“Irte a estudiar fuera de casa, al extranjero, puede cambiar tu vida por completo. Yo he estado un año en Inglaterra y he regresado con más madurez, más experiencia en muchos sentidos, muchas amistades y ¡hasta pareja! Se abren puertas al mundo”. Esta es una de las entusiastas conclusiones a las que ha llegado Ana Gema Gómez, una joven estudiante de 21 años que cursa el último año del Grado de Estudios Ingleses –antigua Filología Inglesa– en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y que ha estado un año en la ciudad portuaria de Southampton, en Reino Unido, con una beca Erasmus.

Un país al que, además, y según comenta, piensa regresar. No sólo porque tenga motivos sentimentales por los que volver, sino también porque quiere seguir estudiando y formándose. “Cuando termine quiero hacer un máster de Lingüística Forense y sólo hay oferta en Inglaterra. Antes lo había en Barcelona, pero no debía tener demasiada demanda. Así que me iré, sobre todo porque ahora tengo menos temor, conozco más el país, me manejo bien y tengo amigos a los que consultar las dudas”, aclara.

“Irme de Erasmus me ha dado oportunidades importantísimas de cara al futuro”

“Siempre recomiendo salir fuera a estudiar cuando alguien me pregunta por mi experiencia personal. Para mí todo ha sido perfecto, a pesar de que gran parte del curso debimos hacerlo online por el Covid-19, y me ha dado oportunidades importantísimas para adquirir un mejor currículum académico”, detalla. Sobre este último aspecto, además, Gómez lo tiene claro: “Es mucho más atractivo un perfil con una experiencia Erasmus, ya que denota –o al menos se supone, claro– que eres resolutivo, sabes cómo desenvolverte en otro país, idiomas, etc”.

En su caso, según explica Gómez, haber estudiado en Southampton a través de métodos y sistemas educativos diferentes a los españoles le ha ayudado a crecer académicamente y cree, y así lo manifiesta, que le ha hecho desarrollar aptitudes muy importantes para el futuro. “En Inglaterra no estás sentado en una silla escuchando a los profesores y luego haces un examen, este tiene mucho menos peso. Lo importante son los trabajos que llevas a cabo, la experiencia de documentarte y buscar información, el día a día, así como relacionarte con otras personas para trabajar en equipo o coger soltura para hablar y hacer presentaciones en público”, añade.

La ayuda fundamental de acceder a becas

Gómez, eso sí, reconoce que el irse de Erasmus requiere también de una capacidad económica que permita una estancia moderadamente cómoda. “Aunque tengas ahorros, sin una beca es muy complicado irse a otro país. Debemos tener en cuenta, y esto quien se ha ido de Erasmus lo sabe, que la beca de Educación no te da para casi nada”, explica.

Por ello, aclara la estudiante madrileña, “pedí una ayuda del programa de Becas Santander Erasmus, de Banco Santander, y me la dieron. Era de unos 500 euros, y puedo asegurar que todo fue más fácil y la diferencia de ir o no con ese dinero a Inglaterra fue importante porque me permitió no sólo estudiar y evolucionar académicamente, sino también olvidarme de preocupaciones como hacer una mejor compra, tener un piso mejor o poder hacer actividades de ocio sencillas sin pensar demasiado en el dinero”.

También recomienda Gómez mirar bien el destino que elijamos. “Algunos países son más económicos que otros, siempre es importante mirar eso también. Inglaterra es cara, así que esta beca de Santander me vino genial. He podido estudiar asignaturas que no hay en España y encontrar puertas abiertas para mi futuro, al menos el más cercano. Aquellos meses fueron los mejores de mi vida”, concluye simpática.

Banco Santander ofrece más de 2.100 becas Erasmus de movilidad internacional

La experiencia de Gómez deja patente que la experiencia que brinda el ir a estudiar fuera no tiene parangón. No sólo porque hay un crecimiento humano y académico, sino porque también se adquieren conocimientos y aptitudes imprescindibles que permiten estar preparados para acceder al mercado laboral.

Éste, no cabe duda, cambia y evoluciona cada día, por ello, necesitamos estudiantes que adquieran experiencia, resiliencia, desenvoltura, idiomas, etc, con el fin de conformar grupos de trabajo más diversos, competitivos y comprometidos que tendrán, además, un impacto directo a la fortaleza de nuestro país.

De ahí la importancia de los programas de becas estatales, así como aquellos que proceden del sector privado como las Becas Santander Erasmus. Una iniciativa que apoya la movilidad de los jóvenes universitarios con el fin de reconocer la excelencia académica de los Becarios Erasmus+, así como impulsar la inclusión educativa y la igualdad de oportunidades. En su cuarta edición, este programa de Banco Santander ofrece más de 2.100 becas, sobre todo a aquellos universitarios que más lo necesitan y cuyo plazo de inscripción finaliza el próximo 15 de marzo. Aún queda tiempo para solicitar una de estas becas a través de www.becas-santander.com

La entidad ha destinado más de 5,5 millones de euros a este programa del que ya se han beneficiado más de 10.000 estudiantes universitarios españoles.