La NFL ha llegado a España y dos de los equipos más conocidos de la liga de fútbol estadounidense se disputan un partido en el interior del Bernabéu. Son miles las personas que se han dado lugar en el estadio y que han viajado para ver un hito que se va a convertir en historia de nuestro país. Los Miami Dolphins y los Washington Commanders se enfrentan a la mirada de miles de personas. Aunque los dos sean conocidos, el primero tiene una fama propia en tierras estadounidenses y detrás hay una mente que ha conseguido amasar una fortuna de más de 17 billones. Hablamos de Stephenx Ross.
El magnate inmobiliario, también propietario del equipo de la NFL, los Miami Dolphins, tiene cierta fama en Estados Unidos. Fundó la empresa de desarrollo inmobiliario Related Companies en 1972, que se ha convertido en un líder mundial. Es también presidente del Gran Premio de Miami de Fórmula 1 y dueño del Hard Rock Stadium, que organiza tanto el GP como el Miami Open de tenis. Además, es cofundador de Relevent, empresa que negocia los derechos comerciales de fútbol a nivel mundial.
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Entre su cartera de propiedades, existen varias que siguen en su patrimonio y otras que han pasado de manos, a través de precios dignos de las mejores fortunas. Además de tener su residencia habitual, The Reef, una de sus propiedades más apreciadas, ubicada en Palm Beach, hay otra que se sitúa en la ciudad de Nueva York.
Su vida en la gran manzana ha sido usual y es que, en los comienzos, su empresa se dedicaba a construir hogares para familias de bajos y medios ingresos, hasta que empezó a crecer y a invertir en otras áreas, además de comenzar a sumergirse en el mundo del lujo inmobiliario. El penthouse de cinco habitaciones y aproximadamente 790 metros cuadrados se encuentra en la planta superior del Time Warner Center en Columbus Circle. Cuando el proyecto se terminó a principios de la década de 2000, a cargo de una sociedad que incluía a la inmobiliaria Related Companies, propiedad de Stephen Ross, la pareja adquirió la planta superior para su propia vivienda.
En esta época, el magnate seguía casado con la que era su pareja, Kara Gaffney, de la cual se separó hace un par de años, y los medios especulan que su divorcio podría costar más de 200 millones a favor de ella. En el momento de darle forma, contrataron a los diseñadores neoyorquinos Tony Ingrao y Randy Kemper, quienes han trabajado en exclusivos proyectos como el Baccarat Hotel & Residences en Midtown.
El resultado es un espacio con carácter moderno, con suelos de madera africana y una entrada con incrustaciones de piedra de diversos tipos. Cuenta con un amplio comedor con pisos de mármol, una sala de estar con paneles de madera y chimenea, una biblioteca con paredes tapizadas y otro espacio más familiar de 12,8 metros de largo con ventanales que van del suelo al techo.
En cuanto a las estancias de descanso, destaca la suite principal, que tiene dos baños de mármol y dos vestidores, uno orientado a Stephen Ross y otro, a su exmujer. A su vez, cuenta con otra habitación en la que se ha habilitado un gimnasio completo y, aunque quizás en Nueva York no se pueda jugar al golf, el magnate se ocupó de dedicar un espacio completo a construir un simulador, para poder seguir practicando.
Parte de la fortuna del empresario está dedicada al arte y en este espacio tenía expuestas varias de sus adquisiciones, incluyendo una escultura de colores en naranja Creamsicle y una escultura de Marc Sijan, que representa a un guardia de seguridad en la entrada. Algunas de estas obras se vendieron con este imponente ático.
Un espacio que, con la separación del magnate de la NFL, se puso en el mercado y la fortuna que lo haya adquirido, lo tuvo que hacer por cerca de 70 millones de euros.
