El mundo es cada día más digital, casi todo lo podemos hacer a través de un móvil y acceso a la red. Desde hacer la compra semanal a pedir un certificado en organismos oficiales; sin embargo, lo cierto es que no todos los segmentos de la población tienen los conocimientos, la capacidad o las herramientas necesarias para hacer tareas que conlleven el uso de las nuevas tecnologías.

La pandemia impulsa la digitalización

La digitalización ha tomado un fuerte impulso durante la pandemia en muchos sectores. Las restricciones de movilidad, así como las medidas sanitarias vigentes han elevado el uso de las aplicaciones móviles, las plataformas digitales y la banca online. No obstante, no todo el mundo está inmerso en el mundo digital como, por ejemplo, es el caso de las personas más mayores de la sociedad, a pesar de que durante la crisis sanitaria a muchas de ellas no les ha quedado más remedio que adaptarse a la nueva realidad que, desde luego, ha venido para quedarse.

En este sentido, sí es destacable el hecho de que, poco a poco, se detecta una inmersión paulatina de los mayores en el mundo digital. La pandemia ha aumentado en más de un millón la cantidad de séniors que tienen acceso a internet; más de un 60% de los mayores de 60 años está conectado con sus móviles y la actividad que más realizan es la navegación por redes sociales, la compra de productos, cursos y tutoriales, y sobre todo, operaciones financieras, según el último Barómetro del Consumidor Sénior de la Fundación Mapfre.

Desde el Banco Mundial, de todos modos, alertan de que en el mundo alrededor de 2.500 millones de personas no usan los servicios financieros más básicos, una cifra que está protagonizada por los mayores de la sociedad y las personas con menos recursos económicos. Por ello, desde el organismo alertan de la importancia de incluir a todo el mundo en la rueda financiera, ya que tiene un sinfín de beneficios de progreso como la creación de ecosistemas sociales y económicos más avanzados y prósperos.

Educación en finanzas digitales para los mayores de 60 años

En este esfuerzo por la inclusión, Banco Santander desarrolla diversas iniciativas y programas cuyo objetivo es facilitar el acceso y la comprensión del sistema bancario a los colectivos financieramente más vulnerables; entre ellos, las personas más mayores y poco familiarizadas con el entorno digital. Una de las últimas, su colaboración en el programa DEFINE de la mano de la Universidad de Alicante; un proyecto cofinanciado por el Programa Erasmus + de la Unión Europea bajo el título Educación financiera digitalizada para personas mayores: soluciones de juegos de escenarios interactivos para aumentar la alfabetización financiera en línea de las personas mayores.

DEFINE persigue, por ejemplo, mejorar las habilidades de los sénior en el manejo de servicios de gestión financiera en línea para incrementar su participación activa en los mercados financieros, reducir los costes de participación gracias a la mejora de sus conocimientos informáticos en línea y mejorar sus posibilidades de inversión y comprensión, con el objetivo de reforzar sus habilidades y reducir operaciones equivocadas y fraudes.

Para desarrollar este nuevo proyecto, Banco Santander ha puesto a disposición del programa a voluntarios de la entidad que han participado como formadores en varias jornadas dedicadas a banca online, seguridad en línea, protección de datos y métodos de pago alternativos.

Además de proporcionar formadores voluntarios, la entidad financiera también ha diseñado una maqueta navegable de su App (web/móvil) para que los alumnos puedan conocer y evaluar las utilidades, posibilidades y seguridad de estas herramientas on-line, sin necesidad de tener que realizar una instalación propia.

Inclusión de todos los segmentos de la sociedad

Las cifras de la inclusión en finanzas digitales de los séniors tras la pandemia han mejorado, pero la digitalización y el uso de las tecnologías entre los mayores sigue siendo menos generalizado que entre el resto de generaciones más jóvenes que han desarrollado sus aptitudes en el mundo digital. Por ello, y con el fin de impulsar la plena inclusión de toda la población, tanto desde el sector público como desde el privado se lanzan iniciativas como esta de DEFINE.

Programas que, además, están en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) donde se contempla, entre otros aspectos, una inclusión financiera donde todo el mundo tenga acceso y conocimientos de manera igualitaria sin importar el lugar donde se haya nacido o se viva. 

Empoderar a 10 millones de personas entre 2019 y 2025

Banco Santander facilitó educación financiera a más de 700.000 personas en 2020 –un 30% más que el año anterior– a través de varios programas que impulsa en materia de inclusión financiera en todos los países en los que opera con el fin de impactar de manera positiva en las comunidades donde trabaja.

La inclusión financiera es un pilar fundamental en su estrategia de banca responsable y su firme apuesta por el empoderamiento financiero de las personas; solo el año pasado consiguió que más de 3,5 millones pudieran acceder a servicios financieros básicos, obtener crédito a medida en un momento de dificultad económica o beneficiarse de formación financiera esencial.

El objetivo de Banco Santander –recientemente premiado por la revista Euromoney como el mejor banco en inclusión financiera del mundo- es empoderar a 10 millones de personas entre 2019 y 2025 y, a día de hoy, ha logrado ya el 60% de este objetivo.