El planeta está inmerso en un cambio permanente gracias al aumento de la consciencia de cada uno de nosotros. Despertar y tener conocimiento de que nuestros actos, decisiones y reflexiones tiene un impacto sobre el conjunto de la sociedad y es una herramienta fundamental para la evolución desde el punto de vista individual y colectivo. Y esta premisa es válida no sólo en las relaciones personales entre nuestros iguales –nuestras familias, amigos y conocidos–, sino también en el seno de las organizaciones privadas y públicas.

La concienciación es –y cada día lo será más– el eje que marca la forma de hacer negocios. Las empresas, independientemente de su tamaño, abandonan la visión tradicional del beneficio o dividendo a los accionistas para dejar paso al conocido como ‘triple impacto’ o ‘triple balance’: personas, planeta y riqueza. Un cóctel donde se mezclan ejemplarmente las actividades empresariales y los programas sociales. Un doble privilegio para las compañías: tener capacidad de generar para tener la suerte de dar.

Desde SANNAS, la Asociación de Empresas por el ‘Triple Balance’, se explica en su manifiesto que, efectivamente, resulta “inimaginable pensar en una sociedad avanzada sin empresas modernas que asuman su papel vertebrador y que le den sentido a lo que producen y, sobre todo, a cómo lo producen”. Debemos avanzar hacia un modelo, detallan, donde se vaya “más allá de la legislación laboral” para construir una sociedad “más justa y más sostenible”. Se trata de una cuestión que, además, quedó clara en el último Foro de Davos: “El propósito de las empresas es colaborar con todos sus stakeholders en la creación de valor compartido y sostenido”.

De clientes a participantes activos

Por su parte, Andy Stalman, uno de los mayores expertos en branding del mundo, recuerda que “las empresas ya no pueden limitarse a cumplir con su rol de diferenciación, sino que, además, tienen que colaborar en la construcción de una sociedad más justa”. En definitiva, y a tenor de las palabras de Stalman, a día de hoy es muy complicado ser distinto por un producto final porque lo imprescindible es contribuir a una sociedad más justa. Sólo de este modo los clientes dejan de ser clientes para ser participantes activos de un proyecto.

Por esta razón es fundamental que las organizaciones cuenten con iniciativas que impulsen, no sólo el respeto por el medio ambiente, sino también la diversidad y la inclusión de todas las personas que forman parte de nuestra sociedad. “Las marcas están generando una nueva relación con las personas, una relación poderosa que convierte a los clientes en creyentes, porque una marca irrelevante tiende a desaparecer”, apunta Stalman. Una vez más solo se quedan en la mente de las personas aquellas compañías que impulsan iniciativas que pasan por el corazón, parafraseando una vez más a la rebelde consultora de branding, Inmaculada Urrea.  

El incuestionable valor de la empatía

La campaña de Banco Santander que lucha por la inclusión social, ‘Abre tus sentidos’, combina los dos ingredientes fundamentales, anteriormente citados, para dejar huella en la sociedad. La entidad, a través de la Fundación Universia, trabaja para que la inclusión y la gestión del talento cargado de diversidad de las personas con discapacidad. Para ello, impulsan medidas y sesiones de concienciación y trabajo en equipo para que universitarios y empleados en prácticas reflexionen sobre la discapacidad de manera empática.

La empatía se convierte en un concepto fundamental en estas sesiones porque, sólo concienciando sobre el valor de conformar equipos dispares, se consiguen grandes retos empresariales. Para llevar a cabo iniciativas como ‘Abre tus sentidos’, la compañía cuenta con asociaciones y organizaciones que trabajan en el ámbito de la discapacidad como la Fundación Deporte y Desafío, la Fundación Emilio Sánchez Vicario, la Asociación Achalay, la Fundación Manantial o la Asociación Hydra, entre otras.

Desde que se pusiera en marcha en 2018, según datos de la compañía, han participado más de 1.000 profesionales de la sede corporativa de Boadilla del Monte (Madrid). Concretamente, en la segunda edición de ‘Abre tus sentidos’ han participado más de 170 becarios de Banco Santander y han demostrado que son una generación inclusiva que quiere aprender cómo es la vida de las personas con alguna discapacidad y los retos que cada día superan. Retos cotidianos que, para ellos, a veces, resultan un logro sin parangón.

Santander, líder europeo en diversidad

Iniciativas como la de ‘Abre tus sentidos’ han contribuido al reconocimiento internacional de Banco Santander en materia de inclusión social y financiera gracias a sus programas de educación y apoyo a proyectos de desarrollo social y medioambiental. En este sentido, la entidad de Ana Botín fue elegida ‘Leader in Diversity 2020’ por el ‘Financial Times’ como una de las empresas europeas que mayor compromiso muestra con la diversidad.

Un ranking elaborado por un equipo de investigación paneuropeo pidió a más de 80.000 empleados de todo el Viejo Continente que valorasen a sus compañeros y a las empresas en ámbitos como la edad, el género o la discapacidad. En 2018, según el informe del banco sobre Diversidad e Inclusión, el 1,7% de los empleados del banco son personas con discapacidad y, además, ha obtenido el sello Solidum –Universal Design Innovation Solution– que certifica que las instalaciones están libres de barreras arquitectónicas.

La inclusión de personas con discapacidad en Banco Santander está marcada por la ética, el talento y la responsabilidad, ya que impulsa la independencia y la libertad y, tal y como reza el punto 10 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reduce las desigualdades sociales a la vez que hace crecer la riqueza de país.  En definitiva, la diversidad es buena para la sociedad, es buena para las empresas y es buena para el mundo.