A medida que la sociedad evoluciona, cambia sus gustos y hábitos, también lo hacen las ciudades. De esta manera, se adaptan a las necesidades de las personas. El objetivo es alcanzar un modelo sostenible y eficaz con la tecnología como telón de fondo.
La ciudad noruega de Bergen tiene un sistema inteligente de gestión de restos; en Boston regulan el tráfico mediante datos meteorológicos y de circulación; y en Barcelona se mejora el gasto de agua para el riego a través de sensores. Las Smart cities del futuro ya están en marcha.
Fuente: Opinno, editora de MIT Technology Review en español
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