“AFIM Salamanca es una entidad pequeña que trabaja –a nivel nacional y regional– en la formación, ayuda e integración laboral de personas con discapacidad. Impulsamos su inclusión en todos los ámbitos de la vida, pero para ello tenemos que ser capaces de atajar la brecha digital y que puedan tener acceso a algo tan sencillo como un e-mail, un portal de empleo o pedir cita para el médico, por ejemplo, a través de un ordenador o un móvil”. Así es como Mila Benavente, delegada de la Fundación AFIM (Ayuda, Formación e Integración de Personas con Discapacidad) en Salamanca, explica los problemas que este colectivo se encuentra a diario cuando van a llevar a cabo acciones cotidianas.
Detalla también que, como muchas asociaciones del tercer sector, AFIM Salamanca se encuentra con el obstáculo de los recursos económicos a la hora de conformar y desarrollar actividades digitales con las personas con discapacidad intelectual. Para poder saltar esta barrera, entidades como esta tienen que apoyarse en grandes compañías que las ayuden a seguir creciendo, tal y como hace Banco Santander, que cuenta con iniciativas que van dirigidas a contribuir al desarrollo y el impulso del tercer sector. “A nosotros la brecha digital nos afecta mucho porque, además de no contar siempre con los recursos y las herramientas digitales necesarias para enseñarles, también aprendemos más despacio, necesitamos más tiempo y hoy todo va con demasiada velocidad”, expone.
Las barreras de la brecha digital
AFIM Salamanca, comenta Benavente, trabaja “tanto con personas jóvenes como adultas que poseen diversas necesidades de apoyo. Lo que buscamos es darles la mayor autonomía posible, que estén incluidas en la sociedad, que participen como un ciudadano más y tengan un empleo con el que llevar a cabo su proyecto de vida”.
Por esto, y con el fin de poder dar un mejor servicio e impulsar la digitalización de la fundación, así como de las personas con discapacidad intelectual con las que trabajan, desde AFIM han creado un proyecto para digitalizar un aula totalmente y enseñar a sus asociados a acciones tecnológicas sencillas y lo presentaron a Santander Social Tech, el programa de Fundación Banco Santander que apoya la digitalización de las organizaciones con vocación social como ellos con el fin de ayudarles en su transformación digital para mejorar el impacto y la eficiencia de sus acciones.
“En primer lugar, fuimos a un taller –Talleres Santander Social Tech– de Banco Santander donde nos asesoraron sobre la mejora de la red social y fue muy enriquecedor e interesante. Pudimos mejorar nuestra comunicación digital y online, avanzando en nuestra digitalización y ayudar aún más a las personas con las que trabajamos. Éstas encuentran con muchas barreras a la hora de usar internet o herramientas tecnológicas, date cuenta que hoy casi todo lo hacemos con el acceso a un ordenador, si quieres un trabajo debes entrar en las plataformas de empleo, por ejemplo. Por tanto, la formación es esencial”, destaca la delegada de AFIM Salamanca.
Apoyo en la digitalización del tercer sector
Gracias a Santander Social Tech, Fundación AFIM Salamanca ha tenido acceso a una ayuda económica de 5.000 euros gracias a la cual han podido desarrollar el aula virtual donde “enseñar a las personas a estar y desenvolverse en un mundo digitalizado totalmente, es importante que estén preparados para el mundo en el que van a vivir. No podemos obviar que ya casi nadie te atiende en una ventanilla para hacer un trámite administrativo, por ejemplo. La falta de ese trato humano hace que las personas con discapacidad lo tengan más complicado”.
En España, según datos de la Fundación Acción Social y la Fundación PwC, hay alrededor de 30.000 entidades dedicadas a la acción social, también conocido como el Tercer Sector. La mayor parte de ellas, es verdad, comenzaron a trabajar en ámbitos pequeños y con infraestructuras sencillas, sin embargo, poco a poco se han ido profesionalizando y digitalizando para elevar exponencialmente el impacto positivo de sus acciones.
En este escenario, además de los fondos públicos que pueden recibir, es fundamental la acción del sector privado, ya que no solo tienen la capacidad de aportar fondos, sino también experiencia y asesoramiento como el que brinda Santander Social Tech de Fundación Banco Santander.
Y es que reconoce Benavente que la ayuda económica “nos ha venido fenomenal, estamos muy agradecidos, ya que el dinero nos ha permitido actualizar el aula y seguir enseñando a estas personas a estar un poco más en el mundo real. Ahora vendrán más retos y, sin duda, la digitalización formará parte de ellos”.
Una afirmación que, además, avalan los datos porque, a pesar de que tercer sector sigue creciendo en cuanto a digitalización, aún queda camino por recorrer al no contar con los recursos económicos necesarios y formación ad hoc en ámbitos online. De hecho, según la segunda edición del Barómetro de la digitalización del tercer sector, elaborado por ISDIgital Foundation, la Fundación ISDI, en colaboración con el programa Talento Solidario de la Fundación Botín, el 91% de las organizaciones del Tercer Sector creen que la pandemia fue un punto de inflexión en cuanto a su transición digital, aunque sólo para un 40% esa transformación ha sido permanente.
Quinta edición de Santander Social Tech
Hasta el momento, Santander Social Tech ha ayudado a 529 Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) o Tercer Sector a mejorar sus competencias digitales. De ellas, 180 han recibido un servicio de asesoramiento personalizado para mejorar la digitalización de un área concreta de su organización y 160 han recibido ayudas económicas de 5.000 euros cada una para implementar mejoras digitales, como la que ha tenido la Fundación AFIM Salamanca. En total, se han destinado más de 750.000 euros en ayudas a la digitalización.
La quinta convocatoria de Santander Social Tech ya está en marcha. De modo que aquellas ONGs que quieran formar parte de ella y apostar por el impulso de la digitalización en su actividad, podrán inscribirse hasta el 23 de febrero a través de la web de la Fundación.