No es sólo un entorno seguro en el que se cuida de los más pequeños mientras sus padres trabajan. La escuela infantil de 0 a 3 años es un ente vivo e influyente y trabaja con metodologías de aprendizaje de conceptos y cuenta con proyectos educativos transversales que lo empapan absolutamente todo y que, además, involucran a los diversos agentes que conforman la sociedad. Educadores, alumnos, familias y organizaciones públicas y privadas trabajan en conjunto para mejorar el desarrollo de los niños y plantar semillas de cambio en barrios y municipios de España.

Que la educación es motor de cambio y, por supuesto, de progreso de toda sociedad, es algo que tienen muy presente en Koala Escuelas Infantiles, filial de Clece dedicada a la gestión de escuelas públicas de Primer Ciclo de Educación Infantil, concretamente con niños de 0 a 3 años. Sus múltiples proyectos educativos son novedosos e innovadores y persiguen el gran reto, entre otros, de cohesionar la escuela con los distintos agentes que conforman los barrios de las ciudades y los municipios de los que forma parte, así como el de aportar valor a los mismos.

Ocho de esos proyectos, presentados por distintos centros de Koala Escuelas Infantiles han resultado finalistas del prestigioso VI Premio Escuela Infantil 2021, y dos de ellos, premiados, durante la gala telemática en la que se reconocieron a los mejores proyectos de toda España en categorías como lectoescritura y desarrollo del lenguaje, pensamiento lógico-matemático o psicomotricidad y hábitos saludables, entre otros. El alto nivel técnico que exigen estos galardones hace que las propuestas que se presentan cuenten con unas bases pedagógicas muy fundadas y apliquen las metodologías más novedosas buscando siempre el aprendizaje y crecimiento de los niños y niñas de 0 a 3 años.

“La escuela de mi barrio”: un ambicioso proyecto educativo de transformación social, dos veces premiado

Inmaculada Ausin, directora durante varios años de la Escuela Municipal Infantil El Globo (situada en Valladolid), gestionada por Koala Escuelas Infantiles, ha tratado de impactar de manera positiva en el estrato social, educacional y cultural de la zona donde está ubicado el centro, a través de “La escuela de mi barrio”, un proyecto educativo que ha sido galardonado por dos veces con el Premio Escuela Infantil (Grupo Siena).

“La escuela de mi barrio es el proyecto de crear una escuela activa que participe en la sociedad; para nosotros es muy importante que los niños y las familias colaboren con asociaciones y colectivos muy diversos, los que forman el Barrio España, en Valladolid. Así, hemos sido capaces, poco a poco, de conseguir que haya una cohesión y una unión importante en un barrio en el que el nivel sociocultural no es alto, pero que posee un entramado social muy muy rico”, detalla Ausin.

Un trabajo “de años” porque cuando llegaron a esta pequeña escuela había plazas vacantes y ahora, por el contrario, hay lista de espera. “Hemos conseguido mejorar la imagen del barrio donde está ‘El Globo’ y dar a conocer todas las actividades positivas que se realizan”, apunta.

Para lograr esa cohesión e intercambio entre todos los colectivos del barrio con los alumnos de la Escuela Infantil El Globo, Ausin relata que desde el principio “el barrio se abrió a nosotros, a nuestra manera y metodología de enseñar a los niños”. De este modo, pronto comenzaron a “colaborar con diversos colectivos de Barrio España, salíamos de excursión e íbamos a conocer huertos o vendimias o a descubrir conceptos muy diferentes a través del arte”.

Para Ausin, la educación es un concepto vivo. “Siempre estás en adaptación porque los niños y los grupos que vas teniendo cada año son distintos, de modo que en un momento dado algo funciona con unos niños sí y con otros no. Lo que buscamos con proyectos como ‘La escuela de mi barrio’ es dejar una semilla que tenga un crecimiento positivo en la zona donde vaya a crecer”, concluye con orgullo la educadora.

“El arte, la forma más bella de expresarnos”: proyecto ganador del primer Premio Escuela Infantil 2021

La Escuela Infantil Municipal Sanipeques, gestionada por Koala Escuelas Infantiles, está situada en San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona, en el sur de Tenerife, y ha sido reconocida con el primer Premio Escuela Infantil en la categoría “Arte y Ciencias” por su proyecto “El arte, la forma más bella de expresarnos”.

En palabras del jurado, esta iniciativa ha sabido conjugar perfectamente la conexión entre el arte y la ciencia, gracias a lo cual los niños han podido trabajar conceptos como la proporción, la seriación o la geometría. Sanipeques ha sido la única escuela de educación infantil del Archipiélago canario en recibir este galardón del grupo Siena.

Este proyecto ganador comienza con la proyección en una pizarra digital de obras de artistas como Piet Mondrian, Vasili Kandinsky, Jason Pollock o Andy Warhol. Los pequeños tienen que identificar en estas piezas artísticas figuras geométricas, colores, proporciones, cantidades y aquellos otros conceptos que se busca potenciar.

Con ello, se pretende hacer partícipes a los propios niños y niñas de sus experiencias; iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas; enriquecer y diversificar sus posibilidades comunicativas, expresivas y creativas a través del lenguaje plástico, corporal y audiovisual, con la finalidad de iniciarse en las representaciones matemáticas, utilizando recursos y medios tanto digitales como manuales; identificar y expresar, con los medios a su alcance, sus emociones, sus sentimientos y sus percepciones de la realidad y plasmar sus ideas con elementos matemáticos básicos, componiendo obras pictóricas.

Según la directora pedagógica del centro, Idayra Beltrán, “el objetivo es que los niños y niñas interioricen conceptos e ideas a través de sensaciones positivas en su acercamiento a la cultura más inmediata porque el arte es la forma más bella de expresión. A través del proyecto podemos enseñar y dinamizar muchos conceptos que en la enseñanza tradicional suelen ser tediosos”.

“Desde el otro lado del cuadro”: proyecto ganador de una mención especial VI Premio Escuela Infantil 2021

El proyecto de Noelia García, educadora de la Escuela Infantil Municipal Aranda (de Aranda de Duero, Burgos) gestionada por Koala Escuelas Infantiles, también ha sido galardonado en el VI Premio Escuela Infantil 2021.

La iniciativa premiada se basa en la importancia del arte en el proceso educativo y en el desarrollo evolutivo de los más pequeños, ya que estimula el aprendizaje. Actividades como pintar, picar, estampar o rasgar son acciones imprescindibles para la mejora de la percepción, la motricidad fina o la interacción social.

“A través de este proyecto artístico, los niños se aproximan a grandes pintores, a sus obras y al arte, en general. Desde la contemplación, el diálogo y la expresión propia, aprenden sobre la vida, lugar de origen y obras de distintos autores, conocen cuadros importantes en la historia y, además, terminan realizando producciones”, explica García. “Educar en el gusto estético es el objetivo de este proyecto que se realiza a través de la interpretación de imágenes, de la creación y expresión propia”, añade.

Cada mes se ha dedicado a una obra, con objetivos de aprendizaje asociados a la misma. La Gioconda de Leonardo Da Vinci; Los girasoles y La noche estrellada de Van Gogh; El grito de Edward Munch; Gran Vía de Antonio López; El oro del azul de Miró o Campo de Amapolas de Monet, han servido para desarrollar primeros conceptos de botánica, matemáticas, percepción espacial, sentimientos, emociones y expresiones.

Los niños de Koala Escuelas Infantiles marcan la calidad y duración de cada proyecto

Con el mismo espíritu Koala Escuelas Infantiles trabajan en la Escuela Infantil Municipal Viator (Almería), un espacio donde llevan algún tiempo desarrollando proyectos dedicados al medio ambiente. Marian Cruz, directora del centro almeriense, describe con orgullo cómo enseñan a los niños la importancia de cuidar el planeta. “Fomentamos la agricultura con la presencia de un huerto que cuidamos, destacamos la importancia de la acción del reciclaje, así como de no generar residuos”.

La última actividad de Viator alrededor del medio ambiente ha sido la creación de unos maceteros de cartón reciclado que “ellos mismos han decorado en el aula y se los han llevado a casa de recuerdo”. La potencia de esta acción, resuelve Cruz, es que cada uno de los maceteros llevaba un sobre con una semilla que tenían que plantar y cuidar.

“De esta forma, fomentamos la responsabilidad, al tener que cuidar de un ser vivo en casa con la involucración de la familia. Pero, además, estimulamos su curiosidad al tener que averiguar qué planta es la que les ha tocado y qué características tiene”, comenta. Desde el comienzo, “hemos tenido inquietudes educativas novedosas con las que ofrecer a nuestros pequeños un desarrollo evolutivo basado en el juego y la diversión. Llevamos varios años trabajando con proyectos originales que han sido reconocidos en varios concursos nacionales e internacionales”.

Detalla, además, que esta metodología disruptiva que usan en las escuelas gestionadas por Clece tiene múltiples beneficios para el desarrollo de los niños. “Sobre todo porque despierta mucho interés en los alumnos y sus familias, están motivados”.

Además, prosigue, “debemos tener en cuenta una diferencia importante con la educación reglada y es que, en este caso, son los propios niños los que te marcan el final de un proyecto porque pierden el interés, se aburren o ya no les gusta; esa manifestación es el indicador del término de un proyecto, puesto que nuestro método didáctico se basa en el respeto por el desarrollo evolutivo del niño”, aclara.