Aterrizar en un empleo nuevo no siempre es fácil. Hay nervios, gente desconocida, incertidumbre ante cómo nos vamos a adaptar a nuestras competencias o a la nueva plantilla… Este proceso puede resultar incluso más complicado para algunos colectivos que tienen dificultades a la hora de encontrar un empleo e incorporarse al mercado laboral, como personas que tienen una discapacidad, mujeres víctimas de violencia de género o personas en riesgo de exclusión social.

Precisamente para facilitar este proceso, la empresa Clece, filial de ACS, lleva a cabo diferentes iniciativas dirigidas a fomentar la inclusión laboral de estos colectivos que se encuentran con más complicaciones para acceder a un puesto de trabajo.

Entre ellas, destaca la Unidad de Apoyo, un proyecto pionero en el ámbito de la empresa privada que ayuda a la integración de los empleados –sobre todo, personas procedentes de colectivos desfavorecidos– a través de equipos multidisciplinares formados por psicólogos, trabajadores sociales, etc.  Este servicio comenzó a prestarse en Madrid hace seis años y solo en 2021 gestionó más de 650 intervenciones en la región. Hoy en día, Clece dispone de una Unidad de Apoyo también en las zonas de Andalucía, Cataluña y Valencia.

Alberto Valderas, de la Unidad de Apoyo de Clece en Madrid, relata orgulloso que trabaja en una compañía con “compromiso social”, una impronta que ha hecho que cada día se esfuercen “intensamente” en impulsar el acceso al mercado laboral de todas las personas que puedan estar en riesgo de exclusión y “poder atender sus necesidades, fomentando su autonomía”.

El empleo como salida a situaciones complicadas

En palabras de Mercedes Ortega, de la Unidad de Apoyo de Clece en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, estas unidades “dan apoyo y acompañamiento a colectivos vulnerables que comienzan a trabajar en Clece. Un momento que es complicado para todos, pero para estos colectivos lo es aún más”. En concreto, la compañía brinda su ayuda a personas “para las que la oportunidad laboral supone una salida a su complicada situación”.

Estas Unidades de Apoyo les asisten en su día a día y están pendientes de aspectos que van más allá del desempeño de sus labores dentro de la empresa, ya que tratan de ofrecer una atención individualizada y continua durante el tiempo que sea necesario, valorando las historias personales de cada uno de los empleados.

Atención y ayuda individualizada

Respecto a las funciones que abarca este servicio, Ione González, de la Unidad de Apoyo de Clece en Valencia y Murcia, señala: “No solo se trata de un apoyo en el trabajo para que se adapten a su puesto, sino que estas Unidades de Apoyo también les ayudan en otros temas que puedan surgir en su día a día”.

Y es que su ámbito de actuación comprende multitud de aspectos sobre los que proporcionar ayuda. Tal como señala Ortega: “La Unidad de Apoyo se interesa por su estado de salud, si tienen red social, relaciones familiares, si tienen algún tipo de problema jurídico o necesitan arreglar papeles en el caso de extranjeros, así como mediar entre posibles conflictos entre compañeros para lograr un buen clima laboral y limitando la existencia de situaciones discriminatorias”.

Actualmente, Clece cuenta con más de 10.000 trabajadores procedentes de colectivos vulnerables y colabora con más de 350 entidades sociales con el fin de facilitarles el acceso al empleo.