El sector gastronómico en su conjunto representa un 33% del PIB de España, es decir, alrededor de 388.000 millones de euros, según un informe elaborado por la auditora KPMG. Y no solo eso, además, y según el mismo análisis, da empleo a más de 3,7 millones de personas y sus exportaciones representan un 17% del comercio exterior. Por otro lado, en 2020 el sector agroalimentario ha aportado un 3,8% al PIB español, una cifra mayor al de 2019 que era 2,7%.

Es decir, y a tenor de las cifras, el sector de la agroalimentación posee un gran peso en el ritmo de crecimiento de nuestra economía y la salud de nuestro mercado laboral. Es más, durante la pandemia ha sido uno de los sectores clave porque han trabajado sin descanso para que no hubiera desabastecimiento en los mercados y todos los hogares tuvieran alimentos en la nevera.

No cabe duda, además, de que el sector agro es uno de los más fuertes de España gracias a la diversidad de clima en toda la Península, así como uno de los que encierra, probablemente, millones de oportunidades de innovación y oportunidades laborales y empresariales. El sector agroalimentario, conformado por más de 30.700 pymes, es definitivamente uno de los más estratégicos de nuestra riqueza y como tal debe ser tratado, apoyado.

Apoyo financiero para emprender nuevas etapas

En este sentido, y consciente del gran peso de este sector en el porvenir y la creación de riqueza del país, desde Banco Santander se ha lanzado la campaña de la PAC 2021, que ofrece entre otras cosas, la posibilidad de realizar la contratación de un anticipo de la PAC por canales digitales. De esta forma, los empresarios del sector que tengan preconcedido dicho anticipo podrán realizar la contratación a través de la aplicación móvil o la web del banco en solo tres pasos y seguir adelante con sus proyectos o comenzar otros nuevos. Desde el inicio del proceso, además, el banco cuenta con un equipo de ingenieros técnicos agrícolas especializados, para que los agricultores y ganaderos que lleven a cabo su PAC con Santander cuenten con el mejor asesoramiento.

José Fernando Pérez, propietario de la empresa bodeguera J. Fernando Family Wines, fue uno de los empresarios que contó con la financiación de  Santander para concluir el proyecto bodeguero en El Toboso en el que lleva trabajando alrededor de cinco años: Finca Venta de Don Quijote, una bodega de 600 hectáreas de plantación de viñedos en el corazón de La Mancha con los que elaboran vinos Rueda de la mejor calidad.

Pérez, que lleva “toda la vida trabajando en el sector vitivinícola”, relata que la pandemia irrumpió, como en muchos otros negocios de nuestra economía, en el último tramo del proyecto bodeguero, “así que estar respaldados por una gran entidad bancaria como Banco Santander ha sido de enorme ayuda y nos hace sentir seguros porque, desde que comenzamos la bodega hasta que la vemos tal y como está hoy, se ha hecho una inversión de alrededor de 10 millones de euros”.

La toma de decisiones empresariales

Pérez y familia, que tienen absoluta pasión por el vino, poseen dos bodegas más: Bodegas Finca Navahermosa, en Villaescusa de Haro (Cuenca), y Bodegas J. Fernando Rueda en Valladolid. En todas ellas, destaca el empresario toledano, “ponemos todo nuestro cariño, esfuerzo y saber hacer. Y es cierto que son inversiones arriesgadas y costosas, de ahí la necesidad del apoyo financiero de Santander, pero conocemos bien el sector, el mundo del vino y el funcionamiento de la bodega. No es algo que se nos haya ocurrido de repente, estamos dentro de esto, vivimos para esto y vivimos de esto”.

Y añade, con pasión, que “lo que nos da el vino lo invertimos en el vino. Cuando quieres dedicarle a un negocio todo el tiempo que necesita es muy duro, pero si lo haces da sus frutos, pero insisto en que el apoyo financiero nos da mucha entereza a la hora de hacer inversiones tan importantes como Finca Venta de Don Quijote”.

El sector agro ha dado la talla durante la pandemia

Si miramos con detalle al sector de la ganadería y la agricultura, que son básicamente los proveedores gastronómicos y agroalimentarios, también vemos como son unos de los puntales de nuestra economía. El sector primario fue el único que cerró 2020, el año de la pandemia, con cifras verdes de casi un 5% frente al 11% de la caída del índice general, según los datos proporcionados por el INE.

Además, no es baladí recordar que, según el citado informe de KPMG, este sector es uno de los que antes se va a recuperar en cuanto mejore la situación epidemiológica y, al igual que otros sectores como el manufacturero, el turístico o el de infraestructuras, entre otros, necesitará de apoyo financiero con el que caminar hacia una nueva etapa.

Banco Santander financió al sector agro con más de 7.500 millones en 2020

La entidad presidida por Ana Botín financió al sector agroalimentario español con 7.567 millones de euros en 2020, lo que supone un 34% más que el año anterior. El banco lleva décadas apoyando al sector agro y, durante esta crisis, en la que ha quedado patente su importancia como un pilar esencial de la sociedad española, el banco se ha volcado en agricultores, ganaderos, productores, cooperativas o empresas de suministro. En 2020, el banco ha reforzado de forma muy especial a este sector a través de las Campañas dirigidas a los sectores vitivinícolas, cereal, cítricos y del olivar.

La agilidad del banco a la hora de resolver las propuestas de financiación de agricultores y ganaderos ha sido determinante para que muchos empresarios hayan podido seguir con su actividad. Santander les ha apoyado mediante 1.000 especialistas repartidos por sus 1.100 oficinas agro, que atienden a los más de 415.000 clientes con los que el banco cuenta en este sector.