La formación es un activo esencial para el progreso de cualquier sociedad. Se trata de una herramienta que fomenta la inclusión de todas las personas, nos acerca a la igualdad y contribuye de forma positiva a una mejor empleabilidad. Por eso, y con las personas y la sostenibilidad en el centro, Endesa ha lanzado recientemente la Escuela Rural de Energía Sostenible, uno de los ejes estratégicos que forman parte del Plan Socioeconómico de Transición Justa de Endesa en Andorra, Teruel.

Daniel Romero, coordinador de este Plan Socioeconómico de Endesa, explica a OKDIARIO que esta iniciativa va a tener un impacto muy positivo sobre las personas del entorno de la antigua central: «Se va a impartir un ambicioso programa de más de 300.000 horas de formación desde el mes de junio de 2023 hasta diciembre de 2025». Un hecho, añade, que «contribuirá, entre otros aspectos, a mejorar la empleabilidad de los residentes en la zona de transición justa de Andorra, con especial prioridad en colectivos vulnerables como son los jóvenes, mujeres, desempleados y personas de la Bolsa de Transición Justa».

Varios bloques de formación

Esta Escuela Rural de Energía Sostenible de Endesa consta de varios bloques de formación.  Tiene un primer bloque de energías renovables que contará con cursos de montadores de paneles solares, de operación y mantenimiento de instalaciones renovables y de instalación de solar de autoconsumo.

Un segundo bloque de formación en actividades del sector primario donde se tratarán aspectos como la agricultura ecológica, aromáticas, ecommerce, carnet digital, apicultura, etc. Mientras que el tercer bloque estará dedicado a la formación de los alumnos en Biodiversidad y gestión ambiental en el ámbito renovable.

Arraigo con la zona y lucha contra la despoblación

Otro aspecto importante a tener en cuenta en todo este escenario es que, además, Teruel es una de las provincias más despobladas de España: sólo en 2021 la zona perdió 185 habitantes, según los últimos datos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este sentido, Romero subraya que esta Escuela pondrá sus mejores esfuerzos en aliviar los efectos del fenómeno social de la España despoblada.

«El plan socioeconómico que desarrollaremos en este nudo, no sólo contribuirá a mejorar la empleabilidad, sino también enriquecerá la cadena de valor local, tanto de actividades relacionadas directamente con las renovables como las de sector primario y terciario, e impulsará el autoconsumo energético y las comunidades energéticas del entorno, todo ello bajo un marco de respeto de y salvaguarda de la biodiversidad circundante».

En relación con las actividades agroganaderas, expone Romero, que su «filosofía consiste en compartir el uso suelo ocupado por nuestras plantas fotovoltaicas con el sector primario, con el objeto de no desplazar la agricultura y la ganadería local. Por eso, hemos contado con la ayuda de organizaciones especializadas en la implantación de programas de formación relacionados con estas actividades, administraciones y asociaciones locales como ASAJA –Asociación de jóvenes agricultores-, Centro de Referencia Nacional en Gestión Ambiental – CPIFP San Blas, Apadrina un Olivo, ATADI, y Juan XXIII, entre otras».

Se lanzará la segunda quincena de abril

La Escuela rural de Energía Sostenible se lanzará previsiblemente durante la segunda quincena de abril de 2023. A partir de esa fecha los alumnos podrán empezar a inscribirse en los diferentes cursos programados para el periodo que va desde junio a diciembre de 2023.

«Esta formación», comenta Romero, «es un fin en sí misma y nace sin compromiso de contratación por nuestra parte. Pero busca mejorar la empleabilidad de los residentes en la zona en actividades relacionadas con las renovables, un sector en auge que demandará empleo, no sólo para el desarrollo de las plantas de Endesa, sino también las que otras empresas energéticas tienen previstas en suelo aragonés».

Desarrollo de energías renovables

La central térmica de Teruel, recordemos, estuvo operativa durante cuatro décadas, un hecho que creó un vínculo muy arraigado en la zona. Una vez Endesa solicitó el cierre de la central en 2019, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética, esta vez, renovable.

Este proyecto socioeconómico de Endesa en Andorra no es sólo un proyecto empresarial, también tiene un posicionamiento de creación de valor compartido donde hay un beneficio global. «El sector de las renovables está en auge y tiene grandes oportunidades de empleo, pero requiere de una formación específica. De ahí la importancia de esta Escuela Rural de Energía Sostenible asociada al proyecto de Endesa para Andorra».

La central pasará de producir energía con carbón a generar energía limpia con una potencia instalada de 1.843,6 MW gracias a 7 proyectos renovables hibridados, 2 proyectos de almacenamiento con baterías, un proyecto de hidrógeno verde y un compensador síncrono.

Para la construcción de estas instalaciones, Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España, invertirá más de 1.500 millones de euros y, junto con el plan socioeconómico, generará más de 6.300 empleos en total, de los que más de 370 serán empleos directos ligados al proyecto renovable.