Este 2021, al igual que el pasado año en plena pandemia, los enfermeros y las enfermeras están teniendo un papel fundamental a la hora de combatir la crisis sanitaria, mantener en orden los espacios dedicados a la salud como hospitales, centros de atención primaria, residencias y centros de día, entre otros, hacer test de antígenos para salvaguardar la salud pública y participar activamente en los procesos de vacunación contra el Covid-19.

Por esto y, desde luego, muchísimo más, cada año se celebra el Día Mundial de la Enfermería con el fin de que todos, sanitarios y no sanitarios, hagamos una reflexión sobre el gran impacto que esta profesión tiene en nuestra sociedad. No solo porque nos cuidan de forma individualizada, sino porque también nos acompañan y nos informan cuando tenemos desconocimiento sobre algo relacionado con la sanidad.

Estos son algunos de los rasgos de la profesión de enfermería que destacan los profesionales que forman parte de Clece, una empresa con impacto en la sociedad que gracias a su amplia plantilla de profesionales mejora la calidad de vida de más de un millón de personas en todo el territorio nacional.

Una de estas profesionales es Noelia Marqués, enfermera en varias residencias de personas mayores de Clece, que en este momento, además, está haciendo pruebas de antígenos a los empleados de la compañía para proteger la salud de todos. Cuenta Marqués que ella, desde muy pequeña, siempre tuvo clara su vocación de cuidar a los demás: “Por eso elegí ser enfermera, creo que no habría sido otra cosa jamás, no me veo de nada más”.

Destaca, además, el papel de la enfermería como una profesión donde “cuidamos y acompañamos, pero también les curamos con nuestro cariño y esto es muy importante porque, está comprobado, a veces el cariño y compañía son un aliciente muy fuerte en sus vidas”.

Todos agradecen que haya una jornada en la que se pone de manifiesto el importante papel que juegan, aunque también aseguran que con o sin reconocimiento mundial, ellos van cada día a desempeñar su trabajo con “vocación y entrega porque es lo que nos gusta y nos completa”, explica la joven enfermera de Clece.

Por su parte, Aitor Pérez, que es enfermero de Clece en Santa Cruz de Tenerife, explica que en este momento su desempeño laboral está centrado, sobre todo, en hacer test de antígenos y pruebas serológicas a las plantillas de la compañía, pero, además, da cobertura y apoyo a sus compañeros en las visitas y asistencia a domicilio de los usuarios de Clece, así como en labores de vacunación.

“La labor de enfermería en este momento, con el Covid aún entre nosotros, es una especialidad muy especial porque hacemos una labor, tanto de prevención como de velar por la salud pública, ya que la inversión en prevención que ha hecho Clece a lo largo de la pandemia ha sido muy alta”, detalla Pérez.

En esta línea, destaca además este enfermero de Santa Cruz de Tenerife, que lo que más le gusta de su trabajo es dar información a todos aquellos usuarios que la necesitan. “El resolver las dudas de las personas es otra de las patas importantes de la enfermería, a menudo tienen muchas preguntas, a pesar de la información que leen en prensa o escuchan en televisión. Intento estar informado e informar, promover la importancia de la salud y ser muy cercano para que todo el mundo pueda entender cómo cuidarse”, apunta.

Y concluye Pérez con una reflexión importante. “Al final, si lo pensamos, somos los enfermeros los que pasamos mucho más tiempo con los pacientes que otros profesionales, ayudamos a los médicos, les curamos y atendemos, pero además hacemos de primer filtro a la hora de ver la gravedad de algunas dolencias y esto, de alguna forma, es ayudar al sistema de salud a estar más ligero y flexible”, explica.

Miguel Ángel Varela, también enfermero en el Centro de Día Almorox de Madrid, gestionado por Clece, subraya la importancia de su labor con personas dependientes, tanto física como cognitivamente, porque los usuarios que acuden a su centro son como una gran familia. “Llegan a las 9 horas y se van a las 17,30 horas más o menos, es decir, pasamos todo el día con ellos, así que se convierten en mucho más que usuarios a los que cuidar”, apunta Varela.

En su caso concreto, este enfermero madrileño lleva a cabo la gestión de la medicación, el control de las constantes vitales, el peso, la talla, la relación con la familia y ahora, además, controles de anticuerpos. “Nuestro papel como enfermeros en los Centros de Día es muy importante porque nuestra labor no está siempre acompañada por un médico, así que tienes que decidir en muchas ocasiones si llamas o no la familia, si llamas a una ambulancia, etc. Esto es una responsabilidad, pero también una satisfacción porque cuidas de personas y lo agradecen”, destaca Varela.

A nivel humano, cree Varela que los enfermeros de los Centros de Día, “somos un pilar fundamental para la sociedad porque somos un nexo muy importante entre los médicos y los pacientes”, pero, además, “somos una ayuda para las familias, un respiro para el espacio familiar y para los propios usuarios porque salen de su casa y su rutina. Eso les da mucha vida”.