En el mundo hay 1.000 millones de personas con algún tipo de discapacidad, es decir, el 15 % de la población mundial son personas con discapacidad y representan la mayor minoría del planeta, según la Organización Mundial de la Salud.

Las personas con discapacidad tienen más probabilidades de experimentar resultados socioeconómicos adversos, como menos educación, resultados de salud más deficientes, menores niveles de empleo y mayores tasas de pobreza –por la falta de oportunidades de empleo y educación, los salarios más bajos y el mayor costo de vida que supone vivir con una discapacidad–.

Entre los obstáculos a la plena inclusión social y económica de las personas con discapacidad se encuentran los entornos físicos y el transporte inaccesibles, la falta de disponibilidad de dispositivos y tecnologías de apoyo, los medios de comunicación no adaptados, las deficiencias en la prestación de servicios, y los prejuicios y estigmas discriminatorios en la sociedad, nos recuerda el Banco Mundial por medio de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CPRD), ratificada por 185 países, y que promueve la plena inclusión y participación de este grupo en la sociedad.

En España, el 35,3% de las personas de 16 a 64 años con discapacidad oficialmente reconocida eran activos, 0,7 puntos más que en el año anterior, según datos del INE publicados en diciembre de 2023. Estos datos hacen evidentes carencias en nuestro sistema, que no es capaz de incorporar con éxito a este colectivo al circuito laboral. Es en este punto donde la educación y el acceso en igualdad de oportunidades son una herramienta decisiva en la construcción de un futuro socioeconómico equitativo, ya que es un elemento básico para derribar cualquier barrera, superar desafíos y conseguir una autonomía, tanto desde el punto de vista personal como económico.

El acceso a la educación va íntimamente ligado a la empleabilidad y sirve por ello como un ascensor para la inclusión social de todas las personas. Sobre este aspecto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) expone que uno de los problemas de la empleabilidad de las personas con discapacidad es la falta de oportunidades para acceder a una formación de calidad que les permita adquirir las competencias y habilidades para entrar en el mundo laboral, mejorar su red de contactos o emprender proyectos.

Algunas de las soluciones que plantea el organismo internacional es promover y fortalecer los lazos entre las personas con discapacidad, las empresas, las organizaciones sociales y las instituciones educativas. En esta línea lleva años trabajando Banco Santander, a través de Fundación Universia, centrada en la mejora de la empleabilidad, desde una perspectiva de diversidad y equidad, comprometidos con el progreso de las personas con discapacidad y otros colectivos en riesgo de exclusión, en el camino hacia su desarrollo educativo y la alta empleabilidad.

Conectar y fomentar el talento universitario con discapacidad

Todo ello, lo teje Fundación Universia a través de diferentes iniciativas educativas y de fomento de la empleabilidad, como es el programa Mentoring para estudiantes universitarios con discapacidad, del que se ha lanzado una nueva edición. Se trata de un proyecto que consigue conectar a un mentee –un estudiante universitario o recién titulado con discapacidad– con un profesional de una empresa para potenciar el talento universitario con discapacidad y su acceso al mercado laboral.

El principal objetivo de esta iniciativa es que los estudiantes puedan ampliar la visión sobre sus propios estudios y las salidas que ofrecen, porque, además, todo ello les ayudará a desarrollar las habilidades necesarias para acceder al mundo profesional y conformar una red de contactos que les ayuden a crecer.

Un 20% de los estudiantes participantes acceden a un empleo

El programa Mentoring de Fundación Universia tiene varios aspectos relevantes, y una de ellas es que el mentee tiene la posibilidad de tener una experiencia directa con el ámbito laboral. Es decir, no es sólo algo académico o una mera adquisición de conocimientos, sino que tienen la opción de desarrollar una actividad en un espacio de trabajo real, de la mano de unos profesionales que ya tienen un bagaje profesional, los cuales tienden la mano a los participantes, ayudándoles a su desarrollo alrededor del conocimiento y a experimentar una suerte de entrenamiento laboral o prácticas.

¿En qué consiste?

Durante los meses de mayo y julio de 2024 se realizarán sesiones de conversación online, con una duración total de entre 10 y 20 horas. Además, Mentoring incluye la opción de practicar la conversación en un idioma extranjero gracias a la modalidad ‘Speaking without Frontiers’.

En esas sesiones, se tratan diferentes asuntos de interés para los estudiantes como las competencias demandadas en el mercado laboral; los roles que pueden existir dentro de una empresa; técnicas para la búsqueda activa de empleo; la importancia del networking, potenciando así las habilidades comunicativas y relacionales en el mercado laboral mediante la ampliación de la red de contactos profesionales, entre otros aspectos.

La iniciativa, desde su puesta en marcha en 2019, ha generado 160 conexiones entre talento universitario con discapacidad y profesionales de distintas áreas de diferentes compañías que colaboran en este programa. Esta cifra supone un total de 320 personas –mentores y mentees– que han participado en el programa de Mentoring para universitarios con discapacidad de la Fundación Universia

Destacar también que del total de estudiantes que han participado en Mentoring, un 20% convirtieron sus prácticas en empleo, por lo que su paso por esta experiencia contribuyó en el acceso al empleo de 31 universitarios con discapacidad.

Compromiso con la educación, la empleabilidad y el emprendimiento

Banco Santander mantiene un firme compromiso con la educación, la empleabilidad y el emprendimiento desde hace más de 27 años con iniciativas como Fundación Universia, que sigue avanzando en la creación de ecosistemas colaborativos universitarios. Desde su creación, ha invertido más de 15 millones de euros y ha concedido más de 3.400 becas para impulsar la empleabilidad, el progreso y la movilidad de estudiantes con discapacidad.

La compañía, además, respalda desde hace más de 27 años su apuesta por la educación, la empleabilidad y el emprendimiento con una inversión de más de 2.300 millones de euros, el apoyo a más de 1,5 millones de personas y empresas, y colabora con más de 1.200 universidades e instituciones en 26 países.

Todo este esfuerzo y proyectos han hecho que Banco Santander se convierta en una de las compañías más importantes a nivel internacional que contribuyen de manera activa a resolver desafíos sociales. Por ello, la entidad ha sido reconocida por la revista Fortune, en su última lista ‘Change the World 2023’ que enumera a las 50 empresas comprometidas en contribuir de forma significativa a resolver desafíos sociales.