Las necesidades de las personas varían dependiendo de la edad. A medida que nos hacemos mayores nuestras limitaciones físicas y/o cognitivas van cambiando y acrecentándose poco a poco, razón por la que, de forma progresiva, requerimos de unos cuidados u otros, tanto en intensidad como en tipología, ya que cada individuo es diferente con sus vivencias y preferencias personales.

Por tanto, es importante conformar ecosistemas que favorezcan el cuidado de nuestros mayores para que puedan seguir desarrollándose como personas independientes y autónomas, según las posibilidades de cada uno, tanto si deciden quedarse en sus domicilios como si se trasladan a una residencia. Un lugar donde, además de vivir cómodamente, puedan conservar y crear sus recuerdos, organizar sus días de forma flexible, impulsar su crecimiento activo y, al mismo tiempo, tener acceso a los cuidados sociosanitarios diarios que les hagan la vida más fácil.

Estos son algunos de los aspectos básicos de la Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), un modelo de cuidados profesionalizado de apoyo a las personas en situación de dependencia, con amplios beneficios para ellas, que fomenta su autodeterminación y el desarrollo de sus capacidades individuales.

Este es el modelo de atención que siguen en la red de residencias CleceVitam. Desde el primer momento, todo el equipo de profesionales se coordina para que la llegada del usuario al centro sea agradable y la adaptación sea positiva. Para ello, y trabajando desde la empatía y la proximidad, se habla con los recién llegados sobre sus preferencias, sus actividades cotidianas o su estilo de vida, entre otras cosas, para poder ofrecer una atención personalizada a cada residente.

Relación cercana con la familia

Otra característica importante del modelo de AICP de CleceVitam es que trabajan para que los usuarios se sientan como en casa. Por eso, las nuevas personas que llegan a estas residencias pueden tomar la decisión de amueblar parcialmente sus habitaciones y decorarlas con sus recuerdos y objetos personales.

A través de la AICP, el equipo de CleceVitam también fomenta la creación de relaciones estables y cercanas con la familia de los usuarios. Un aspecto que destaca Conchi Martínez, trabajadora social de CleceVitam Carmen Conde (Cartagena, Murcia): «Nosotros intentamos adaptarnos al residente, para ello, la comunicación con la familia es fundamental y tiene que ser supertransparente y continua durante todo el proceso».

Un hecho que confirma Tina Fernández, hija de Encarna, una de las usuarias de la misma residencia cartagenera anteriormente citada: «Mi madre está encantada y nosotros también», quien además hace hincapié en la constante interacción con la familia por parte de los trabajadores de CleceVitam: «Son el enlace que tenemos con nuestros padres y las personas que están aquí. Yo estoy contentísima».

Equipos multidisciplinares

En toda la red de residencias CleceVitam, un equipo multidisciplinar atiende las necesidades de los usuarios, escuchándoles y dándoles un trato individualizado para que estén cómodos y confortables, y sientan la residencia como su segunda casa.

Cada profesional del equipo de Clece, desde las auxiliares sociosanitarias hasta la psicóloga o la trabajadora social, está volcado en que las personas mayores sigan manteniendo su autonomía, que su envejecimiento sea activo y que continúen llevando a cabo esas actividades y aficiones que tenían antes de su estancia en CleceVitam.

Todo ello complementado con un control de la salud diario y una estimulación cognitiva permanente de los residentes a través de talleres y herramientas tecnológicas innovadoras a su disposición.