Bosco Emparanza es CEO y fundador de la startup Moa Foodtech, una compañía innovadora que usa la biotecnología y la Inteligencia Artificial (IA) para transformar subproductos en ingredientes de alto valor añadido a través de diferentes procesos de fermentación. Este emprendedor trabajaba por cuenta ajena, pero durante la pandemia, “con más tiempo libre de lo habitual”, pensó que podría desarrollar su propio negocio “aunando mis dos pasiones: la biotecnología y la sostenibilidad”.

Es en este momento preciso, apunta, cuando nace Moa Foodtech. “Sabía que no podía hacerlo solo, así que pronto busqué la alianza de Susana Sánchez, nuestra directora científica, y de José María Elorza, que es el director financiero”, comenta en conversación telefónica Emparanza, antes de partir hacia Asia, uno de sus grandes mercados.

Alianzas con grandes empresas

El equipo de Moa Foodtech @MoaFoodtech

La idea de este empresario está todavía con programas piloto, pero gracias a alianzas que Moa Foodtech tiene con grandes nombres del mundo de la empresa como Barilla, Incarlopsa o Embutidos Martínez se espera que pronto esté 100% activa en el mercado, sin obviar el empujón y la ayuda que recibe de entidades como Banco Santander, quien apuesta por quienes quieren materializar una idea y contribuyen con esta a través de formación o financiación.

“Para nosotros estas alianzas son fundamentales, estamos en una fase aún inicial. Diría que ir de la mano de grandes empresas es la única forma de seguir avanzando y creciendo, ya que yendo de la mano de estas firmas con peso tendremos la capacidad de llevar a cabo tecnologías más escalables”, apunta.

Este tipo de proyectos van a tener un impacto positivo sobre el cuidado del planeta y la sostenibilidad al estar revolucionando la industria agroalimentaria. En esta línea, comenta el CEO de Moa Foodtech, “estamos hablando de una de las actividades actuales que más contamina. No porque los ingredientes que se usan en la producción agroalimentaria sean contaminantes en sí mismos, sino por la forma y los procesos que se usan para poder producir el alimento necesario para alimentar a tantísima población”.

Transformar la industria agroalimentaria

Y es que la producción de alimentos de origen animal genera una alta cantidad de emisiones de CO2, según el estudio Global greenhouse gas emissions from animals-based foods are twice those of plan-based foods. El mismo análisis indica, además, que la producción de alimentos de origen vegetal para consumo humano genera el 29% de las emisiones contaminantes. Ante estos datos, Emparanza argumenta que si queremos que esta industria agroalimentaria sea sostenible “debemos buscar nuevas opciones de producción, ser más eficientes y, por tanto, conseguir ser menos contaminantes. Un ejemplo, la compañía Barilla produce alrededor de 200 toneladas de residuos, todo va destinado a la alimentación animal; lo que nosotros conseguimos usando nuestro proceso de fermentación es una transformación de esos residuos en ingredientes de alto valor”.

Asesoramiento para emprender

Esta idea emprendedora ha caído muy bien al mercado de la innovación y la agroalimentación, y está siendo ampliamente aceptada tanto por empresas aliadas (partners) como por los inversores. “Tenemos la suerte de que vienen a buscarnos y ya nos han llamado de diferentes foros internacionales de alimentación en Suiza o EEUU, por ejemplo, con el fin de contar qué es lo que hacemos. Eso nos ha dado mucha difusión”, aclara.

La startup, tras la fase súper inicial –conocida en el sector del emprendimiento como semilla–, se encuentra en la etapa del asentamiento y la estabilización de su idea de negocio. En esta andadura empresarial, como en cualquier otra, se requiere de apoyos iniciales, tanto financieros como de asesoramiento jurídico.

En este momento, Moa Footech está sentando las bases del negocio: “Tenemos más de 100 potenciales clientes en varios puntos del mundo. Está teniendo una gran acogida en el Norte de Europa, Asia, México, Canadá y también España que, desde la pandemia, se ha transformado mucho, aunque son necesarias ideas innovadoras, que es lo que nosotros ofrecemos”.

El pasado año, esta startup fue reconocida con el galardón Santander Global Challenge: Food to the Future, una iniciativa de Banco Santander y Oxentia Foundation, por su propuesta enmarcada en el uso de la tecnología para innovar en la agroalimentación, así como en soluciones medioambientales y salud de los alimentos.

Exposición internacional para atraer inversores

“Aquello fue un buen comienzo para nosotros”, asegura este empresario, pues, además de una ayuda económica, gracias a Banco Santander y Santander X consiguieron ser muy conocidos: “formar parte de esta red de startup de la entidad financiera en todo el mundo nos ha dado mucha exposición y nos ha traído a muchos inversores de EEUU. Lo que más agradecemos”, detalla el emprendedor, “es que Banco Santander está muy cerca de la startup y nos da mucha facilidades, formación y asesoramiento porque al comenzar siempre necesitas mucha información y varias cabezas pensantes que te echen una mano”.

Reconoce Emparanza, además, que “lo más complicado del proceso de hacer realidad una idea no sólo es conseguir la inversión, que también es algo arduo, sino cerrarla definitivamente porque hay muchas aristas legales y jurídicas que debes conocer, y en esto Santander también nos ha ayudado”.

Es el momento del emprendimiento

El emprendimiento lleva años ganando terreno. En España, según datos del Mapa del Emprendimiento 2022, las startups nacionales avanzan con buena salud y muchas de ellas ya alcanzan los tres años de vida de media. Aunque es un dato importante, hay que tener en cuenta que muchas de ellas no salen de su fase semilla o inicial, bien por falta de medios económicos o de correcta asesoría.

No obstante, lo imprescindible para arrancar un negocio es tener al lado un partner como Banco Santander, entidad que lleva años trabajando del lado de quienes quieren materializar una idea y lo hace a través de iniciativas como Santander X 100, una comunidad global que pretende conectar y apoyar los proyectos emprendedores más relevantes y para fomentar y apoyar la innovación como motor de productividad, crecimiento económico y empleo.