El fútbol tiene un poder transformador porque, además de competición, encierra otros muchos aspectos que hacen crecer a aquellas personas que lo practican: superación, esfuerzo, inclusión, diversidad, compañerismo, respeto, sentido de equipo, etc. A colación de todo ello, y de la fe que mucha gente tiene en el deporte como vehículo transformador, Jorge Valdano ha afirmado en alguna ocasión que “el fútbol no es la vida, pero sí es un gran simulador de lo que es la vida”.

Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer para que la integración de todas las personas sea plena. Lo demuestra el hecho de que, según datos de la UEFA, sólo el 28% de los clubes profesionales de Europa cuenten con un equipo de fútbol femenino; o de que en el fútbol profesional haya habido un aumento de los casos de discriminación de un 42%, mientras que casi un 40% de los aficionados, a través de una encuesta de la firma internacional de análisis de mercado YouGov, afirme haber presenciado o escuchado algún comentario discriminatorio por razones de raza, género o discapacidad física.

Sobre este último aspecto, por ejemplo, destaca en España la contribución a la inclusión y la diversidad de LaLiga GENUINE de Banco Santander, una competición pionera que nace en 2017 –desarrollada por el banco a través de su fundación– formada por equipos del colectivo DI (personas con discapacidad intelectual). Esta iniciativa integradora tiene como objetivos, entre otros, la normalización de la práctica del fútbol en este colectivo o impulsar que los clubes de LaLiga cuenten con su equipo Genuine. Un proyecto que es sólo un ejemplo más de cómo la entidad financiera impulsa el fútbol como vía para apostar por la inclusión y la diversidad.

Un proyecto visionario e innovador

Aunque es el propio fútbol el que debe solucionar algunos de sus problemas, con el trabajo tanto de instituciones deportivas como gubernamentales, los especialistas educativos destacan que este deporte tiene un grandísimo potencial para transformar la sociedad, sobre todo porque es el lugar hacia donde miran muchísimos jóvenes, y es un motor de cambio con un potencial sin parangón.

En esto, precisamente, se basa FootballCan, la estrategia global de Banco Santander donde se alían de manera íntima el fútbol y la entidad para contribuir al progreso inclusivo de las personas y que ahora, además, ha dado un paso más con el proyecto: FootballCan 2041, que ha lanzado en colaboración con Global Sports Innovation Center powered by Microsoft (GSIC).

Se trata de un concurso internacional que busca las soluciones tecnológicas más prometedoras de emprendedores y startups que potencien aspectos como la inclusión, la diversidad y la sostenibilidad. El banco está aliado al fútbol desde hace muchos años y han querido dar un salto en el tiempo para imaginar cómo sería el fútbol en 2041 y gracias a esa visión de futuro, contribuir a que haya cambios reales que mejoren este deporte.

El proyecto busca ideas que promuevan iniciativas que garanticen eventos deportivos más accesibles, inclusivos y respetuosos con el medio ambiente, que sean capaces de desarrollar nuevas experiencias en los eventos de fútbol y que, además, mejoren las actuales capacidades de Fieeld, un sistema táctil de retransmisión deportiva en diferido que permite a los invidentes sentir el fútbol como nunca antes lo habían hecho, siguiendo los movimientos del balón y la trayectoria de las jugadas usando las yemas de los dedos.

FootballCan 2041, a través de un jurado compuesto por representantes de Santander, GSIC y Microsoft, elegirá a las 30 mejores startups a finales de abril. Tras ello, los participantes realizarán presentaciones online de sus propuestas y en la primera semana de mayo se seleccionarán 10 que acudirán a la gran final en la que representantes de la UEFA, LaLiga y personalidades del mundo del fútbol, como Ronaldo Nazário, seleccionarán las tres ideas elegidas que podrán llevar a cabo proyectos piloto de la mano de Banco Santander.

Los finalistas obtendrán 10.000 euros en metálico y, además, si alguno de los ganadores puede aplicar su tecnología para mejorar las capacidades de Fieeld, recibirá una gratificación extra de 5.000 euros. También tendrán un año de afiliación gratuita al Global Sports Innovation Center powered by Microsoft, asesoramiento y desarrollo de un proyecto piloto valorado en 12.000 euros, así como apoyo en la ejecución del proyecto piloto y reuniones de seguimiento.

El fútbol como agente de cambio social

FootballCan 2041 es, como decimos, tan solo uno de los cimientos de FootballCan, la estrategia que Banco Santander puso en marcha hace algo menos de tres años y que destaca el fútbol como agente de cambio social, como un elemento poderosísimo capaz de mejorar la vida de las personas.

En ese camino se enmarca Fieeld, y otros proyectos que dan sentido a la estrategia del banco de posicionarse en el impacto positivo del fútbol en la sociedad. Una de estas iniciativas, vinculada a la idea de diversidad y romper barreras en la sociedad a través del fútbol femenino, es el caso de Mahia Macías, una niña de apenas siete años de Uruguay que tenía un sueño: ser futbolista profesional.

Un claro ejemplo de lucha y empoderamiento, ya que hoy, gracias a su empeño y perseverancia, juega en El Club Nacional de Football de Uruguay, un histórico equipo del país que le permitió ser parte de su cantera masculina formada solo por niños. No suficiente con ello, su duro trabajo le ha llevado a ser la capitana del equipo.

Hace unos años, además, vino a España de la mano de Banco Santander para conocer a su ídolo: Yamila Badell, jugadora uruguaya que entonces jugaba en el CD Tacón (hoy Real Madrid Club de Fútbol femenino), en Madrid. Recientemente el banco anunció en esa línea su patrocinio de la Copa CONMEBOL Libertadores Femenina.

También la entidad presidida por Ana Botín ha participado en proyectos como “Las batas más fuertes”, un proyecto que convierte camisetas oficiales de fútbol en batas de hospital para hacer más llevadera la vida de los más pequeños que, lamentablemente, están ingresados en los centros; o el acuerdo con Common Goal, una plataforma creada por Juan Mata hace ya casi cuatro años, que centra sus esfuerzos en recaudar fondos de los profesionales del mundo del fútbol, que aportan el 1% de su sueldo a causas benéficas. A esta iniciativa se han sumado ya más de 100 futbolistas.

También la apuesta por el impacto social se tangibiliza apoyando las Becas Internacionales Fútbol Femenino Banco Santander AGM, que contribuyen a promover la igualdad de oportunidades en este deporte. Una iniciativa que proporciona a las jugadoras los recursos digitales necesarios para iniciar su preparación y conseguir así becas deportivas y académicas en Universidades de Estados Unidos, un territorio como la educación y las becas, que Banco Santander tiene como una de sus bases.

El fútbol es también una herramienta que contribuye a paliar la exclusión social por motivos sociales, culturales o económicos de algunos colectivos vulnerables que están en riesgo de no progresar arrastrados por su contexto.

En este sentido, por ejemplo, aún resuena en nuestras mentes la iniciativa del actor y rapero español, Juan Manuel Montilla ‘El Langui’, que creó el Atlético Pan Bendito, un equipo al que pertenecen más de 70 niños y niñas en riesgo de exclusión. “Lo que pretende el club es dar la oportunidad a los más jóvenes de formar parte de un equipo, que se sientan uno más dentro del terreno de juego”, explicaba en la presentación.

El fútbol es un reflejo de la sociedad y viceversa. Por esa razón, ambos elementos deben concurrir juntos, apoyándose, esforzándose para impulsar cambios que ya no pueden esperar: ser más accesibles, más justos, más diversos y más comprometidos con su entorno.