La digitalización, en todas sus formas, inunda todos los aspectos de la vida de la sociedad. Tanto sus hábitos diarios personales como laborales, ya que cualquier gesto sencillo o negocio de fácil funcionamiento, requiere de unas herramientas digitales básicas, ya sea un canal de WhatsApp, una aplicación móvil para gestionar las finanzas, un servicio de pagos online o programas de facturación en la nube, por ejemplo.

Retos y oportunidades

La economía digital y la Inteligencia Artificial (IA), ambas íntimamente relacionadas, sin duda, vienen acompañadas de grandísimas oportunidades para la economía y el empleo, pero también generan grandes desafíos que debemos enfrentar en un corto plazo. Algunos de esos retos, según uno de los economistas más prestigiosos, Jean Tirole, Nobel de Economía de 2014, quien defiende la digitalización de la economía, aplicada al progreso colectivo, hacen referencia al uso y la protección de datos personales y el derecho a la propiedad de los mismos, la fiscalidad en un mundo tan globalizado y, sobre todo, los que tienen que ver con el empleo y la organización de personal, como las nuevas formas de contratación y colaboración, conciliación, flexibilidad y teletrabajo, etc.

Todo ello, defiende el economista galo, sin hacer peligrar el bienestar laboral y económico conseguido en parte –y, además– gracias a las nuevas tecnologías nacidas a finales del S. XX.

Tradición e innovación tech, una convivencia posible

La introducción de las tecnologías basadas en internet, en definitiva, se ha extendido a todos los sectores de actividad; un hecho que ha transformado el funcionamiento de nuestros hogares y nuestra economía. Podemos usar la tecnología para activar la calefacción de nuestra casa por nuestro móvil, alquilar un coche o una bicicleta de ‘carsharing’ con una aplicación, hacer una reserva en un restaurante online u ordenar una transferencia a nuestra entidad bancaria nosotros mismos y compartirla de inmediato con el receptor de la misma.

Algo posible gracias a las nuevas tecnologías, a la innovación y a la aplicación de ambas por parte de empresas emergentes nacidas en la era digital, conocidas en el sector de la vanguardia tech como start-ups, que se lo ponen fácil a las compañías más tradicionales, en su mayoría pymes, las cuales han entrado de una forma más lenta en la digitalización, requiriendo de soluciones externas que les pongan al día y no perder competitividad o quedar obsoletas.

Y es que la eclosión de nuevas formas digitales ha transformado las organizaciones a nivel interno y externo, estableciendo nuevos modelos de productos y servicios que requieren soluciones constantes para que el tejido empresarial y social funcione, fomentando la inclusión de todos los agentes sociales. En este camino, las grandes compañías financieras tienen un papel importante porque tienen la capacidad de financiar nuevas herramientas tecnológicas para mejorar la digitalización de la sociedad en su conjunto.

La búsqueda de soluciones innovadoras

Una de estas grandes organizaciones es Banco Santander, quien junto a Oxentia Foundation, ha lanzado un nuevo reto global, Santander X Global Challenge | Transforming the Digital Economy, con el fin de buscar soluciones innovadoras que ayuden a la transformación de la economía gracias al Internet de las Cosas (IoT) y a las tecnologías SMART.

Un reto que está dirigido, sobre todo, a startups y scaleups de 11 países –Alemania, Argentina, Brasil, Chile, EEUU, España, México, Portugal, Polonia, Reino Unido y Uruguay–, y que busca que estas empresas ayuden con sus proyectos a dicha transformación, dando con soluciones que estén centradas en Digital Industry y Digital Society. 

«Nuestro objetivo es identificar las empresas del sector que estén desarrollando las soluciones más innovadoras y aportarles los recursos, conexiones y visibilidad que necesitan para crecer», explica Diego Calascibetta, director global de Emprendimiento y Fintech Station de Santander Universidades. Y añade: «Creemos que acelerar la transición hacia ciudades, industria o comercio más smart impulsará el crecimiento y la productividad industrial, mejorará el bienestar social y beneficiará a los consumidores».

Plazo de inscripción hasta el 12 de diciembre

Las startups y scaleups que estén interesadas pueden inscribirse hasta el 12 de diciembre en Santander X, a través de este enlace. 

Tras examinar las propuestas, un jurado de expertos en economía digital seleccionará a seis ganadores –tres de cada modalidad– que tendrán 120.000 euros en premios:  30.000 euros para las tres startups vencedoras (10.000 euros cada una) y 90.000 euros para las tres mejores scaleups (30.000 euros para cada una).

También tendrán acceso a Santander X 100 –la comunidad global de emprendimiento con los proyectos más destacados de Santander X– y conexión directa con Fintech Station, área de Open Innovation de Banco Santander, y empresas relevantes del ecosistema del Internet de las Cosas (Iot).

Otras iniciativas que ayudan a las personas

Banco Santander, además de este nuevo reto, tiene activas otras grandes iniciativas destinadas al progreso, así como a identificar el talento e impulsarlo. A través de Santander X apoya, por un lado, a quienes gestionan su propio negocio y, por otro, a las pequeñas empresas a crear oportunidades, consolidarse y crecer. Ofrece formación, asesoramiento y recursos necesarios para avanzar y escalar su negocio.

Además, también ha lanzado recientemente un fondo específico de 100 millones de euros, en alianza con Inveready, que permitirá financiar a startups de base tecnológica y de alto crecimiento en etapas tempranas de su desarrollo, además de una oferta completa de servicios y productos para estas startups y empresas innovadoras con potencial de escalabilidad, entre otras soluciones adaptadas a cada etapa en el ciclo de crecimiento de estas empresas.