Los ciudadanos del mundo miramos al futuro con optimismo, a pesar de la subida del coste de la vida. De hecho, podemos poner cifras a nuestra mirada positiva: el 63% de la población mundial espera mejorar su bienestar en los próximos tres años, según el Índice Global del Progreso, un estudio realizado por Banco Santander y FT Longitude a diferentes grupos demográficos a nivel mundial.
Si miramos por países, podemos observar que los más optimistas en cuanto a su progreso futuro son los ciudadanos de América Latina y algunos puntos de Asia-Pacífico. De hecho, un 87% de los brasileños cree que mejorará su bienestar, junto con el 82% de los mexicanos, seguidos por el 75% de los indios. Este optimismo viene alentado, entre otros aspectos, por las previsiones económicas de los tres países, las cuales son altamente positivas.
Si nos detenemos a observar las cifras a nivel general, vemos que la nota global media es de 66 sobre 100. Así que, cuanto mayor es la puntuación, mayor es el grado de progreso y prosperidad que perciben las personas.
A la evolución de la economía, debemos sumar la creación de empleo, así como la salud y el acceso pleno a los cuidados sanitarios. Y en este sentido, en los países de Europa, Oriente Medio y África sólo el 66% afirma gozar de buena salud. También el medio ambiente es otro de los indicadores a tener en cuenta, así como sentirse seguro en la comunidad local, lo que eleva el sentido de pertenencia; ser valorado en el trabajo y poseer un nivel de ingresos suficiente para no tener preocupaciones económicas.
Eso sí, también la población es consciente de que el coste de la vida se ha incrementado en los últimos años debido a diferentes motivos inflacionistas, y eso ha hecho que los ciudadanos tengan resquicios de duda con respecto a su bienestar futuro, al menos en el corto y medio plazo.
El aumento de los precios afecta al bienestar
En este sentido, el 67% de los encuestados afirma que el aumento de los precios está afectando su bienestar, haciendo que un 60% asegure haber cambiado sus pautas de consumo, sobre todo cuando hablamos de la cesta de la compra, que es lo que más presupuesto mensual consume en los hogares. Según un análisis de Kantar Worldpanel, el 43,5% de la cesta contiene marcas blancas y la llenamos menos, lo que nos lleva a visitar hasta tres veces más los supermercados.
Esto nos lleva a valorar si vivir cómodamente es importante y, según este estudio, el 71% de los encuestados lo cree; pero sólo el 58% afirma poder permitírselo. La comodidad, en su pleno concepto, depende en un alto porcentaje de los ingresos que se tengan en los hogares. Es el único camino y lo afirma el 90% de los encuestados, quienes creen que los mayores ingresos garantizan que la cobertura del bienestar vaya más allá de lo esencial, aunque sólo el 63% asegura tener unos ingresos regulares que se lo permitan. Es más, el 61% de los encuestados expone que tiene falta de ahorros o ingresos, algo que consideran un obstáculo para acceder a un mayor bienestar.
El rol de los bancos en el avance de las sociedades
De ahí la creencia de que los bancos pueden mejorar la calidad de vida. Y así, pueden paliar esta situación a través de iniciativas, programas y servicios. Es más, el 83% de los encuestados a nivel internacional destaca que es importante tener acceso a servicios financieros, con el fin de disponer de liquidez en un momento dado. Bien para comenzar un nuevo proyecto, poder comprar una vivienda o un medio de transporte que nos dé libertad para ir a trabajar, así como acceder a formación y educación que nos brinde la posibilidad de formar parte del mundo laboral con las mejores y mayores garantías, y en igualdad de condiciones con respecto a nuestros conciudadanos.
Y es, en este punto, en el que las entidades financieras juegan un papel muy importante, ya que dan a las personas la posibilidad de progresar gracias al acceso de los servicios financieros disponibles, cada día más sencillos de comprender y de contratar. Procesos, además, allanados por la gran digitalización de la banca.
En definitiva, los bancos tienen en su mano la manera de poder ayudar a las personas a cumplir sus metas y expectativas, porque poseen las herramientas necesarias para conseguirlo y, por ende, ayudar al crecimiento socioeconómico de la sociedad en su conjunto. De hecho, según la Asociación Española de la Banca, los bancos españoles suministran casi el 50% de la financiación a nuestras empresas, tanto grandes corporaciones como pymes y autónomos.
Banco Santander es una de las entidades que tiene en su mano la oportunidad de ayudar a las personas. Para ello cuenta con diversas iniciativas que cubren algunos de los aspectos que se detallan en el estudio que ayudarían a mejorar la calidad de vida de las personas. La entidad financiera, entre otros servicios, ofrece programas e iniciativas destinadas a acercar la economía y las finanzas a colectivos considerados vulnerables, como los jóvenes o las personas mayores o con discapacidad. ‘Finanzas para mortales’, su programa estrella, está pensado para que estas personas entiendan los conceptos financieros de forma clara y sean capaces de gestionar su economía cotidiana.
Por otro lado, la compañía cuenta con programas dirigidos a los emprendedores, que buscan que su idea de negocio se convierta en realidad y en la fuente de sus ingresos. A través de Santander X, Banco Santander ofrece apoyo a las empresas de nueva creación y las guía en su crecimiento. Y, en este camino de crecimiento, la entidad que preside Ana Botín también se centra en los universitarios, contribuyendo a su crecimiento personal mediante becas que le abrirán puertas a un mejor futuro laboral.
Juan Cerruti, economista jefe de Banco Santander, explica que «las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante para mejorar los servicios financieros básicos, adaptándolos a las necesidades de particulares y pymes». Por ello, añade, «es fundamental educar sobre los conceptos financieros desde los primeros años en la escuela, así como fomentar la inclusión financiera, el emprendimiento y la empleabilidad».
Desde el punto de vista de la formación y el acceso a la educación, los bancos también son un elemento dinamizador del bienestar. «Debemos dar a las personas la oportunidad de avanzar y saltar al mercado laboral. Es una tarea crucial que deben afrontar gobiernos y grandes empresas por igual», detalla Cerruti.