Las empresas que persiguen la transformación del mundo con impacto sobre las personas perduran en el tiempo. Los receptores de sus mensajes, servicios o productos, que son las personas, valoran positivamente (y cada día más) qué es lo que hay detrás de los resultados financieros y económicos de sus acciones.

En este momento, el impacto social de las compañías no sólo se mide por cifras; también se mide a partir de la capacidad que tienen para contribuir al bienestar de las personas y al desarrollo sostenible. Esta evolución de la razón de ser de las empresas es la consecuencia natural de las exigencias de los diferentes agentes sociales (clientes, empleados, inversores, etc.), los cuales esperan que las organizaciones empresariales tengan un papel responsable y esencial en la mejora del escenario social, económico y ambiental.

Es por ello que, tanto los proyectos consolidados como los emergentes, tienen un lado de consciencia social y ambiental que les diferencia de otros proyectos del mercado. Un aspecto que les hace más atractivos y competitivos, así como más deseados por los clientes potenciales.

Las empresas conscientes son tendencia

Las compañías conscientes están en auge y, además, ya no son una utopía de soñadores, sino proyectos con firmes planes de negocio que buscan la rentabilidad a la vez que el impacto positivo en la sociedad.

Empresas, startups, cooperativas, etc. que creen que es fundamental para la sociedad que las ciudades sean mejores, que se busquen alternativas de consumo o un ocio más sostenible, por ejemplo. En definitiva, que vivamos más despacio y que las organizaciones sean herramientas para poder lograrlo.

En este contexto, Banco Santander ha sido un eje importante. Entendiendo la naturaleza de estas empresas con impacto social, la entidad financiera lleva años apoyándolas a través de su plataforma Santander X y otras acciones financieras y no financieras. Soluciones que hoy en día acompañan a miles de emprendedores y empresas que quieren seguir creciendo sin dejar de lado su parte social.

Un apoyo que va más allá de la financiación

Un apoyo que no sólo es financiero, como podemos entender en un primer momento, sobre todo porque estamos hablando de financiación como avales, préstamos, hipotecas, etc. Sin embargo, Banco Santander ofrece a sus clientes mucho más de lo meramente tradicional porque Santander X se convierte en un espacio donde conviven la financiación junto al conocimiento, la visibilidad y la comunidad.

Una plataforma donde se imparten cursos online, programas de formación, asesoramiento, descuentos en herramientas tecnológicas o acceso a eventos internacionales, entre otras iniciativas. Es decir, todos los elementos que se requieren para que las ideas se conviertan en algo tangible, algo profesional y algo sólido, con visibilidad y potencial de crecimiento.

La energía de Santander X

En todo este contexto, además, hay un motor que da energía extra a Santander X que son sus retos globales. O lo que es lo mismo, las competiciones internacionales que buscan ideas brillantes para problemas universales procedentes de diversos sectores que afectan a la sociedad en su conjunto, como es el caso de la educación, la salud o el servicio al cliente.

En este sentido, y con el fin de hallar a las mentes más talentosas con ideas innovadoras, Santander X organiza premios de emprendimiento para emprendedores, startups y scaleups en ocho países, cuyos ganadores compiten en el gran escaparate Santander X Global Award, que ofrece 60.000 euros a los ganadores y un billete directo a esa comunidad internacional.

Detrás de este premio, hay historias y proyectos en marcha con claro impacto positivo en el desarrollo sostenible, como es el caso de Moa FoodTech –una startup especializada en biotecnología alimentaria–, Cocuus System Ibérica –industria alimentaria y tecnología innovadora para la fabricación de nuevos alimentos–, Uraphex –la startup que desinfecta el agua sin químicos–, Catalyxx –una empresa de tecnología ecológica que trabaja en la industria química para reemplazar el uso de materias primas de origen fósil–, Lain Technologies –que recupera metales de manera sostenible gracias a procesos electroquímicos–, o WoWplay –un espacio para que niños y niñas desarrollen habilidades blandas y competencias STEAM–. Todos ellos son proyectos tangibles y reales que demuestran que detrás de un plan de negocio hay cifras y crecimiento económico, pero también está la ambición de transformar el mundo y dejar una impronta que perdure en el tiempo.

Apoyo real y tangible

Detrás del hambre de innovar y de crear proyectos que den respuesta a los desafíos del presente, los emprendedores, autónomos y nuevas empresas necesitan del apoyo de enseñas fuertes y con experiencia. Por ello, y teniendo en cuenta esta necesidad, en 2024, Banco Santander destinó 330.000 millones de euros a financiar la creación o el crecimiento de empresas, apoyando a más de 530.000 pymes y autónomos en todo el mundo.

Y no sólo eso, como ya citábamos anteriormente, además de las cifras de apoyo y financiación –indispensable, por supuesto–, también Santander X brinda a una red de más de 4,3 millones de pymes-clientes a nivel global formación, innovación y acompañamiento, que impulsan su transformación digital y sostenible, dotándoles de capacidad de crecimiento y de competitividad con respecto a otras compañías nacionales e internacionales.

Crecer con coherencia

Impulsar empresas con impacto social, esas que tienen en su ADN la transformación de la sociedad en su conjunto, y hacerlas crecer sin perder la coherencia de su nacimiento, es una de las obligaciones que tienen las grandes compañías.

Por ello, Banco Santander acoge y acompaña a las personas con proyectos revolucionarios, transformadores, esos que, a menudo, son llamados a poner sobre la mesa soluciones avanzadas a los problemas contemporáneos. Y da su apoyo no sólo de forma financiera, sino también a través de recursos como mentorías, formación, contactos internacionales y reconocimientos que les sitúan en el mapa global.

Todo ello, tiene como resultado la conformación de un círculo perfecto. Emprendedores que generan impacto, un banco que les ayuda a impulsar su proyecto beneficiando a la sociedad y él mismo; así como una innovación y un aprendizaje que perdura en el tiempo debido a su revolución.