El pasado fin de semana, debido a la profunda crisis del COVID 19, más conocido como coronavirus, el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el estado de alarma en España. Una medida excepcional que implica consecuencias muy importantes a nivel económico, sobre todo, para los autónomos y las pymes, dos de los colectivos más numerosos en nuestro tejido empresarial.
No cabe duda de que la situación en la que España está inmersa desde hace unos días es absolutamente excepcional y requiere de medidas de impacto y calado que frenen la pérdida de músculo financiero de los pequeños empresarios y autónomos, que no tendrán ingresos por la suspensión de su actividad, al menos, durante un mes según las primeras estimaciones del Ejecutivo, aunque no se descarta que se alargue en el tiempo.
Desde el estallido de la crisis, la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) ha pedido al Gobierno medidas económicas de ayuda a empresarios y autónomos que están sufriendo –o sufrirán– cierres y pérdidas económicas como consecuencia del coronavirus. Pedro Sánchez ha comunicado que el Ejecutivo ha aprobado un plan de choque que movilizará 200.000 millones de euros en las próximas semanas.
De manera complementaria a la ayuda anunciada por parte del ejecutivo y de cara a mitigar los posibles efectos negativos que el coronavirus puede causar a pymes y autónomos, las entidades financieras han lanzado líneas de préstamos preconcedidos que contribuyan a salvaguardar su actividad. Una de ellas ha sido Banco Santander, que ha destinado a este apartado 20.000 millones de euros.
Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, ha sostenido que “en estos momentos de incertidumbre, Santander quiere estar cerca de las empresas españolas, especialmente de las pymes, acompañándolas y buscando soluciones a sus posibles problemas. Por algo somos su banco, el banco de las empresas, para estar a su lado ante cualquier circunstancia”.
Banco Santander, con las pymes y los autónomos
Todo ello enfocado a mitigar la falta de liquidez en las empresas. En este sentido, además, independientemente de las medidas que emanen del sector público, también desempeñan un papel fundamental los agentes del sector financiero. Ante la crisis del coronavirus, que está dañando gravemente las economías más fuertes del mundo, las entidades financieras están impulsando medidas a nivel internacional que palien la falta de actividad y, por ende, de ingresos, que están sufriendo –y van a sufrir, al menos en los primeros seis meses del año– los empresarios, aunque poniendo el foco especialmente en los pequeños y medianos, así como autónomos, los colectivos más vulnerables.
Las entidades financieras están impulsando medidas que protejan, no sólo la actividad empresarial de las pymes, sino también a los empleados con los que cuentan. De esta forma, Banco Santander, en su compromiso con los autónomos y las pymes, así como con el tejido empresarial y la digitalización, pone a disposición de estos colectivos, ahora más que nunca, la consistencia de su servicio online para que no salgan de casa en la medida de lo posible, tal y como estipula el actual estado de alarma. Además, con estos servicios pueden seguir adelante con sus gestiones empresariales con la máxima garantía y calidad, contribuyendo también a la protección de los empleados de las sucursales bancarias.
Digitalización de la banca contra el contagio
Desde la entidad liderada por Ana Botín han lanzado a sus clientes algunas recomendaciones importantes para seguir adelante con su actividad (usar los cajeros, precaución con las contraseñas personales y, si deben ir a las oficinas, que se cumplan todas las recomendaciones impuestas por las autoridades sanitarias) y, además, proteger a los empleados que no han podido acceder al teletrabajo con el fin de cumplir con los servicios mínimos que implica el estado de alarma.
De esta forma, aunque son muchos los empleados de la entidad que se encuentran trabajando desde casa, con el fin de evitar el contagio y el colapso de la sanidad, también se han reforzado las medidas de limpieza e higiene en las sucursales siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. A día de hoy, más de 50.000 empleados del Grupo ya trabajan en remoto: 21.000 en España, 5.300 en Reino Unido; 6.000 en Polonia, 2.100 en Consumer Finance Alemania; 2.500 en Portugal; 2.700 en Argentina; más de 4.000 en Brasil; y 5.000 en Estados Unidos. Unas cifras a las que se unirán las de los empleados que están comenzando a trabajar de forma telemática en México, China y Uruguay.
Servicios mínimos presenciales coordinados con el Banco de España que se cumplirán durante todo el confinamiento, aunque han instado a sus clientes a operar y consultar sus posiciones de forma sencilla y en pocos pasos a través de la banca digital. Desde estos canales, podrán hacer transferencias y traspasos, así como bloquear tarjetas, pagar recibos no domiciliados, solicitar moneda extranjera, pagar impuestos, consultar el saldo y los movimientos de las cuentas o contratar productos, entre otras operaciones. Las empresas, además, pueden disponer por estos medios de liquidez con sus cuentas de crédito a través de la operativa de transferencias o remesas, gestionar sus pagos y cobros, y realizar su operativa relacionada con el negocio internacional.
Con el fin de ser un aliado más para los pequeños empresarios, especialmente las pymes y micropymes, así como de los autónomos, Banco Santander también posee un servicio de pago, ‘Pago Ágil’, que permite financiar las facturas a pagar, abonándolas al proveedor en su fecha de vencimiento. Los pagos se planifican y financian mediante un proceso totalmente automático, que permite al pequeño empresario o autónomo pagar sólo por la cantidad que use y sin comisión de apertura.
Operaciones en cajeros y pagos con tarjeta
Los cajeros a pie de calle son otros aliados en la lucha que todos tenemos contra el coronavirus porque evita cualquier tipo de contacto humano. En este sentido, los cajeros de Banco Santander están funcionando a pleno rendimiento con la carga de efectivo recomendada, carga de monedas o papel suficiente en la impresora de recibo.
Es importante recordar, además, que los clientes pueden sacar hasta 2.000 euros en una operación actualizando el límite en la aplicación y que pueden usar el cajero con móvil: Applepay, Samsung pay, Wallet Santander y Fitbitpay.
Además de sacar dinero, también pueden ingresarlo en su cuenta o en la de otro cliente, así como pagar recibos e impuestos. Apuntan también que los clientes pueden sacar de forma gratuita en los 7.000 cajeros que la entidad tiene en España a disposición de sus clientes. También, y siguiendo las recomendaciones, es preferible hacer los pagos en los establecimientos abiertos con tarjetas con el fin de evitar la manipulación de monedas y billetes.