La casa donde Ana de Armas y Tom Cruise se esconden del mundo: 7 millones en plena naturaleza
Ana de Armas y Tom Cruise fueron vistos cogidos de la mano paseando por las calles de Woodstock, Vermont, confirmando públicamente una relación que hasta ahora se había mantenido entre rumores y susurros. El paseo tuvo lugar el 29 de julio de 2025, tras un concierto de Oasis en Londres y un vuelo privado hasta ese remoto rincón del noreste de EE UU. Este gesto, sencillo pero revelador, ha hecho que muchos volteen a mirar el paisaje que rodea a la actriz: su hogar en Vermont, que emerge como un símbolo perfecto de su nueva etapa personal.
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La casa de Ana de Armas en Vermont… ¿La compartirá con Tom Cruise?
Cruise, de 63 años, y de Armas, de 37, hicieron de su escapada a Vermont algo más que un descanso: fue una declaración. Disfrutaron de helado, hicieron compras locales y recorrieron un parque nacional con total discreción, pero también con una complicidad visible. Fue ese momento, caminar de la mano por Woodstock, lo que marcó un antes y un después: un guiño a su estabilidad emocional, a un vínculo que ya no ocultan.
El hecho de que este momento ocurriera precisamente en el entorno de la vivienda de Ana en Vermont no es una casualidad: es el lugar donde eligió reinventarse.
La mansión de Vermont: el refugio de Ana
Ana de Armas compró esta impresionante casa rural en Vermont en torno a noviembre de 2022 (o principios de 2023), estableciendo allí su propia burbuja de tranquilidad lejos del bullicio de Hollywood y Nueva York. La propiedad, valorada en aproximadamente 7 millones de euros, se extiende sobre 30 acres (más de 120.000 m²), con prados abiertos, bosques y senderos naturales que ofrecen vistas a montañas que se alzan majestuosas al horizonte.
La casa, distribuida en dos plantas, cuenta con seis dormitorios y ocho cuartos de baño. Fue adquirida totalmente amueblada, lista para habitar sin mayores ajustes. El diseño interior combina lo más elegante del lujo discreto: un salón diáfano lleno de luz natural, vigas de madera auténtica, muebles sobrios pero sofisticados, y una chimenea cálida que se convierte en el corazón del refugio durante los fríos inviernos de Vermont.
Como ha dejado ver Ana de Armas en sus redes, el dormitorio principal refleja ese espíritu minimalista y cálido: colores suaves, muebles retro cuidadosamente seleccionados y un cuadro que, sin querer opacar el entorno, aporta un matiz íntimo. Un equilibrio perfecto entre serenidad y estilo.
El terreno exterior es parte esencial del encanto: amplias zonas verdes, senderos ideales para caminatas al amanecer o al atardecer y una piscina exterior que invita al descanso en verano, aunque el clima templado limita su uso a unos meses al año.
Además, la propiedad tiene un pequeño embarcadero en el Lago Champlain, un detalle que otorga otro nivel de conexión con la naturaleza, perfecto para tardes de meditación junto al agua o para disfrutar momentos íntimos bajo cielos despejados.
¿Y si Tom Cruise se muda también?
El nuevo contexto sentimental podría traer cambios: ¿se mudarán juntos? Aunque no hay confirmación oficial, la casa de Vermont cumple con todos los requisitos que Ana ha señalado en entrevistas: un espacio seguro, rodeado de naturaleza, donde sentirse fuera de la red y elegir cuidadosamente a las pocas personas a las que invitar.
De Cruise sabemos que también adora la discreción. Tras una trayectoria pública extremadamente mediática, no parece un perfil dado a grandes mansiones urbanas ni ostentaciones. Vermont se presenta como una opción ideal: privacidad, naturaleza y proximidad a Boston o Nueva York para compromisos profesionales, sin estar en el epicentro del ruido mediático.
