Más de 30 millones de toneladas de plásticos contaminan los mares y los océanos poniendo en peligro la vida marina de millones de especies, así como de nuestras áreas costeras. Según estudios de la Pew Charitable Trusts, cada año entran en los mares casi 13 millones de toneladas, es decir, como si se volcase un camión lleno de basura al mar cada minuto.

Las cifras son apabullantes. Por eso, de manera colectiva debemos como sociedad adquirir el compromiso de mantener limpias las playas, las costas, los ríos o los bosques para evitar la paulatina destrucción de nuestro planeta. Y no sólo concienciarnos de que debemos cuidar de nuestro alrededor, sino también transmitir a los más pequeños la importancia de reciclar, no tirar basura al suelo, usar el agua necesaria, etc. Pequeños gestos que suman mucho si todos los llevamos a cabo porque la responsabilidad es de todos.

Y es que es con unidad, y desde niños, como se puede cuidar del mundo y eso, sin duda, incluye la naturaleza. Esto lo saben bien Celia Pérez y Hugo Barreiro, dos de los pequeños voluntarios de Santander Natura, programa de Banco Santander que contribuye a la conservación de los ecosistemas en España, que sólo tienen 9 y 6 años, respectivamente, y han acudido con sus familias a limpiar la playa de Bastiagueiro (A Coruña).

Ambos niños están convencidos de que debemos actuar y cuidar del planeta porque es un hogar para todos. “Debemos cuidar la playa y tenerla limpia, a todos nos gusta poder venir aquí a jugar con nuestros amigos”, explica Celia. Por su parte, Hugo está convencido de que las cosas pequeñas consiguen metas muy grandes asegurando que “los niños podemos cuidar el planeta cogiendo una botella del suelo y tirándola a la papelera”

Nuestras casas están limpias y ordenadas. Por ello, es comprensible el argumento que brinda Celia cuando habla de dedicar tiempo para limpiar el lugar donde juegan y viven. Las playas son de todos, es nuestra responsabilidad tenerlas limpias de basura y no dejar al azar nada para que ningún plástico se adentre en el mar. Y es que los expertos explican que este material tarda décadas en desintegrarse y que, además, cuando lo hace, los mares y los océanos se llenan de pequeñas partículas que dañan gravemente la biodiversidad marina.

Precisamente, Patricia Aramburu, madre de Celia y empleada de Banco Santander que participa como voluntaria en Santander Natura en las costas gallegas, pone el foco en la importancia de cuidar los espacios de proximidad: “Siempre hemos vivido cerca del mar, veraneamos aquí desde niños y nos gusta tener el mar cerca. Me encanta venir a colaborar, a tener las playas limpias por proximidad, porque vengo aquí con mis hijos. Al final es como cuidar mi casa”.

Debemos tener en cuenta que cuidar de nuestras playas, nuestras costas, nuestros bosques o parques no es una opción, es una obligación moral con la sociedad y con la naturaleza porque debemos ser conscientes de que los recursos naturales son finitos y pueden no regenerarse jamás si no los cuidamos con políticas y gestos sostenibles.

En este sentido, explica Yago Barreiro, padre de Hugo y también empleado de la entidad en Galicia, que lo que se pretende con esta iniciativa de Banco Santander en la que ya han participado más de 800 empleados junto a sus familias y se han recogido alrededor de una tonelada, “es cuidar de lugares comunes que a mí, en este caso, me recuerdan a mi infancia y a momentos felices de cuando venía con amigos y familia”.

Santander Natura lleva funcionando desde 2019

La limpieza de esta playa de A Coruña se engloba dentro del compromiso de la entidad con el medio ambiente que se materializa en iniciativas como Santander Natura. El programa comenzó hace cuatro años, y desde entonces cientos de empleados voluntarios –acompañados de sus familias– han participado en acciones promovidas por la entidad mediante esta iniciativa, entre ellas, la limpieza de playas en Galicia y Asturias, así como plantación de árboles en Zaragoza y Toledo o la recogida de plásticos y basura en riberas de ríos como el del Tormes, el Saja o el Guadiana.

Iniciativas que han tenido resultados tan importantes como la retirada de más de una tonelada de residuos, la participación de decenas de niños y adolescentes en talleres de aves, la construcción de numerosas cajas nido con materiales reciclados en distintos bosques españoles y, sobre todo, la toma de conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro planeta.

Imprescindible en la hoja de ruta de las empresas

El desarrollo de ideas innovadoras relacionadas con la sostenibilidad y el cuidado del planeta ya no son una opción que no deban contemplar las grandes compañías, sino que son –y deben ser– un compromiso imprescindible en sus hojas de ruta. Un escenario cambiante y retador en el que empresas como Banco Santander están apostando por iniciativas tan interesantes como la de Santander Natura, aunque el trabajo vinculado al cuidado del medio ambiente es, desde hace muchos años, una prioridad para la entidad presidida por Ana Botín.

En este sentido, Banco Santander está decidido a liderar la transición hacia una economía verde. De hecho, ya hace dos décadas que financió las primeras plantas fotovoltaicas en España, es miembro de la Net Zero Banking Alliance, y sigue trabajando para alcanzar las cero emisiones netas en 2050 tanto en su propia actividad como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece.

Líder en financiación de proyectos renovables y otras iniciativas

Santander ha cerrado el primer semestre del 2022 como líder mundial en financiación de proyectos de energías renovables, con un monto total financiado de más de 2.400 millones de euros en 33 operaciones y una cuota del mercado mundial del 6,4%, según el ranking de Infralogic.

Además, también en materia verde, participa en Motor Verde, la iniciativa impulsada por Fundación Repsol y el Grupo Sylvestris, a través de la cual se persigue la reforestación a gran escala de tierras que han sufrido incendios o están inutilizables. El primer proyecto que cuenta con la colaboración de Santander tiene como escenario Caminomorisco (Cáceres) donde se reforestarán 600 hectáreas que albergarán el primer Bosque Santander, de los tres que contempla la aportación de la entidad.

En esta estrategia sostenible y de cuidado del medio ambiente, también juegan un papel destacado los clientes a los que la entidad hace partícipes. Así, Santander va a facilitar a sus clientes el reciclaje de sus tarjetas de débito y crédito caducadas en sus cajeros automáticos. Tarjetas que tendrán una nueva vida: pasarán directamente a un proceso de reciclado en el que se reutilizarán para la fabricación de mobiliario urbano.

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