Los hoteles medicalizados han sido una de las grandes alternativas a los hospitales durante los momentos más duros de la pandemia de la Covid-19. Espacios dedicados a atender pacientes sin pronóstico grave con el fin de descongestionar los centros hospitalarios.
En este momento, en la Comunidad de Madrid los hoteles Ayre Gran Hotel Colón , NH Leganés y el Vía Castellana están disponibles como hoteles medicalizados. Entre los tres poseen más de 500 camas gracias a las cuales se amplía la capacidad asistencial para pacientes con Covid-19. Hasta ahora, según cifras del Gobierno regional, más de 3.000 personas han sido atendidas en estos hoteles medicalizados que adaptaron sus dependencias a usos sanitarios para dar oxígeno al circuito hospitalario.
Estos hoteles adaptados funcionan casi como si fueran una planta más de un hospital. Algunas de las suites han sido convertidas en almacenes de material, los pasillos de moqueta están protegidos con plásticos para permitir una limpieza profunda y, además, las más de 500 habitaciones han sido adaptadas con todos los accesorios asistenciales para alejar a la Covid-19 de los afectados que llegan derivados de los hospitales madrileños.
También, y al igual que en los centros hospitalarios, los servicios de higiene y limpieza se han elevado y han funcionado de la misma forma que si se tratara de desinfección hospitalaria. En el caso de estos tres hoteles, la higienización está a cargo de Clece, una empresa filial de ACS que tiene amplia experiencia en la aplicación de técnicas de limpieza hospitalaria, aunque, al igual que muchas otras actividades, han tenido que adaptarse a una situación extraordinaria.
Protocolos de limpieza hospitalaria adaptados a los hoteles
En este sentido, Manuel Pérez-Beato, gerente de limpieza hospitalaria de Clece en la Comunidad de Madrid, ha detallado que, además de los hoteles medicalizados, desde la compañía también se encargan de la limpieza de aquellos hoteles que han sido abiertos para acoger a los sanitarios que han venido a Madrid desde diversos puntos del mundo, aunque apunta que en este caso es una labor algo más sencilla porque no se trata de personas contagiadas.
Con respecto a la higienización máxima de los hoteles medicalizados, Pérez-Beato señala que, obviamente, la limpieza de uno y otro nada tiene que ver. “En los medicalizados hemos tenido que adaptar la limpieza hospitalaria a un hotel con todas las peculiaridades que esto entraña porque los pasillos son más estrechos y, además, hay moquetas en la mayor parte de ellos, sobre todo en los pasillos, y esto para la desinfección es complicado porque el núcleo de la limpieza se hace con lejía y no la puedes usar en este tejido”, explican desde Clece. “Hemos optado por hacer una cobertura de plásticos con el fin de poder hacer una limpieza profunda”, concluye.
Cada hotel medicalizado tiene su hospital de referencia
El responsable de limpieza de Clece en la Comunidad de Madrid, además, explica que una vez que tuvieron constancia del trabajo de limpieza en los hoteles medicalizados “nuestro equipo de biólogos, junto con los sanitarios de los hospitales, ha preparado un protocolo lo más cercano posible a la limpieza hospitalaria donde la base es lejía, aunque variara un poco al no tener la misma maquinaria que en los hospitales”. Otro detalle a tener en cuenta, añaden desde Clece, es que cada hotel medicalizado tiene su hospital de referencia con el fin de derivar a los enfermos en periodo de recuperación, pero no tan graves como en el momento de su ingreso.
A lo largo de estos meses, Pérez-Beato explica que ha sido un proceso de permanente aprendizaje y adaptación a situaciones desconocidas hasta el momento. “He aprendido a trabajar con estrés permanente, a lidiar con el miedo y una situación un poco peculiar, así que, sin duda, hemos tenido que tranquilizar a nuestra gente y ayudarles a superar sus miedos e inquietudes”, relata.
No obstante, subraya Pérez-Beato, a pesar de las complicaciones y dificultades provocadas por la pandemia del Covid-19, “el trabajo es gratificante ya que te produce mucho orgullo haber sido capaces de seleccionar y poner a trabajar a más de 200 personas, formándolas en procedimientos de limpieza y riesgos laborales, entre otros aspectos, para que entren en espacios con personas enfermas de un virus desconocido con plenas garantías de seguridad”.