejidad pero enamora por su delicadeza. Todo su equipo se ha centrado durante los últimos años en una arquitectura pensada a futuro y con una estrecha relación con la naturaleza. Y la verdad, no nos puede gustar más.
