Mirar más allá de lo inmediato tiene resultados inesperados e impredecibles. La empatía y el reconocimiento son dos ingredientes fundamentales de las empresas de éxito a la hora de encontrar y atraer a los mejores talentos. No basta, al menos en el mundo actual o en el mundo que debería ser, con filtrar los mejores perfiles por su formación o resultados académicos, para llevarlos hasta la organización empresarial del más alto nivel.

Además, las compañías deben poder escuchar las historias que hay detrás de las decenas de nombres que llegan hasta sus buzones, mirar más allá y ver el potencial real del candidato. Escuchar y empatizar, sólo así se podrá firmar el futuro de una organización exitosa en la que haya un fuerte sentido de pertenencia porque, no hay que olvidar, que los mejores embajadores de una marca son sus empleados.

Santander Universidades, un proyecto comprometido

El orgullo de pertenencia emerge desde dentro e irradia a los de fuera, y las compañías lo saben. Por ello, Banco Santander, a través de Santander Universidades, ha conseguido mirar más allá y reconocer el talento de personas que, a priori, no tenían un perfil absolutamente financiero.

Santander Universidades es un proyecto que colabora desde hace más de dos décadas con 1.200 universidades en más de 20 países  a través de diversos programas de becas y ayudas al estudio, las Becas Santander – www.becas-santander.com – para que personas con alto potencial o grandes ideas puedan poner el broche de oro a sus estudios, generar nuevas empresas y dar valor añadido a la sociedad y a las organizaciones  a las que finalmente dedican su talento.

La historia que hay detrás de Angélica

Detrás de Angélica Partida, una mexicana de Cancún que llegó a España con 17 años llena de sueños y ansias de aprender, aunque con una situación financiera delicada, hay una maravillosa historia que conocer, porque su tesón y constancia son un ejemplo para todos.

Con 12 años, Angélica se dio cuenta de que no encajaba en el sistema educativo que se le ofrecía. Su nivel era de niña prodigio, de alto rendimiento, una situación que puede ser, en algunas ocasiones, una maldición y una bendición a partes iguales.

De esta manera, realizó los exámenes pertinentes de ingreso a la Universidad y los aprobó. Así, comenzó a estudiar Ingeniería Industrial y al año siguiente Ingeniería de Telecomunicaciones.

Persona curiosa y luchadora, con 17 años decide venirse a España para seguir con sus estudios. Sin embargo, la situación económica de Partida no era la mejor, a pesar de arreglar ordenadores a 5 euros la hora. No era suficiente para mantenerse con la holgura deseable para estar 100% centrada en su formación y, además, no podía pedir becas al Ministerio de Educación porque no cumplía con los requisitos mínimos.

“En esos años, entre este trabajo arduo, algo que me hizo respirar fue una beca de Banco Santander”, explica Partida en ‘Conversaciones sobre el Progreso’. Tras varios ‘noes’, apunta la becada de la entidad financiera, “alguien me dijo que aplicara a las becas de Fundación Universia que están respaldadas por Santander. En todas partes me habían dicho que no, pero esta vez me dijeron que sí”.

Para Angélica, esta ayuda económica, y así lo cuenta ella misma, “fue un respiro” porque “aunque no me mantenía por completo, la Beca Santander me acompañó durante la carrera, el máster y el doctorado. Un total de 11 años”.

Gracias a ella, cursó un máster en Bioquímica, Biología molecular y Biomedicina que, según resalta, “me habilitaba para hacer el doctorado tras cinco o seis años de espera”. Finalmente, esta mexicana afincada en España se doctoró en 2018 y comenzó a plantearse dónde desarrollar su talento y todo lo aprendido a lo largo de los años de intensa formación.

Una intensa formación aplicada a la empresa

“Me interesaba la empresa para ver los resultados de gestión más inmediatos y también tener la posibilidad de liderar equipos. Fue en ese momento cuando te conocí a ti –Javier Roglá, director global de Santander Universidades– y a Ana –Botín, presidenta de Banco Santander– y comencé a trabajar en el banco”. Ahora, Partida, tras terminar su tesis, lleva en Banco Santander casi un año trabajando en análisis de riesgo de la entidad, un área clave para la compañía cotizada.

“Santander me cambió para siempre. Ahora navego mi sueño”, apunta la protagonista, que tiene, además, un mensaje de ilusión para todos aquellos que quieran oírla. “No está mal tener miedo, llorar o pensar que uno va a hundirse. Eso lo he vivido, pero sí quiero decir que siempre hay que intentarlo, aunque no se consiga lo que uno quiere”, detalla Partida. Además, insiste, “si no hubiera aceptado la propuesta de Ana –Botín– ahora no estaría aquí. No hay que cerrarse, hay que dejarse llevar, pero con cabeza”.

Sólo escuchando y comprendiendo las mejores experiencias, se es capaz de quitar la pátina de la primera impresión para descubrir que detrás de las personas hay historias fascinantes dignas de ser contadas y compartidas. El ejemplo de un solo talento puede ser la inspiración de cientos de ellos y el compromiso de Banco Santander con el talento continua. Según datos de la compañía, entre 2019 y 2021 200.000 estudiantes recibirán una Beca Santander, lograrán una práctica en una PYME o participarán en programas de emprendimiento apoyados por el banco.

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