Los profesionales dedicados al sector financiero defienden que la cultura financiera y los conceptos económicos básicos deberían estar presentes desde el colegio. De hecho, organismos como el Banco Mundial, el BCE o la CNMV, entre otros, han impulsado varios programas dirigidos a elevar la cultura financiera entre la población en general y los más jóvenes en particular.

Y es que, por ejemplo, saber qué es un préstamo y lo que implica, qué son los intereses, el IRPF, el IVA o cómo contratar una hipoteca o un plan de pensiones, entre otras cosas, tal como advierten los especialistas financieros, deberían ser conocimientos con los que todos deberíamos familiarizarnos desde niños. Sin embargo, la realidad es otra diferente.

El 75% de los españoles admite tener carencias en materia financiera

Es necesario –y de ahí que esta semana se haya celebrado el Día Internacional de la Educación Financiera–, no sólo tener conocimientos de un producto concreto y puntual que nos interese, sino también conocer de manera general cómo funciona el mercado del dinero y cómo afecta o puede afectar a nuestra vida cotidiana.

Este año, además, se pretende poner el foco en un uso de las finanzas responsable con el medioambiente. Bajo el lema “Tus finanzas, también sostenibles”, se quiere concienciar a la población sobre la necesidad de impactar positivamente en el entorno con cada una de nuestras decisiones financieras.

En este sentido, el seguimiento de los criterios ASG (Ambiental, Social, de Gobierno) a la hora de tomar cualquier decisión financiera debe convertirse en una costumbre. Para lograrlo, cada vez son más las entidades que cuentan en su cartera de productos con fondos de inversión sostenibles, bonos verdes y sociales, capital de riesgo social o préstamos verdes. Es el caso de Banco Santander, miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance, que pretende avanzar y también acompañar a sus clientes en la transición hacia una economía de cero emisiones netas para 2050.

La importancia de manejar la economía doméstica

En España la educación financiera es un aprendizaje pendiente. Según datos de PISA recogidos por la OCDE, los jóvenes españoles están más de diez puntos por debajo de la media en conocimientos de dinero, economía o finanzas. Pero, además, hay un detalle interesante más en este informe: el 95% de los encuestados afirma que los conceptos financieros los aprende en su entorno familiar.

Sobre este problema también han alertado desde la CNMV y Banco de España, según la última Encuesta de Competencias Financieras (ECF) hecha a personas entre 10 y 80 años de edad, el 75% de la población española admite que debe mejorar sus conocimientos en materia financiera.

¿Existe una solución a esta problemática?

En este sentido, desde la OCDE instan a los agentes públicos y privados que se impulsen programas educativos financieros e iniciativas formativas que mitiguen la falta de conocimientos.

“La educación financiera formal en la escuela puede contribuir también a la reducción de esa desigualdad en la generación siguiente”, enfatiza el citado informe. En esta línea, y con el fin de conseguir una inclusión financiera real y contribuir al progreso y el desarrollo de la sociedad, organizaciones como Banco Santander llevan años impulsando la educación financiera, sobre todo entre los colectivos más vulnerables de la sociedad.

Las participantes del primer taller de educación financiera a mujeres inmigrantes gracias a la colaboración de Banco Santander y la Fundación Miguel Castillejo. @BancoSantander

Seis millones de personas empoderadas financieramente desde 2019

Banco Santander desarrolla y colabora con múltiples iniciativas de educación financiera en los países en los que opera. Un ejemplo es el de Finanzas para Mortales, un programa que nació hace casi 10 años y que ha sido reconocido como uno de los principales programas de educación financiera en España, tanto por el Banco de España como por la CNMV.

Se trata de un proyecto con el que se busca lograr que los colectivos financieramente más vulnerables comprendan mejor la cultura financiera y económica actual con un claro objetivo inclusivo. La iniciativa impulsada por el Santander con la colaboración del Santander Financial Institute (SANFI) cerró 2020 facilitando educación financiera a 65.129 personas. Esta labor formativa es posible gracias a los empleados voluntarios de la entidad, encargados de impartir las sesiones de educación financiera a diferentes colectivos como mayores, niños y adolescentes o emprendedores sociales, entre otros.

Además, Finanzas para Mortales ha ampliado este año su radio de acción llegando cada vez a más colectivos financieramente vulnerables:

*Finanzas para Mortales-Justicia Educativa. A través de un acuerdo firmado entre Banco Santander e Instituciones Penitenciarias, se facilita educación financiera básica para la inclusión de las personas privadas de libertad en centros penitenciarios. De momento, se han impartido talleres en los centros penitenciarios de Teixeiro, El Dueso, Picassent y Burgos y se espera que se extiendan por otros lugares de la geografía española en las próximas semanas.

*Educación financiera para mujeres inmigrantes. Un programa específico que se imparte ahora tras el acuerdo de colaboración alcanzado con la Fundación Miguel Castillejo para la puesta en marcha de talleres formativos en la materia dirigidos a mujeres inmigrantes y otros colectivos en riesgo de exclusión de Andalucía.

Por otra parte, el banco también colabora con otras iniciativas nacionales como ’Tus finanzas, tu futuro’, promovida por la Asociación Española de Banca (AEB) que cuenta con el apoyo de Fundación Junior Achievement. Desde su puesta en marcha hace siete años, han participado un total de 500 profesionales de Banco Santander que han contribuido a mejorar el conocimiento en finanzas básicas a unos 5.400 jóvenes de educación secundaria.

Proyectos como los anteriormente descritos, además de otras líneas de acción como facilitar el acceso a servicios financieros básicos o proporcionar financiación y productos a medida para particulares y pymes con dificultades económicas, han contribuido al empoderamiento financiero de seis millones de personas desde 2019, en el camino que ha trazado la entidad, que pretende haber alcanzado los 10 millones de beneficiados en 2025.