En algunas ocasiones, el ejemplo de unos abre camino a los retos de todos los demás. De modo que viajemos hasta Bicester, un pequeño pueblo de 30.000 habitantes ubicado a unos 18 kilómetros de Oxford que se ha convertido en uno de los ejemplos más alabados en materia del cuidado del planeta. Poseen una vida tranquila, calles con comercios locales, espacios donde las personas entablan relaciones personales y, además, desde hace algún tiempo también cuenta con espacios mucho más verdes en los que se ha puesto todas las miradas cuando se habla de modelo de sostenibilidad.
Y es que allí, en este pueblo inglés, se ha levantado Elmsbrook, la primera ciudad eco de Reino Unido donde podemos encontrar alrededor de 400 viviendas eficientes desde el punto de vista energético, ya que han conseguido ser la primera comunidad (social) que ha alcanzado las cero emisiones netas. Para ello, la estética habitual de este pequeño pueblo está dominado por paneles solares, todos instalados en los tejados de viviendas y edificios; y la movilidad, totalmente sostenible: con autobuses eléctricos o bicicletas, el transporte estrella de las ciudades más avanzadas en sostenibilidad.
Casos de éxito que inspiran
Elmsbrook ya ha alcanzado con éxito su objetivo de ser neutros en carbono, objetivo que también está en los planes estratégicos de las administraciones públicas y empresas privadas para 2050, de acuerdo con los ODS de la ONU o la Cumbre del Cambio Climático 2015. Sin embargo, hay casos como el de Elmsbrook que también son inspiradores para trabajar cada día en la búsqueda de soluciones que aceleren de manera definitiva la transición hacia una economía.
En esta tarea lleva años trabajando Banco Santander a través de diferentes proyectos y alianzas, y una de las más recientes ha sido su regreso al mundo de la Fórmula 1 como patrocinador de la Scuderia Ferrari, uno de los equipos más conocidos y laureados del mundo. La marca italiana persigue el reto de ser neutro en emisiones de carbono en el año 2030, algo que Banco Santander ya alcanzó en 2020, al igual que ha ya hecho la eco-ciudad de Elmsbrook.
La alianza del Santander con el equipo Ferrari se materializa en una amplia gama de soluciones que la entidad financiera ofrece a la Scuderia para apoyar sus planes de ser neutra en emisiones de carbono en 2030. Un objetivo que, por cierto, se ha propuesto cumplir toda la competición de Fórmula 1, uno de los deportes con más aficionados del mundo con una audiencia de 1.500 millones en 2021, según datos de Nielsen.
En este sentido, la entidad ha cerrado el primer semestre del 2022 como líder mundial en financiación de proyectos de energías renovables, con un monto total financiado de más de 2.400 millones de euros, y su negocio de banca de inversión (Santander CIB) tiene equipos especializados en asesorar a grandes clientes en su transición verde.
Además, también es neutra en carbono en su actividad desde 2020 y está comprometida en alcanzar las cero emisiones netas para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece en 2050. También los negocios del banco de financiación de automóviles en Europa (Santander Consumer Finance), Estados Unidos (Santander Consumer USA) y otros mercados están apoyando el desarrollo de soluciones de movilidad sostenible.
Oportunidad de impulsar un cambio más verde
Dichas soluciones están enfocadas a desarrollar avances tecnológicos que contribuyan a la sostenibilidad del sector, alguno de los cuales ya ha conseguido que los coches de Fórmula 1 sean un 30% más eficientes en cuanto al consumo de combustible, algo que los acerca cada día más a la nueva tendencia en motor neutro en carbono, que se espera pueda llegar en 2026.
Y es que la Fórmula 1 siempre ha sido un espacio para la innovación y la iteración para impulsar el desarrollo de la industria automovilística, habiéndose podido mejorar aspectos como la aerodinámica o el diseño de los frenos, entre otros.
Con esta alianza con Ferrari y Fórmula One Manager (FOM), propietaio de la Fórmula 1, Banco Santander tiene la oportunidad de contribuir a que la industria automovilística sea cada día más verde, más sostenible y eficiente, ayudando a reducir las emisiones de CO2 y haciendo frente el calentamiento global, una de las primeras preocupaciones del mundo contemporáneo.