Para conseguir un envejecimiento activo, es muy importante ocupar gran parte de nuestro tiempo con actividades sociales. Según el estudio ‘Aislamiento y soledad no deseada de las personas mayores’ de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Comunidad de Madrid, basado en los análisis de la OMS y de sus propias fuentes procedentes de los entes públicos de protección social, la edad adulta avanzada plantea un “riesgo creciente de soledad” en el contexto de factores relacionados con la edad, como “la pérdida de relaciones cercanas y la contracción de las redes sociales, las deficiencias sensoriales, el deterioro cognitivo o las limitaciones de movilidad”.
Y aunque en este informe admiten que la soledad es inherente al ser humano en diferentes ciclos de la vida, también destacan que “ciertos factores asociados al envejecimiento hacen que las personas mayores sean más vulnerables a este sentimiento”. Por eso, y a tenor de los diferentes análisis, ante nosotros se halla el reto de conformar sistemas de cuidados que incluyan, entre otros aspectos, actividades que fomenten una vida activa, satisfactoria y plena a pesar del paso del tiempo.
Según datos del estudio Proyecciones de Población 2022-2072, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de población española de 65 años o más, que actualmente representa el 20,1 % del total, llegará a suponer el 22,8 % en el año 2030 y el 30,4 % en 2050. ¿Seremos capaces de ofrecer unos servicios adecuados que fomenten la calidad de vida de las personas mayores?
El papel del Servicio de Ayuda a Domicilio en la consecución del envejecimiento activo
Promover la autonomía de las personas mayores es fundamental para mantener su integración social. En esta línea, juega un papel muy importante el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que brinda atención doméstica y personal en sus casas a los mayores de 65 años y/o dependientes.
Laura Martín Tello, animadora sociocultural del SAD que la empresa de servicios esenciales, Clece, gestiona en ocho distritos de Madrid, recuerda que actualmente “hay muchas personas mayores que viven solas”. Por eso, según asegura esta trabajadora, las auxiliares se han convertido en sus ojos de cara al exterior: “Son ellas quienes trasladan las situaciones que pueden estar viviéndose en algunas casas”.
En este sentido, Martín Tello hace hincapié en la importancia de desarrollar cada año un plan de actividades dirigido a los usuarios del SAD, con el fin de promover el encuentro entre ellos y con su entorno. “Llevamos haciéndolo desde 2016 y notamos un gran entusiasmo y entrega entre los participantes. Nosotras tenemos muchas ideas para organizar, tanto en nuestras instalaciones como fuera, pero siempre escuchamos sus propuestas y las anotamos. Todas las personas que participan en excursiones o talleres tienen un montón de ideas”, apunta.
El año pasado, por ejemplo, visitaron varias exposiciones en lugares como CaixaForum, la Casa de México, el Museo de Historia o el Museo del Traje. Además, se organizaron diferentes actividades en espacios abiertos, con el objetivo de fomentar el contacto con la naturaleza, como el Parque Quinta de los Molinos, la Rosaleda, la Pradera y la Ermita de San Isidro, el invernadero de Arganzuela, el lago de la Casa de Campo o el Parque de la Gavia, por citar algunos ejemplos. Precisamente, esta última fue una de las actividades que más le ha gustado a Carmen, una usuaria de 85 años, junto a la visita del Belén Napolitano del Ayuntamiento de Madrid.
“Fuimos a este parque y me gustó mucho, no sólo porque puedes pasear, sino porque también tienen zonas en las que puedes estar hablando y haciendo ejercicio, como dar pedales o ejercitar los brazos. Pero, de este año pasado, lo que más me ha gustado ha sido ir a ver el Belén al centro de Madrid, era precioso. Y, para terminar la visita, decidimos irnos a tomar un bocadillo de calamares”, explica Carmen entusiasmada.
Además de estas salidas, se llevan a cabo actividades en las oficinas del Servicio de Ayuda a Domicilio de la compañía: “Hacemos tertulias, que eso les gusta mucho, talleres intergeneracionales, cinefórum o karaoke. También celebramos días importantes para ellos como, por ejemplo, sus cumpleaños”, explica Martín Tello.
Apuntan desde Clece que la organización de estas actividades busca crear “una red de apoyo” entre las personas mayores. “Entre ellos traban grandes amistades, se llaman, charlan y quedan por su cuenta. De alguna manera, somos un espacio de encuentro del que salen relaciones sólidas que ayudan a fomentar el envejecimiento activo”, explica Martín Tello.
Carmen cuenta emocionada que ya conoce las actividades de las próximas semanas: “Tengo ya el papel para apuntarme a todo. Para mí venir a las actividades de Clece es una alegría y un entretenimiento. Vivo sola, me gusta relacionarme y no estar todo el día en casa. Me vengo aquí a los talleres y se me pasa el tiempo muy rápido”.