Nada sobra. Toda la ayuda útil para ganar la batalla que España y el mundo están librando contra el coronavirus es bienvenida para aliviar el impacto que esta crisis sanitaria está teniendo en diversos colectivos de la sociedad, entre ellos, por su vulnerabilidad ante el coronavirus, el personal sanitario.
Ante la carencia de material de protección para las plantillas de hospitales y centros de salud, muchas compañías –pequeñas y grandes– se han volcado en la compra y la fabricación de material protector para que los profesionales de la sanidad puedan atender a sus pacientes con garantías. Emprendedores, grandes factorías y empresas cotizadas han dado un giro a su actividad habitual para convertirse en un engranaje más en la cadena solidaria que se ha formado desde que el COVID-19 se instalara en nuestras vidas.
El sector financiero planta cara al COVID-19
Uno de los sectores que ha dado un decidido paso adelante en la lucha contra el coronavirus ha sido el financiero. Los bancos, conscientes del impacto negativo que ocasiona esta crisis en la sociedad y la economía, han impulsado numerosas medidas para ayudar a clientes, pymes, autónomos, entre otros, que han visto frenada su actividad empresarial.
Los agentes bancarios están jugando –y jugarán en el futuro más próximo cuando acabe el estado de alarma– un papel fundamental a la hora de activar la economía y mantener el flujo de capital y el consumo para evitar que el mercado laboral se resquebraje. Por ello, se han abierto nuevas líneas de financiación con préstamos preconcedidos, han adelantado el cobro de las pensiones, han lanzado servicios de mentoring personalizado dependiendo del sector de actividad de los clientes e, incluso, han permitido moratorias en el alquiler de locales y viviendas durante un periodo determinado.
Banco Santander, por ejemplo, colabora en la lucha contra el coronavirus desde muchos y muy diferentes focos. «Nos esperan meses complicados, pero confío en nuestra capacidad como sociedad para superarlo y el banco estará a la altura», decía hace apenas unos días la presidenta Ana Botín.
La entidad ha creado el Fondo Solidario Juntos, que parte de una donación de 25 millones de euros para proporcionar equipamiento y materiales sanitarios esenciales. Las aportaciones se destinarán a cubrir necesidades inmediatas, como la producción y adquisición de equipamiento médico, ropa de protección y otros equipos que son necesarios para tratar a los pacientes infectados por el virus.
En esta línea, la cotizada del Ibex 35 ya ha donado 4 millones de euros a la Comunidad de Madrid, que han permitido habilitar 2.000 camas en el hospital de campaña de IFEMA y comprar respiradores para las zonas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y, además, ha destinado otro millón de euros a comprar un millón de mascarillas que ha hecho llegar al Ministerio de Sanidad para su distribución por todo el territorio español.
Además, Banco Santander ha puesto a disposición de todos los ciudadanos este para que tanto los empleados del grupo financiero como cualquier persona anónima puedan hacer su aportación económica para la adquisición de material sanitario. De momento, y gracias a la solidaridad de los ciudadanos, ha sido posible comprar 4,5 millones de mascarillas, 600.000 test rápidos, más de 500 respiradores, medio millón de guantes, 20.000 trajes de protección y 2.000 mantas que ya están llegando a su destino.
Campaña de Openbank para familias vulnerables
El equipo de Openbank, el banco digital del Grupo, por su parte, también se ha sumado a la batalla contra el COVID-19 con una donación de 100.000 euros para la compra de material sanitario que ha partido de las donaciones de los propios empleados. Para ello, además, el banco ha contado con la colaboración de Tendam, ya que la compañía textil realizará un pedido a través de sus canales logísticos de aprovisionamiento global.
Pero, además, Openbank mantiene abierta una campaña de donaciones para familias vulnerables durante el confinamiento por el coronavirus, impulsada por Save the Children. La iniciativa, concretamente, se llama “A tu lado” y quiere garantizar ayuda alimentaria, apoyo educativo, asistencia psicológica, acceso a Internet y atención telefónica a más de 2000 familias. Todos los clientes de la entidad pueden contribuir realizando una transferencia solidaria desde su web.
Deporte y música, un tándem de éxito
Desde el ámbito deportivo, LaLiga, en colaboración con Banco Santander, Universal Music y el resto de patrocinadores, celebró el sábado 28 de marzo el ‘LaLiga Santander Fest’. Un macroconcierto que se emitió en más de 182 países y que ha conseguido una recaudación de más de un millón de euros, a través de transferencias y pagos con tarjetas bancarias, para la compra de material que ayude a mitigar el fuerte impacto de esta pandemia.
Concretamente, gracias a esta acción, se van a comprar 115 respiradores no invasivos, casi 1,5 millones de mascarillas, así como 12.595 trajes esterilizados y 500.000 guantes de vinilo.
Emprendedores que se adaptan a la nueva realidad
Muchos emprendedores, por su parte, también han reconvertido su actividad habitual para poner su talento y su startup al servicio de los afectados por el coronavirus. Algunos participantes del programa de emprendimiento universitario Explorer, de Banco Santander, llevan semanas trabajando en ello, como la aplicación de pago móvil liderada por Miguel San Antonio, GoPick, que está ayudando a autónomos y pequeñas empresas del sector de la hostelería a tener ingresos diarios gracias a la opción ‘take away’, a pesar del parón del consumo por el estado de alarma. Para los bares y restaurantes que no cuenten con servicio a domicilio, GoPick ha llegado a un acuerdo con una gran empresa para que lo haga por ellos.
También la empresa de José Guillermo Muñoz y Vicente Ramírez, Be More 3D, ganadora del Premio Explorer de 2018, está poniendo su grano de arena y han puesto sus impresoras 3D, habitualmente destinadas a crear módulos de viviendas en tres dimensiones, a fabricar desde Sagunto y Valencia, cientos de pantallas protectoras para hospitales y centros sanitarios.
Y, para los niños, millones de ellos confinados en sus casas junto a sus padres porque no pueden ir al colegio o salir a jugar desde el decreto del estado de alarma, Tomás López, CEO de Nixi For Children, ha creado un vídeo de realidad virtual explicando a los más pequeños qué es el coronavirus y la razón por la que no podemos estar en la calle. Tomás fue ganador, con su proyecto, de Explorer Sant Feliu de Llobregat en la edición del pasado año.
En la misma línea, y también para los más pequeños de la casa, Pedro Lozano, fundador del estudio de creativo Imascono impulsor de la aplicación infantil Chromeville, ha ofrecido el acceso de forma gratuita a decenas de laminas coloreables educativas de realidad aumentada para niños de entre 4 y 10 años. “No podíamos quedarnos de brazos cruzados, queremos ayudar a las familias en este aislamiento con estas láminas que cobran vida”, detalla en redes sociales Lozano.
Por su parte, el artista plástico Juan Gerstl ha convertido su taller de trabajo, ubicado en el barrio madrileño de las Letras, en una verdadera fábrica de pantallas protectoras para el personal sanitario de los hospitales de la Comunidad de Madrid. Este creador, que trabaja sus obras con metacrilato, ha puesto al servicio de esta lucha contra la pandemia toda la maquinaria que usa para producir alrededor de 1.000 máscaras diarias. “Hemos tenido un gran feedback por parte de los médicos, son mucho más efectivas que las mascarillas desechables. La obra más importante es proteger la vida”, ha declarado.
Tomas, Miguel, Pedro, Juan y José Guillermo son sólo cinco ejemplos de la gran solidaridad de los emprendedores y makers españoles, así como de la capacidad de transformación que tienen los empresarios en unos momentos tan complicados como estos.
Hay muchísimas formas de ayudar, cada persona y cada ente, ya sea público o privado, debe contribuir para ser un bálsamo para las heridas causadas por el coronavirus. Todos, como sociedad, debemos saber que con pequeños gestos se pueden hacer grandes cosas, algo que podría parecer sólo un detalle puede convertirse en imprescindible para ayudar y hacer feliz a los demás.