Así es la casa de Jordi Hurtado de 1,2 millones: 600 metros cuadrados, piscina y vistas a la montaña
Después de casi tres décadas sin saber lo que es un sábado libre (ni un domingo, claro), Jordi Hurtado ha decidido soltar el timón… pero sólo a medias. Esta mañana, durante la rueda de prensa de Saber y Ganar, el mítico presentador anunciaba lo impensable: dejará de conducir el programa los fines de semana. ¿La razón? Simple y contundente: «necesito bajar la intensidad». Y vaya si la ha bajado. A partir de septiembre, los sábados y domingos serán de Rodrigo Vázquez, quien toma el relevo los fines de semana. Y Jordi se dedicará a su familia… y, por fin, estará más en casa, la que a continuación os contamos cómo es.
- Así es la casa de Melody en Málaga: muros altos, máxima privacidad y piscina de lujo
- Las casas de Norman Foster y Elena Ochoa: desde la de St. Moritz al palacete de 16 millones de Madrid
Porque sí, Jordi Hurtado tiene casa. Aunque cueste creerlo, después de 28 años entrando en los hogares de media España, resulta que también tiene el suyo. Uno real, con paredes, techo y piscina. Ubicada en Molins de Rei, a pocos kilómetros de Barcelona, la vivienda que comparte con su mujer, Rosa Palau, y sus hijas, Mireia y Laia, se asienta sobre más de 600 metros cuadrados de parcela y cuenta con unos 472 metros construidos. Lo justo para que, si le apetece perderse por un rato, pueda hacerlo sin salir de casa.
Según fuentes cercanas al presentador, propiedad se divide en dos plantas, con amplios espacios que invitan a algo que hasta ahora parecía utópico para Jordi: descansar. Además, dispone de un porche con vistas a la sierra de Collserola, ideal para hacer lo que nunca pudo hacer en su tiempo libre (porque no lo tenía): tomarse un café sin guion, sin foco, sin concursantes. Sólo con silencio y tranquilidad.
Aunque no existen imágenes públicas de su vivienda, podemos hacernos una idea bastante clara del entorno gracias al vídeo promocional lanzado por el Ayuntamiento de Molins de Rei, donde se muestra el estilo de vida, la tranquilidad y el tipo de viviendas que definen esta apacible localidad.
Y por si le apetece estirar las piernas (o hacer una ruta existencial con sus ya famosas preguntas encadenadas), siempre puede darse un paseo por su jardín o darse un baño en la piscina. Porque sí, Jordi Hurtado tiene piscina. Aunque no sea una fuente de la eterna juventud (o sí), ahí está, esperando a ser redescubierta como el resto de su casa.
La decisión de mudarse a Molins de Rei la tomó hace dos décadas, con el propósito de criar a sus hijas lejos del ajetreo mediático. Pero ahora, por fin, le tocará a él disfrutar de ese entorno que escogió con tanto mimo.Aunque el precio exacto de la vivienda no se ha hecho público, una propiedad muy similar y cercana está en venta por 1,2 millones de euros. Una cifra que encaja con la leyenda: discreto, sobrio y con vistas, como el propio Jordi Hurtado.