Las personas mayores de 65 años son un colectivo mucho más vulnerable frente a las estafas telefónicas y digitales que los más jóvenes. El motivo principal es que un alto porcentaje desconoce cómo usar de forma segura internet y sus dispositivos móviles. Una vulnerabilidad, además, que se eleva exponencialmente cuando hablamos del uso de las nuevas tecnologías aplicadas a las finanzas.

De hecho, debido a esta falta de formación digital, son los séniors quienes tienen más probabilidad de sufrir pérdidas financieras y que le roben a través de técnicas de estafa que se hacen por todos los canales posibles: email, teléfono, redes sociales, mensajes de texto o aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram, espacios donde las estafas son capaces de viralizarse y llegar a un sinfín de personas.

Por tanto, la precaución a la hora de dar nuestros datos personales o bancarios debe ser máxima, ya que es fundamental proteger nuestra identidad digital. Y es que, las transacciones bancarias digitales han crecido mucho en los últimos años, sobre todo, tras la pandemia donde se aceleró la digitalización de todos los ámbitos de nuestra vida.

Aumenta el uso de la banca online entre los séniors

Este hecho, además de ser un avance para hacer el día a día más cómodo, también es un espacio para la ciberdelincuencia. Según datos del Informe sobre el estado del fraude omnicanal 2023 de TransUnion, el porcentaje total de transacciones sospechosas de fraude hechas con tarjetas de crédito en 2022 a nivel global ascendió al 6,5%, lo que supone un 76% más que antes de la crisis sanitaria.

El mundo está cada día más conectado y el colectivo de mayores de 65 años no son una excepción. Seis de cada diez mayores de 65 años (59,5%) utilizan Internet, la mayor parte de ellos para hablar con sus familias, pero llama la atención que casi el 55% de los mismos lo usan para hacer gestiones bancarias, según datos de un Informe sobre Brecha Digital de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España-UDP. De acuerdo con los datos, crece cada día el número de personas mayores de 65 años que están inmersas en el espacio digital.

Aun así, queda un porcentaje que todavía no se ha pasado al mundo digital, por lo que las entidades, como Banco Santander, adaptan sus servicios a las necesidades de este colectivo. De igual modo, la entidad también pone a disposición de nuestros mayores una serie de iniciativas para ayudarles a integrarse en el ámbito digital, como su programa de Educación Financiera.

Por eso, el reto actual está en elevar la inclusión financiera de este colectivo para que no sean víctimas de estafas indeseadas y estén protegidos si se da en algún momento un escenario de un posible fraude como el phishing smishing. Y eso se consigue, entre otras cosas, con formación en el uso correcto de las aplicaciones bancarias con el fin de que hagan sus transacciones básicas con total seguridad.

Educación financiera y colaboración con universidades

En este contexto, Banco Santander ha enfocado su trabajo en pro de la educación financiera hacia este colectivo sénior y ha lanzado iniciativas como ‘Educación financiera para Mayores’. Un programa impartido por profesionales de la entidad de forma voluntaria en el que ya han participado más de 2.100 personas mayores de 65 años a lo largo de todo 2022.

Siguiendo con esta apuesta, Banco Santander alcanzó el pasado noviembre un acuerdo con la Universidad de Valladolid para favorecer la inclusión financiera de los más mayores realizando talleres de formación que incluyen el aprendizaje sobre el manejo de tecnologías, identidad digital y ciberseguridad, así como manejo de aplicaciones, apps, webs y otros soportes concretos del ámbito financiero.

Las clases, de las que ya se han beneficiado 840 personas en lo que va de 2023, son impartidas por 21 profesionales y se han desarrollado a través de los programas universitarios de mayores que impulsa la Universidad de Valladolid, entre cuyos fines y compromisos se encuentra evitar que este colectivo no se sienta excluido del sistema financiero ni del acceso a las herramientas tecnológicas que les permitan operar a distancia con los dispositivos tecnológicos.

Impulsado la educación financiera desde hace una década

La educación financiera es un pilar fundamental en Banco Santander. De hecho, ya ha acercado esta materia a 2,7 millones de personas en 2022 a través de los distintos programas que impulsa en los países en los que opera, con el objetivo de mejorar el conocimiento de conceptos financieros básicos entre los colectivos más vulnerables y así ayudarles a tomar decisiones informadas en su vida cotidiana.