Hoy se celebra el Día Mundial de la Fisioterapia, una jornada para reconocer la labor de los profesionales que practican esta disciplina en pleno auge y desarrollo. La profesionalidad, vocación y compromiso de los fisioterapeutas geriátricos de Clece componen un valor esencial de los centros de atención a personas mayores, cuyos usuarios requieren de ayuda en la movilidad y ejercicios permanentes y diarios para estimular no solo sus capacidades cognitivas, sino también para recuperar y mantener el máximo grado posible de autonomía.
Sobre la importancia del ejercicio físico en la atención y cuidados a los mayores se ha referido María Velasco, fisioterapeuta en la residencia CleceVitam Altos de Parquesol, ubicada en Valladolid. “Cada día hago ejercicio con los usuarios de manera colectiva. Les pongo una música que les guste y les anime, y nos ponemos a hacer gimnasia para activarnos desde la mañana. Hacemos ejercicios con los miembros superiores e inferiores y otros de coordinación y equilibrio para los que usamos balones de diferentes volúmenes, entre otros materiales”, explica.
Tras la sesión colectiva, detalla Velasco, una profesional con años de experiencia en fisioterapia geriátrica, comienzan los trabajos individuales con cada uno de ellos, como masajes y ejercicios más concretos. “Me gusta trabajar también así porque puedo conocerlos mejor, saber en qué más puedo ayudarles y tener sus dolencias mucho más controladas”, explica.
Por su parte, Violeta Garzón, fisioterapeuta del Centro de Día Fátima de Madrid para personas con alzhéimer, gestionado por Clece, explica que en su caso tienen que fusionar ejercicios que estimulen tanto las capacidades cognitivas como de movilidad, ya que se trata de usuarios que también tienen un deterioro físico importante.
Para trabajar con los usuarios que cada día acuden al centro, Garzón señala que tienen unas instalaciones con gimnasio dotado con diferentes herramientas para hacer ejercicios: “Empleamos poleas, pedales… Pero lo que procuramos es que cada persona pueda hacer lo que le gusta, es decir, si le gustaba el senderismo intentamos que camine o si montaba en bicicleta intentamos que dé pedales. También tenemos a otras personas que vienen de manera temporal y que presentan dolencias que requieren de rehabilitaciones mucho más concretas”.
Las nuevas tecnologías facilitan la atención fisioterapéutica centrada en la persona
Por otro lado, el equipo profesional de CleceVitam trabaja con las personas de manera muy personalizada y con medios tecnológicos que incrementan el alcance de las terapias. “Contamos con herramientas que acercan a los usuarios a la tecnología. Por ejemplo, en el centro tenemos una YetiTablet, una tableta gigante que permite entrenar tanto desde el punto de vista físico como cognitivo”, comenta Velasco. También, y con el fin de situar a las personas en el centro de la atención, en estos dispositivos se instalan las aplicaciones preferidas por cada usuario, desde sopas de letras y puzles para los que solo quieren tocar la pantalla hasta juegos de bolos, tenis o fútbol virtual para los más activos. “¡Eso les mantiene alegres!”, celebra Velasco.
Otro ejercicio que también llevan a cabo en CleceVitam Altos de Parquesol es usar en esta superpantalla Google Maps, una aplicación desde la que los usuarios pueden “viajar” y señalar con sus brazos y manos los lugares donde han trabajado, ya que algunos de ellos se fueron a trabajar a Alemania, o los pueblos donde han vivido toda la vida. “De esta manera –concluye Velasco–, estimulamos tanto la movilidad como sus capacidades cognitivas y los mantenemos activos y con autonomía durante más tiempo”.
Tanto para Velasco como para Garzón, ambas profesionales de fisioterapia geriátrica de Clece, es imprescindible, y así lo recalcan, crear un clima de confianza gracias a una escucha activa y atenta para conocer todas las necesidades que puedan tener las personas. “Llego a trabajar alegre y les pongo música y es muy satisfactorio para mí sentir cómo me reciben. Son cariñosos y muy agradecidos, así que tener empatía ayuda a crear relaciones de confianza y cariño que resultan muy beneficiosas para su estado de salud general”, detalla Velasco.
Y añade Garzón: “Es importante darles unos objetivos que quieran alcanzar. Me gusta trabajar con ellos y escucharlos. Este es un factor que nosotros fomentamos mucho porque, como dice mi compañera, para ofrecerles la mejor atención, es fundamental que confíen en ti”.
El valor esencial de los fisioterapeutas durante la pandemia
Este 8 de septiembre, los colegios y asociaciones profesionales subrayan el papel esencial de los fisioterapeutas desde el inicio de la pandemia, en referencia al proceso de recuperación de la movilidad de las personas que han padecido covid o han estado en aislamiento. “Mi profesión me apasiona porque los mayores son trabajadores, constantes y con una fortaleza sorprendente. Ya sabíamos que eran tremendamente fuertes, pero durante la pandemia nos hemos dado cuenta de que son personas admirables que nunca se rinden. Nos desvivimos por ellos, pero muchos se recuperaron muy rápido, por su gran tesón”, explica Velasco.
Desde el Centro de Día de Fátima dedicado a la atención de personas con alzhéimer, Garzón relata que tras la reincorporación de los usuarios pudieron observar que, efectivamente, algunos de ellos habían perdido movilidad debido al confinamiento. “En estos casos, por ejemplo, tuvimos que reentrenar con ellos cuando vinieron. Además, debemos tener en cuenta que con estas personas que sufren esta demencia no puedes hacer ejercicios físicos complejos, ya que tenemos una limitación en la comprensión que nos complica un poco el camino, así que optamos por hacer ejercicios sencillos como series de sentadillas suaves o marchas paralelas para aumentar poco a poco su resistencia y darles autonomía”, concluye.