Todos llevamos una vida online muy activa. Mandamos mensajes con nuestros móviles, nos llegan notificaciones oficiales de la Administración, mails comerciales, enviamos trabajos cualificados a nuestros compañeros de trabajo o de estudios, compramos de todo en las plataformas ecommerce, hacemos transferencias bancarias con nuestras aplicaciones móviles, y un larguísimo etcétera de actividades que son imposibles de enumerar.
Somos muy digitales y eso, además de conllevar aspectos positivos en comodidad y conectividad, también trae algunos riesgos de los que debemos cuidarnos si no queremos tener un sobresalto innecesario. Y, aunque en algún momento siempre solemos pensar que nosotros no seremos jamás una de las víctimas de los ciberdelincuentes, lo cierto es que los delitos online no paran de aumentar, según han alertado organismos de primer orden como el Banco de España y la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
Hoy en día, las ciberestafas son la actividad delictiva que más denuncias genera en toda España y acaparan casi el 90% de los delitos informáticos que rastrean desde la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional.
Aumentan las estafas por internet
Por eso, compañías como Banco Santander están trabajando para que sus clientes, profesionales y sociedad en su conjunto puedan tener una vida cotidiana online segura y que puedan comprar, navegar e interactuar digitalmente sin preocuparse. Es uno de los compromisos éticos que la entidad tiene con todos los agentes que intervienen en el mundo digital, razón por la que trabaja en mejorar la seguridad de sus sistemas y en hacer campañas de concienciación para que todos tengamos hábitos diarios que nos mantengan a salvo.
Así, bajo esta premisa, la entidad bancaria ha vuelto a lanzar su campaña sobre ciberseguridad y que tiene a Rafa Nadal como protagonista: ‘Santander, por una vida online y corriente’. El deportista de élite, que también opera con sus aplicaciones móviles y está conectado con su smartphone, nos muestra que si algo tenemos en común es nuestra vida online y digital, aunque sea uno de los mejores tenistas de la historia.
Prudencia y sentido común
En primer lugar, y para que no seamos víctimas de los ciberdelincuentes, usemos la prudencia y el sentido común antes de proporcionar nuestros datos personales y financieros, y revisemos bien la página y la entidad que nos los está pidiendo.
Sospecha (y mucho) de emails que quieren más información de la debida
Los correos de phishing que intentan engañarnos son una realidad. Debemos estar atentos a la gramática del mail, la ortografía y a los logotipos con colores raros, o mensajes complicados de entender. Los especialistas señalan que esto, además de darnos pistas de la estafa, debe ponernos en alerta porque lo suelen hacer para despistar.
¿SMS sospechoso? No hagas click
El smishing es un tipo de phishing que se hace a través de SMS y mensajes instantáneos maliciosos, un modus operandi que los delincuentes de internet usan con mucha frecuencia.
Se caracterizan por ser mensajes cortos y con carácter urgente, en ocasiones mal redactados. Al igual que con el phishing, presta mucha atención al remitente y, si tienes dudas, no hagas clic y ponte en contacto de inmediato con la persona o empresa que dice ser. Así todos podremos estar prevenidos; nosotros como usuarios y como la empresa en cuestión.
No compartas códigos de confirmación
Un código de confirmación es un doble factor de autenticación que normalmente recibes cuando estás finalizando una compra o transacción online, o en otras palabras, cuando un sistema necesita verificar tu identidad.
Por eso, y seguro que lo has vivido, suele llegar un código vía SMS que debes introducir para continuar la operación. Es muy importante que jamás compartas códigos de confirmación, ni números de confirmación personal (PIN), ni claves con nadie.
Recuerda, además, que en Banco Santander nunca te los pedirán. Así que cuidado.
Desconfianza ante llamadas no solicitadas
También el vishing es una táctica que utilizan los delincuentes para engañar a sus víctimas. Consiste en una llamada telefónica a través de la cual suplantan la identidad de otra persona o empresa con el fin de conseguir información sensible o que hagan una acción en su nombre: conseguir un código de confirmación (OTP) o hacer un pago, por ejemplo.
Los delincuentes pueden utilizar la urgencia para que actúes más rápido y sin pensar. De modo que, presta especial atención a llamadas no solicitadas de números desconocidos, si sospechas no dudes en colgar y contactarles directamente por un número de confianza.
En las redes sociales no compartas nada personal
Las redes sociales nos encantan a todos, pero igual que proporciona un contacto permanente con muchas personas, también tiene muchos riesgos. Por ello, debes ser consciente –y prudente– de lo que compartes en tus redes sociales porque la información podría ser utilizada por los ciberdelincuentes para ganarse tu confianza y hacerte caer más fácilmente en sus trampas.
Revisa los ajustes de privacidad y seguridad de tus plataformas y apps para que puedas controlar todo lo que compartes y a qué personas aceptas como seguidores.
Sólo compras en espacios de confianza
Comprar online también es algo muy habitual. De hecho, según datos de Visual Capitalist, el 86% de la población mundial ya compra y vende a través de internet. Por dar sólo un detalle, cada minuto seis millones de personas están haciendo una compra online. Por tanto, no cabe duda: hacerlo de forma segura es primordial.
Lo primero que debes hacer es verificar que la página web en la que compras es de confianza, fijarte que la URL empiece por HTTPS y tenga un candado cerrado. Esto significa que tus datos son cifrados antes de ser enviados. Por lo que es aconsejable desconfiar de las gangas y las ofertas que sean muy buenas como para poder creerlas.
Contraseñas únicas y complicadas de desencriptar
Las contraseñas son parte de nuestro día a día y las necesitamos todo el tiempo para acceder a nuestros perfiles y cuentas en Internet.
Recuerda que una contraseña es segura por su longitud, por lo que es importante que las frases de seguridad (passphrase) sean extensas y con varias palabras. Piensa que, aunque no lo creas, será más fácil de recordar y también difícil de descifrar. Y, además, no olvides utilizar contraseñas únicas para cada uno de tus perfiles o cuentas, no crees la misma para todo, ya que es peligroso.
Si caes en una ciberestafa, informa a tu banco
Y recuerda: si caes en alguna de las estafas que hemos descrito anteriormente, debes informar de inmediato a la entidad financiera con la que operes. En el caso de Banco Santander, tiene habilitadas diferentes cuentas de correo electrónico para que le informes sobre mails y mensajes sospechosos, así como llamadas desconcertantes que aseguran llamar de la entidad bancaria.