Hace apenas unos meses que la nueva residencia CleceVitam Bastiagueiro, en Oleiros (La Coruña), ha abierto sus puertas. Un centro para mayores gestionado por Clece que tiene un concepto de residencia diferente al tradicional, diferente al que todos conocemos hasta el momento. La metodología que usan es la Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) donde el usuario es no solo atendido desde el punto de vista asistencial, sino también desde un punto de vista global para que los residentes no rompan con sus rutinas, sociabilicen o hagan actividades que estimulen su autonomía.

Iria Rey, gerente de residencias CleceVitam en Galicia, detalla que este modelo de residencia «está dirigido al cuidado de los mayores desde un punto de vista integral, de ahí que nuestro equipo sea tan completo. Un conjunto de trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, etc, analizan de manera individualizada cada caso para ofrecer a los residentes lo que realmente necesitan y lo adaptamos. Nada se hace al azar».

Por su parte, Yolanda Vilar, trabajadora social de CleceVitam Bastiagueiro, señala que «se trata de un concepto novedoso que, en principio, sorprende a muchas personas todavía. Por eso, siempre les invito a que vengan, a que lo conozcan en persona y les podamos explicar cómo funciona todo».

Asegura Rey también que los familiares de los usuarios están «encantados» con la atención que se les da a los residentes. «Es increíble el vínculo que se crea entre las auxiliares de atención sociosanitaria y los residentes. Muchas veces los hijos o hijas de algunos de ellos nos comentan que los profesionales que trabajan aquí saben mucho más de sus padres que ellos mismos», explica.

Grandes lazos personales entre usuarios y profesionales

Y es que este modelo centrado en la persona conlleva que se conformen grandes lazos personales entre todos. Vilar explica que, a pesar de ser la primera vez que trabaja en esta metodología le gusta mucho: «Este modelo permite que la residencia se adapte a la rutina de la persona y no es al revés. Eso permite que podamos trabajar con los residentes desde todas las dimensiones como, por ejemplo, la sociabilidad».

En este sentido, por ejemplo, Vilar subraya que intenta que «su rutina sea la misma que les gustaba en casa, si son personas autónomas que tenían vida social lo sigan haciendo, impulsamos las actividades exteriores en centros cívicos o culturales, etc. Es decir, que no solo estén en el centro, también les acompañamos fuera y que se familiaricen con el pueblo, ya que algunos son de fuera», expone.

Tienen habitaciones individuales y compartidas que, según añade Vilar, «pueden personalizar, traer lo que quieran. Sus fotos, sus libros, su sofá relajante favorito, etc». Además, detalla, cada una de las plantas de este centro tienes salas de estar y comedor disponible donde los usuarios disfrutan de los días de actividades, lecturas, charlas, etc.

Pero, además, CleceVitam Bastiagueiro tiene como jefe de cocina a Eduardo Torreira, un chef que ha trabajado en varios restaurantes muy reconocidos como el de Lucía Freitas en Santiago de Compostela con una Estrella Michelin o el hotel Puente Romano de Dani García en Marbella con tres Estrellas Michelin.

«Me gusta mucho preguntar por la comida que hacemos porque son muy sinceros y muy agradecidos»

Torreira explica que «son menús sencillos elaborados con nutricionistas, ya que muchos deben cuidar la alimentación y tomarla sin sal, por ejemplo; pero, de vez en cuando, hacemos algunas comidas homenaje que les encantan». Eso sí, cuenta simpático que «son siempre muy agradecidos y muy sinceros, si algo no les ha gustado, no dudan en decírtelo. Me río mucho, muchísimo, con ellos, me gusta ir a preguntarles siempre».

Para esta Navidad desde CleveVitam Bastiagueiro están preparando un menú especial donde, entre otros manjares, los usuarios podrán comer vieiras, cordero y también unos postres riquísimos. «Aún estamos decidiendo, pero seguro que nos damos un homenaje. ¡De vez en cuando tenemos que hacerlo!», añade Torreira.

Cuenta también que trabajar aquí «es diferente a trabajar en hostelería, claro, pero tengo en cocina (Manu y Luis son geniales) un equipo con el que aprendo mucho porque cada uno aporta una experiencia diferente».

«Estamos muy felices con Eduardo, es supertop y, además, como ha trabajado sobre todo la repostería, hace unos postres buenísimos. Los que está preparado para estas fechas son impresionantes”, comenta Rey. “Para nosotros, de verdad, lo más importante es que todos se sientan bien, en casa, cuidados y en familia. Cuando alguno de ellos nos lo comenta me encanta, es una gran satisfacción», concluye.