¿Te imaginas ver cómo está el tráfico en la ciudad sin levantar la vista de la carretera? ¿O ver las características de un cuadro mientras lo presencias en un museo? Esto es lo que Alexandre Godin, experto en realidad mixta, quiere implantar en la sociedad.

Godin combina ergonomía (adaptación a un lugar) y bioingeniería para dar con el punto clave en el que las máquinas y las personas interaccionen de la mejor manera posible. “Estamos habituados al paradigma de supervisar las cosas con nuestras manos; por poner un ejemplo, un ratón o un teclado. Ahora controlaremos un avatar que somos nosotros mismos”, señala Godin.

 

La realidad mixta es la combinación entre la realidad virtual y la realidad aumentada. Permite al usuario adquirir otras habilidades, como hacer aparecer cosas, analizar objetos sin tocarlos… La telepresencia es una de sus características. Acudir a una reunión sin moverte de casa, poder viajar desde el sofá… “Ahora utilizamos la informática, pero la realidad mixta cambiará la forma en la que interaccionemos con los datos y con la tecnología”, afirma.

Adiestrar a la tecnología

Airbus trabaja en el proyecto desde hace tres años. Godin y su equipo emplean día y noche para unir lo virtual y lo físico con aparatos como los que han lanzado Asus y Microsoft. Este último es el gran impulsor del proyecto. De hecho, Airbus colabora con la empresa en el programa Microsoft Mixed Reality Partner Program.

La compañía acaba de desarrollar el primer adiestrador de realidad mixta para un avión comercial gracias a HoloLens de Microsoft. Esta nueva tecnología permitirá al sector aéreo que tenga mejores vías de formación.

Godin quiere que la realidad mixta se consolide en la sociedad y llegue tanto al ámbito laboral como privado. Se podrá utilizar en educación, medicina, arquitectura… Para él, esto representa el futuro. “Me encanta el poder de la realidad mixta para comunicar emociones, simular situaciones y asistir a que las personas superen obstáculos. Es una forma única de reubicar al usuario dentro de la tecnología”.

Fuente: Opinno, editora de MIT  Technology Review en español