La aportación de la diversidad siempre es positiva dentro de cualquier colectivo, ya sea social o empresarial. Los entornos construidos con personalidades y talentos diferentes construyen equipos más competitivos, más solidarios, más humanos y, en definitiva, más completos. No estamos solos, estamos conectados, razón por la que en el marco laboral son esenciales tanto la diversidad y la inclusión de diferentes nacionalidades, sexos o generaciones. Sólo así se crean verdaderas organizaciones comprometidas y competitivas.

Todos los colectivos de la sociedad deben tener cabida en las empresas, encontrar un empleo con el que sentirse integrado y desarrollarse como persona y profesional. Por ello, es tan importante que las empresas lleven a cabo políticas de contratación que fomenten la inclusión laboral de personas con discapacidad. Además, son personas que transmiten grandes valores como la capacidad de superación, el entusiasmo por la vida y el trabajo; mientras que la empresa les transmite realización, sentimiento de pertenencia, así como autonomía laboral.

Mejora el clima laboral y conecta mejor con el público potencial

Desde la Fundación Addeco defienden, y así lo expresan, la presencia de este colectivo –que supone el 10% de la población– mejora el clima laboral de las empresas y despierta en la plantilla el orgullo de pertenencia por trabajar en una organización que fija el talento en las personas y no en aspectos externos. Apuntan, además, que eleva la competitividad porque conecta mejor con su público potencial.

Las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para fomentar la contratación de empleados con discapacidad contribuye, además, a construir una sociedad más ecuánime, integradora e igualitaria. De este modo, la empresa refuerza su imagen y reconocimiento social, convirtiéndose en un modelo para otras compañías. Desde la Fundación Randstad, por su parte, afirman que el trabajo es una herramienta fundamental de inclusión, ya que se trata de la principal vía de acceso a los recursos económicos, evitando con ello el riesgo de exclusión socio-laboral.

Sociedades más justas e integradoras

Según el informe ‘Jóvenes, Discapacidad y Empleo, una radiografía para la reflexión’ de la agencia de empleo, poseen una gran capacidad de adaptación. Sólo en un 10% de los casos, las personas con discapacidad tuvieron dificultades para adaptarse a su puesto, y sólo un 8% presentó algún problema de productividad inicial. Es decir, se integran rápidamente a las funciones que se les asignan y cumplen con la exigencia requerida en ese trabajo desde el primer momento. El mismo análisis detalla que suelen tener una buena disposición al trabajo y una gran motivación en su día a día

Además de las ventajas sociales, hay que recordar que la incorporación de este colectivo a las plantillas tiene algunas interesantes ventajas fiscales y bonificaciones dependiendo del contrato y del porcentaje de discapacidad. No obstante, y a pesar de los avances en la inclusión laboral de las personas con discapacidad, la tasa de ocupación de este colectivo es todavía del 2,89%, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), cuando representan casi el 5% de la población española en edad laboral, según datos del INE.

Empresas conectadas por la inclusión laboral

Para ir paso a paso avanzando en la diversidad laboral y que ninguna persona se quede fuera del mercado de trabajo debido a su condición de discapacidad, desde el Gobierno se impulsó la Ley General de la Discapacidad (LGD), una normativa que exige a las empresas de más de 50 trabajadores la obligatoriedad de incorporar un porcentaje de empleados con discapacidad no inferior al 2%.

Por su parte, las empresas son cada día más inclusivas y llevan a cabo proyectos emprendedores para contratar a los mejores y diversos talentos. Por ejemplo, desde Iberdrola, a través de su Convocatoria de Ayudas Sociales, se apoya la actividad del Centro Ocupacional de 3Olivos de la Fundación Síndrome de Down Madrid donde ofrecen formación teórica y práctica a los mayores de 18 años para fomentar la inclusión en el mercado laboral.

Por su parte, otra de las grandes compañías de nuestro país y a nivel internacional como es Banco Santander también contribuye de manera activa a la inclusión laboral de personas con discapacidad a través de colaboraciones e iniciativas en todo el mundo. Sólo el pasado año, un 1,7% d la plantilla del grupo financiero tenía algún tipo de discapacidad, sin contar con el personal de EEUU y México.

Destaca el proyecto ‘Abre tus sentidos’, a través de la Fundación Universia, que fomenta la inclusión laboral de personas con discapacidad, así como la iniciativa ‘Santander Incluye’ que reserva el 10% de las prácticas formativas de estudiantes en su centro corporativo para universitarios con discapacidad haciendo posible que puedan completar su formación académica con una experiencia de empresa.

Además, las iniciativas de Banco Santander se impulsan a nivel internacional con proyectos a alimón con la Fundación Taca y la Fundación Luz en Chile, ambas dedicadas a la inclusión de personas con discapacidad, así como el proyecto ‘Differently Abled’ en Polonia e ‘Integración Laboral de Personas con Síndrome de Asperger’ en Portugal.

Por su parte, Inditex, el gigante textil español, posee el programa ‘For & Form’ para dar empleo estable a personas con discapacidad física, intelectual y trastorno mental. Las tiendas ‘For & Form’ están bajo franquicia y están gestionadas por entidades sin ánimo de lucro que son expertas en discapacidad como la Fundación Molí d’en Puigvert o la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade, entre otras. Desde 2002, momento en el que comenzó el programa, la cotizada gallega ha abierto 14 tiendas de esta modalidad que dan empleo a 167 personas con alguna discapacidad y sus beneficios se reinvierten al completo en las organizaciones sociales que gestionan las tiendas.

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