España será uno de los países de la Unión Europea (UE) que más impacto negativo arrastrará tras la crisis sanitaria del coronavirus. La dependencia del turismo que tiene nuestro país será en el corto y medio plazo un talón de Aquiles para nuestra economía, ya que muchos de nuestros visitantes son extranjeros y, de momento, las fronteras seguirán cerradas con el fin de retener la pandemia y evitar los rebrotes de infección en la población.
Según los cálculos de la OCDE, la actividad y el ritmo de crecimiento del PIB anual de España podría tener un retroceso de dos puntos porcentuales por cada mes de estricto de confinamiento debido al cierre de negocios y la restricción de movilidad. Altos cargos del organismo europeo, así como el Banco de España o la Comisión Europea (CE) indican que muchas de las economías desarrolladas alrededor del mundo “entrarán en recesión”, incluso, estiman, a un nivel más alto que la Gran Crisis de 2008.
La OMS alerta de que tras la crisis se agravarán las desigualdades sociales
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan de que, además, las consecuencias del Covid-19 no sólo será sanitarias y económicas, sino también sociales porque, según señalaba Tedros Aghanom Ghebreyesus, director generalde la OMS, “las medidas de distanciamiento físico tendrán graves consecuencias para las clases más desfavorecidas porque no pueden salir a trabajar como hacían y eso agravará las desigualdades sociales”.
Asimismo la recesión económica ya está haciendo crecer de manera notable las cifras de desempleo, erosionando la renta per cápita de las familias y mermando la igualdad de oportunidades que caracteriza nuestro Estado del bienestar. Así lo atestiguan los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo; en abril el paro ha crecido un 8% hasta los 3,8 millones de desempleados.
El compromiso del sector privado con la igualdad de oportunidades
Ante este escenario, desafortunadamente tan poco halagüeño según las previsiones de los organismos nacionales e internacionales, es muy importante que el sector privado, en colaboración íntima con las instituciones públicas, impulse iniciativas para que todos los agentes que conforman la sociedad, sobre todo en el caso de los más jóvenes, tengan una oportunidad de conocer cómo planificar su economía ante una nueva situación, organizar e impulsar nuevos proyectos, así como favorecer el acceso a la educación para mejorar su empleabilidad y acortar la brecha tecnológica.
Impulsar la inclusión social en tiempos del Covid-19
En este sentido, Banco Santander está dedicando un importante esfuerzo a garantizar la igualdad de oportunidades. Una apuesta clave para la entidad no sólo ahora, sino como parte del valor de su marca desde hace años como banco responsable. En el ámbito universitario, Santander ha movilizado 20 millones de euros de su mecenazgo en Educación a través de Santander Universidades para luchar contra la pandemia de la mano de Crue Universidades Españolas y CSIS.
Una de las primeras acciones ha sido el lanzamiento en abril de la convocatoria ´Fondo Supera COVID-19´, dotado con 8,5 millones de euros, para financiar proyectos colaborativos y medidas de apoyo universitario en 3 líneas de actuación: investigación, proyectos de impacto social y fortalecimiento de la capacidad tecnológica de las universidades españolas.
En el marco de dicha convocatoria, se han destinado 2 millones de euros para facilitar cerca de 5.000 ordenadores y 15.000 soluciones de conectividad a internet y webcams a jóvenes universitarios de toda España que se encuentran en una situación socio-económica desfavorable. El objetivo es que así puedan continuar con su educación de forma remota mientras las aulas permanezcan cerradas.
También en las últimas semanas, la compañía, a través de Fundación Universia, ha facilitado 150 Ipads a estudiantes universitarios con discapacidad para que puedan seguir sus clases de forma online si no cuentan con el material necesario y, además, ha puesto en marcha un nuevo Programa de Voluntariado Fundación Universia que tiene como fin mejorar la empleabilidad de universitarios con discapacidad de forma online.
Este proyecto está articulado en dos módulos. Por un lado, el Speaking Without Frontiers para mejorar el inglés charlando por videollamada con profesionales del banco y, por otro, el Programa Inmentoring, donde poder entender mejor el ámbito de la empresa de la mano de profesionales de la propia compañía, así como con personas de Indra o Havas. Ambas iniciativas elevan la inclusión social y la diversidad al abrir el abanico de aptitudes en este colectivo para facilitar su entrada en el mercado laboral y, además, elevar la red de contactos profesionales para el futuro.
La importancia de la formación financiera a colectivos en riesgos de exclusión
Además, en la misma línea, con el fin de acortar las brechas sociales, la cotizada brindó en 2019 formación financiera a más de 580.000 personas, un 38% más que un año antes, alrededor de todo el mundo a través de diversos programas. No se trata, desde luego, de una iniciativa baladí, sobre todo si tenemos en cuenta que el 62% de los adultos no bancarizados a nivel mundial –alrededor de 1.700 millones de personas– cuentan sólo con educación primaria o están por debajo de este nivel, según los datos del Global Findex del Banco Mundial 2017.
En España, concretamente, y desde hace ocho años, la compañía cotizada tiene en funcionamiento el programa ‘Finanzas para Mortales’ en colaboración con la Universidad de Cantabria y el Santander Financial Institute, con el fin de familiarizar a la sociedad con los conceptos básicos de las finanzas con los que nos encontramos en nuestro día a día. Solo el pasado año se impartieron más de 1.300 sesiones de educación financiera a jóvenes estudiantes, así como a otros colectivos en riesgo de exclusión. Este 2020, y con un escenario totalmente extraordinario debido a la crisis del coronavirus, el banco ha reforzado el proyecto para ofrecer sus contenidos didácticos en formato digital y, una vez más, de manera gratuita.
Educación financiera alrededor del mundo
Estos programas se extienden a otros países como México, donde la entidad está aprovechando su experiencia acumulada con el programa de inclusión financiera ‘Tuiio’, un programa de créditos financieros impulsado por el Gobierno mexicano para un millón de pequeños negocios, para ayudar a los más afectados por el descenso de la actividad derivada de la quietud obligada del Covid-19.
Asimismo, en Reino Unido patrocinó el año pasado una de las iniciativas de educación financiera más visibles y de mayor reconocimiento en el país, ‘My Money Week’, con la participación de cerca de 200.000 personas.
Santantder también tiene proyectos en Chile a través de Sanodelucas, una plataforma que recoge todas las iniciativas educativas en este ámbito para capacitar a las personas en el buen uso de los productos financieros con el fin de mejorar los conocimientos en la escuela o informar sobre aspectos básicos de la gestión de las finanzas personales.
A todo esto, además, se suman las alianzas que ha desarrollado el Banco Santander a nivel internacional, como la Alianza de Directivos del Sector Privado, para contribuir a la inclusión financiera en los mercados en los que está presente. La entidad, de hecho, ha sido distinguida como el banco más sostenible del mundo por el Dow Jones Sustainability index 2019 y mantiene un firme compromiso con el progreso y el crecimiento inclusivo y sostenible, un hecho que ha convertido a Banco Santander en líder de banca responsable.