Los años de formación son cruciales para el desarrollo emocional, personal y laboral de los jóvenes. Tras esa etapa prolífica, donde se adquieren conocimientos fundamentales para entender el mundo y tener una opinión formada sobre el mismo, llega uno de los pasos más importantes de la vida de cualquier persona: traspasar la puerta del mercado laboral donde adquirir experiencia.

Por las aulas universitarias han pasado generaciones y generaciones, sin embargo, y a tenor de las últimas crisis socioeconómicas, tanto la Gran Crisis de 2008, como la pandémica, la Generación millennials –jóvenes de entre 24 y 39 años– y la Generación Z –de 16 años a 23 años– son dos colectivos que miran al futuro con incertidumbre, a pesar de que la sociedad en general ha puesto en sus manos la esperanza de conformar un mundo más consciente y sostenible.

Es decir, de alguna manera, ambas generaciones serán probablemente las más recordadas porque, sin duda, han atravesado periodos de grandes cambios que han modificado radicalmente las reglas del juego global. Es más, estos jóvenes arrancan su vida laboral y profesional en medio de la resaca de una súper crisis financiera, la sufrida en 2008 y de la que aún estábamos recuperándonos, y en medio de una pandemia internacional que ha debilitado a las economías nacionales de todo el globo.

Grandes ideas, nuevas visiones

En esta línea, con estas grandes ideas sobre la mesa, se van a necesitar nuevas visiones, buenas ideas y, desde luego, excelentes profesionales para llevarlas a cabo. Pero, para ello, es importante que, a pesar del escenario poco halagüeño como el de la era post-pandemia, haya programas específicos –públicos y privados– que tiendan puentes entre los jóvenes que han acabado sus estudios y las empresas como, por ejemplo, Start de Banco Santander.

Un programa que permite a los jóvenes hacer prácticas profesionales en las diversas áreas de la entidad financiera, tiene una duración de nueve meses y está dirigido a personas de la rama técnica, finanzas, ADE, Derecho o Márketing o RRHH. Uno de estos jóvenes es Eduardo Asenjo, becario en Trade Capital Solutions (proveedor de tecnología para distribuidores), quien destaca la importancia de formar parte de una empresa internacional “en un momento atípico para adentrarse en el mundo laboral, una de nuestras grandes preocupaciones”.

“Entrar en el programa Santander Start me llenó de ilusión”

Afirma Asenjo que entrar en el proceso de selección de Start de Santander fue algo que “me llenó de ilusión”, aunque afirma que, debido a la pandemia y a los protocolos de seguridad establecidos en el Banco se retrasó el inicio de las prácticas.  “No obstante, el equipo de Recursos Humanos de la compañía”, afirma el joven, “no dejó que la incertidumbre llegase a los procesos de selección, manteniéndonos informados de la situación de todo y de la futura incorporación, que había sido pospuesta hasta que la situación se normalizase”.

Todo ello, además, y según cuenta, fue acompañado con cursos de formación, así como de una conferencia en la que explicaron a los becarios –recién contratados– las experiencias de antiguos becarios e, incluso, de una charla motivadora. Asenjo cuenta que los primeros días de prácticas “fueron un reto”, ya que “venía con el pensamiento de que en los bancos existía un ambiente competitivo y no iba a ser fácil abrirse camino, pero fue al contrario: recibí todo el apoyo por parte del equipo de Trade & Working Capital, que me ayudaron y me explicaron, durante los primeros días, los conceptos necesarios para poder entender mejor los productos con los que iba a trabajar”.

Un momento cambiante

Se trata de un momento, y es un sentir generalizado, de cansancio del que, sin embargo, surgirán notables oportunidades de trabajo y talento. Es tiempo, además, de la toma de decisiones valientes donde la preparación de hoy será primordial para los líderes profesionales del mañana porque, entre otras cosas, el mundo es tan cambiante que la reinvención tendrá que ser constante.

El escenario post-covid requiere, además, de cambios constantes, ya que la pandemia ha dejado claro que el mundo no puede funcionar como hasta ahora y por ello, una vez más, los jóvenes van a ser los protagonistas de estos cambios. Se requerirá también emprender aprendizajes personales para cumplir retos y, por supuesto, tener en cuenta que un día hablaremos de la Covid-19 en pasado y debemos poseer la certeza de haber llevado a cabo una serie de transformaciones que han contribuido a la reconstrucción económica, social e intelectual de los países.

En este sentido, Asenjo destaca que, además del aprendizaje del día a día en una multinacional como Banco Santander, este también ha facilitado al participante de Start la posibilidad de elevar su formación dándole acceso a un Máster de Finance & Data Science. “Estoy aprendiendo entre otras cosas, diferentes lenguajes de programación, tan necesarios hoy en día para poder tratar las grandes bases de datos de las que se disponen”, detalla.

En resumen, concluye Asenjo, “agradezco formar parte de una entidad tan importante, tanto por su presencia global como por su innovación y adaptación, y en la que tengo tanto que aprender. Y, a pesar de momentos en los que el trabajo se complica, es precisamente cuando se aprecia el  equipo y más me motiva hacer lo que me gusta”.